La experiencia en Brasil dejó un sabor ambivalente en los protagonistas de esta historia. Los resultados adversos de las Leonas y del seleccionado masculino de fútbol no fueron consecuentes con las expectativas que generaban antes de comenzar su participación en Río de Janeiro.
El equipo de Gabriel Minadeo se despidió en los cuartos de final después de caer ante Holanda y cerró su producción con 2 victorias y 4 derrotas. Los del Vasco Olarticoechea, en tanto, no pudieron superar la fase inicial al ubicarse detrás de Portugal y Honduras en el Grupo D. Sin embargo, para Delfina Merino y Lisandro Magallán los Juegos Olímpicos del 2016 fueron el inicio de una relación que al poco tiempo se transformó en un vínculo amoroso que todavía está vigente.
“Nos conocimos ahí. Fue nuestro primer contacto, pero en ese momento no pasó nada”, aclaró la delantera en diálogo con Infobae. El flechazo se dio en medio de un partido de Los Gladiadores. “Me acuerdo que fuimos con las chicas a un búnker de la Villa para ver por monitores a los deportistas argentinos que estaban compitiendo en ese momento, porque en las habitaciones no teníamos televisores. Me senté de casualidad en un sillón en el que estaba él y ahí empezamos a hablar”, detalló la goleadora.
Eran dos desconocidos que se atrajeron al instante. “Yo no lo conocía y él tampoco sabía que yo jugaba al hockey. De casualidad nos empezamos a hacer las típicas preguntas que hacemos cuando conocés a alguien”, reveló Delfi, quien cumple con el aislamiento en Buenos Aires a más de 10.000 kilómetros de distancia de su novio. “Cuando empezamos a salir, sabíamos que no iba a ser fácil porque cada uno tiene su deporte y sus objetivos. Eso es lo que más nos gusta el uno del otro, porque cada uno tiene sus sueños y nos prometimos complementarnos. La idea no es que él viva mi vida, ni yo la de él, sino que nos acompañemos y disfrutemos juntos la vida de cada uno”, explicó.
La relación se fortaleció cuando el ex Boca fue transferido al Ajax, dado que Merino se encontraba en Holanda representando al Stichtsche Cricket en Hockey Club. Según su mirada, “eso facilitó las cosas, porque estábamos cerca. Pero él ahora está a préstamo en el Alavés, en el País Vasco, y yo en Argentina. Claramente no es fácil, pero nos sentimos muy cerca porque tenemos mucho diálogo y comunicación. Aunque se extraña mucho”.
Algunos de los desafíos del defensor platense se basan en la responsabilidad de marcar a figuras de la talla de Lionel Messi, Gareth Bale, Antoine Griezmann, Luis Suárez y Karim Benzema, entre otras estrellas. Pero también se anima a implementar nuevos aspectos, como la vez que se tiñó el pelo de rubio en una jornada de aburrimiento. “Me preguntó si se lo podía hacer y le di el ok. Como íbamos a estar un tiempo largo sin vernos, le dije que vaya para adelante”, advirtió entre risas su pareja, quien intentó persuadirlo para que se incorporara al equipo de sus amores: “Estuvo cerca de ir a Racing. Yo lo quise convencer y lo pensó bastante, pero me dijo que no era el momento. Tal vez en el futuro me dé el gusto”, señaló.
Fanática de la Academia, Delfina Merino reconoció que no anhela tanto sus visitas al Cilindro porque la última vez que fue a la platea albiceleste vivió con euforia el heroico triunfo con nueve en el clásico ante Independiente. “La verdad es que me quedó una dosis de felicidad importante para todo este tiempo”, aseguró la Leona.
