La jugadora de River que hace viandas para gente en situación de calle durante la pandemia: “Compro la comida con la plata que me queda por no salir”

Junto a su pareja, Daiana Leguizamón ideó una iniciativa solidaria para ayudar a los más necesitados en el marco de la crisis por el coronavirus. Ellas mismas cocinan en su casa y salen a repartir la comida por el barrio de Caballito. “Queremos que cada persona pueda hacerlo en su barrio”, se ilusionó

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Carolina Teisseire y Carolina Teisseire
Carolina Teisseire y Carolina Teisseire son futbolistas y decidieron hacer viandas para ayudas a personas en situación de calle durante la cuarentena

Antes de la pandemia, la futbolista Daiana Leguizamón tenía una vida agitada. Se levantaba muy temprano para afrontar sus tareas en doble turno: entrenaba con River y, además, trabajaba como administrativa. Los fines de semana jugaba los partidos con la camiseta del Millonario. Sus múltiples ocupaciones no le impedían ignorar las situaciones de desigualdad a su alrededor y todas las noches, al regresar tarde a su casa, se quedaba pensando en una pareja que vivía en la calle y que dormía en la entrada de una librería cercana. Fue por eso que durante la cuarentena, ya con algo más de tiempo libre, se decidió a ayudarlos a ellos y a otras personas que están en la misma situación.

Junto a su pareja, Carolina Teisseire, que juega futsal en el Club Pacífico, comenzaron hace casi un mes a hacer viandas para repartir entre las personas en situación de calle que viven cerca de su casa, en el barrio porteño de Caballito. Dos veces por semana preparan la comida en la pequeña cocina del departamento y, con una conservadora en un carrito, salen a buscar a quienes puedan necesitar su colaboración.

“Al no poder salir, nos quedaba la plata de la nafta de la moto, del subte o de las cosas que siempre te comprás en el kiosco. Entonces pensamos que estaba bueno poder ayudar con eso a quienes más lo necesitan”, contó Daiana a Infobae.

La lateral juega en River
La lateral juega en River hace un año y medio (@carpfemenino)

Las primeras personas a las que se acercaron fueron los integrantes de la pareja que dormía en la puerta de la librería, luego se trasladaron hasta la zona del hospital Durand y del Parque Centenario, donde suelen parar otras personas sin hogar. “Yo al principio no me animaba y fue Caro la que les habló. Lo que pasa es que cuando llegamos no se imaginan a qué vamos porque llevamos todo en bolsas y no se ve. Entonces, les contamos que preparamos unas viandas, les preguntamos si comieron y si les interesa que les dejemos. Siempre lo hacemos con respeto y les damos la opción a ellos de decirnos si quieren o no. Nos ha pasado una vez de una persona que nos dijo que no porque ya había comido y eso nos pareció interesante porque le dio la posibilidad a otro de comerse esa vianda calentita”, relató la futbolista de River.

En esas caminatas por el barrio, las dos jóvenes lograron establecer vínculos con aquellas personas a las que ayudan. No se trata solo de dejarles un plato de comida, sino también de brindar acompañamiento y de interesarse por sus realidades. En ese sentido, comentaron: “Conocimos a un señor que se llama Lorenzo y nos quedamos charlando con él cada vez que vamos. Por el tema del coronavirus nos cuidamos mucho y tomamos distancia, pero cuando nos dan el lugar, nos gusta hablar con ellos y que nos cuenten sus historias, si es que tienen ganas. Muchos nos dicen que la gente que se acerca siempre les habla de lo mismo, entonces tratamos de hablarles de otras cosas. Muchos nos han contado anécdotas de ellos o de sus amigos. Cuando podemos, nos quedamos conversando porque nos parece sumamente interesante. Nosotras aprendemos, comprendemos esas situaciones y valoramos mucho. Son dos realidades distintas las que viven ellos y las que vivimos nosotras. Entonces valoramos mucho y creemos que es un crecimiento muy grande”.