El presente de ella es distinto al que se imaginaba. Está lejos de su novio y tuvo que cambiar los objetivos deportivos por la suspensión de Tokio. “Es una situación especial. Nunca me imaginé que íbamos a estar más de dos meses encerrados en nuestras casas. La realidad es que trato de adaptarme para poder continuar con los entrenamientos”, reconoció la experimentada jugadora, de 30 años, quien busca reinventarse en este nuevo proceso. “Como el nuestro es un deporte en equipo, estamos acostumbradas a tener constantemente gente alrededor. No es fácil trabajar a distancia, porque en muchos casos el contacto con una compañera ayuda a la motivación. Estos días estamos haciendo trabajos en conjunto a través de Zoom y cuando ves a las chicas que están en las mismas condiciones que vos, te da una fuerza para seguir con el esfuerzo”.
Delfi atraviesa el aislamiento con los altibajos emocionales que son habituales en la mayoría de los afectados. “Es complicado, porque todo es muy nuevo. Tenemos días en los que nos cuesta todo un poco más, porque llevamos mucho tiempo de encierro”, argumentó. Pero también se las ingenia para evitar los momentos más duros y planea iniciativas para compensar la compleja situación; como la vez que se tentó con un asado y sin dudarlo puso en marcha el auto para ir al supermercado. Con el baúl del Toyota Yaris completo de carbón, vacío, entraña, provoleta, morcillas, chorizos y mollejas, la goleadora volvió a su casa para encender un fuego y darse uno de los gustos que más disfruta.
Además, también siente la contención que le brinda el cuerpo técnico del seleccionado encabezado por Carlos Retegui, quien estuvo presente desde el principio de la cuarentena. “Teníamos llamadas virtuales, porque su foco principal estaba puesto en nuestra salud. Estuvieron muy preocupados por nosotras y nuestras familias. El Chapa nos preguntaba por las personas mayores que teníamos cerca e insistía en los cuidados sanitarios”.
Con la cita de Tokio suspendida para el próximo año, Delfina nunca quiso tomarse esos Juegos Olímpicos como una revancha de lo que pasó en Río. Para ella “es una oportunidad para mostrar la mejor versión del equipo y llevar a la Argentina a lo más alto”. “Cuando nos enteramos que se suspendían nos dejó una sensación agridulce. Teníamos las expectativas de ir con un objetivo muy claro, pero no nos podemos abstraer de lo que está pasando en el mundo. Fue como un jaque que nos obligó a replantearnos muchas cosas, por eso intenté redireccionar mi energía y me focalicé también el estudio”, reveló.
La goleadora que fue elegida como mejor jugadora del mundo en 2018 se sumergió en los libros para cumplir con la meta que se propuso cuando terminó la secundaria: recibirse de abogada. “Estoy con mucho entusiasmo terminando la carrera de Derecho. Como me quedan tres materias y el práctico; calculo que a mitad de año podré cerrar este ciclo”, sorprendió la Leona, sin olvidar la sensación que le provocó el nuevo desafío del 2020: “Fue raro porque en mi cabeza tenía la idea que para esa fecha iba a estar en Tokio; pero cuando se instaló la cuarentena tuve que redireccionar mis objetivos. Sin vida social, aproveché el encierro para estudiar y adelantar las clases virtuales de la UBA. Creo que fue muy positivo porque tenía algo concreto para hacer en el día a día”.
Orientación al derecho empresarial; Contratación mercantil, seguridad social y sociedades abiertas y el Gobierno Corporativo son las tres materias que le faltan antes de comenzar con sus visitas a Tribunales, donde patrocinará a gente sin recursos, ni patrimonios. “Este último tiempo también surgió el derecho deportivo y me gustaría poder unir esas dos pasiones. No te digo que mi pasión es el derecho, porque ni se compara con el hockey, pero me gusta mucho; y el día de mañana me encantaría poder trabajar de eso”, agregó.
Focalizada en la facultad, las clases virtuales y los exámenes, el sueño olímpico quedará postergado para el 2021, donde volverá a cruzarse con deportistas que admira como “Djokovic, Nadal o Federer”. En la capital japonesa, las dirigidas por el Chapa Retegui buscarán volver al podio. Pero antes, ella tendrá una cita con los huevos y la harina.
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