La rutina de las dos futbolistas ha cambiado desde el inicio de la cuarentena. Daiana se entrena por las mañanas y trabaja desde su casa por la tarde. Carolina hace lo mismo en contraturno. Los martes y los sábados se toman un tiempo para preparar la comida de las viandas y envolverlas rápido, ya que el objetivo es que lleguen calientes. La mayoría de las veces cocinan pastas -con distintas salsas-, pero recientemente se animaron a innovar con el arroz con pollo. Una vez que salen del departamento, caminan con su carrito y la conservadora que les prestó la familia de Caro hasta encontrar a todas las personas que puedan ayudar.

La comida la reparten en
La comida la reparten en la zona del Parque Centenario, en el barrio de Caballito

Cuando comenzaron a compartir fotos y videos de sus recorridas solidarias a las redes sociales, mucha gente les escribió para aportar algún tipo de colaboración. Les donaron comida, bandejas y cubiertos descartables y hasta pan casero para acompañar las viandas. Dos amigas se sumaron a ayudar con las tareas de cocina y la entrega, y otras personas les acercaron ropa y gorros de lana para entregar a la gente que vive en la calle de cara al frío invierno que se avecina.

“Es la primera vez que hacemos algo solidario de esta manera. Antes habíamos donado ropa para comedores o para alguna campaña de los clubes, pero nunca habíamos vivido en carne propia esto de cocinar en casa y llevar la comida. Aparte, esto es distinto a un comedor en el que la gente se junta a la hora que abre, nosotras salimos a buscarlos”, destacó Daiana, y precisó que, a pesar de sus recursos escasos y del espacio limitado, han llegado a caminar 15 cuadras a la redonda y a entregar 16 viandas.

Una vez que termine la cuarentena, Daiana y Carolina no saben si podrán seguir con esta iniciativa debido a las numerosas ocupaciones que tienen en su vida cotidiana. Sin embargo, están seguras de que encontrarán alguna manera de continuar con su vocación solidaria. Tal vez, colaborando con el comedor comunitario que está cerca de su casa.

Tras publicar la iniciativa solidaria
Tras publicar la iniciativa solidaria en sus redes sociales, varias personas les acercaron donaciones

Daiana, que juega por el lateral derecho, tiene 30 años está en River desde hace un año y medio. Antes jugó fútbol 11 en Boca y en Racing, y fue parte de la selección argentina. También jugó futsal en Sportivo Barracas. Actualmente, se entrena dos veces por semana vía Zoom con sus compañeras del equipo Millonario y, aún a pesar de la preocupación por la situación sanitaria, admite estar ansiosa por volver a pisar el césped.

“Hoy estamos entrenado en espacios reducidos y eso en algún momento se vuelve tedioso porque la jugadora está acostumbrada a un campo gigante y a correr detrás de la pelota. La ansiedad siempre está y eso lo manejamos también con un psicólogo porque el cuerpo técnico está muy atento a todo. Acá en Capital el tema está cada vez está más complicado y eso nos hace pensar primero en lo que nos pasa a todos y recién después en la individual, que son las ganas de volver a jugar. Queremos que pase esta pandemia, que todos estemos bien y que cada uno pueda volver a su rutina”, reflexionó la futbolista nacida en Tandil.

Finalmente, contó que varias de sus compañeras e integrantes del cuerpo técnico de River, que tiene a la cabeza a Daniel Reyes, la han llamado a raíz de su iniciativa solidaria: “Están muy contentos y me felicitaron porque es algo lindo. Estamos abiertas al que quiera aportar su granito de arena de la forma que lo sienta, pero la idea es que cada persona pueda hacerlo en su barrio. Queremos incentivar a otros a que hagan lo mismo, que tengan la experiencia de salir a repartir algo con energía y amor”.

La futbolista reconoce estar ansiosa
La futbolista reconoce estar ansiosa por volver a jugar (@carpfemenino)

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