En la pileta de su novia y con un dispositivo casero para simular las corrientes: el increíble método para entrenarse de un atleta argentino

Sebastián Rossi, dos veces representante olímpico de canotaje slalom, tuvo que regresar de Europa por el avance de la pandemia cuando se preparaba para buscar la clasificación a Tokio 2020. Cómo son sus pasos para mantenerse activo hasta que pueda volver a trabajar en una pista propia de su disciplina

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El bonaerense Sebastián Rossi buscará
El bonaerense Sebastián Rossi buscará participar de su tercera experiencia olímpica después de competir en Londres 2012 y Rio 2016 (Reuters)

El avance de la pandemia de coronavirus generó muchos conflictos para el mundo del deporte. Tal vez el más resonante fue la postergación de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que se iban a desarrollar en la capital de Japón entre fines de julio y principios de agosto. Con la competición suspendida hasta el 2021, los atletas tuvieron que adaptarse a los cambios que provocó la circulación del virus en el planeta.

Muchos de ellos, sobre todo en Europa y Asia, comenzaron a transitar nuevamente sus planificaciones para intentar clasificar o prepararse para participar del evento multidisciplinario más grande del deporte. En Sudamérica, la situación es bien diferente. Con el paso de los días, esta parte del mundo se convirtió en una de las más comprometidas con la circulación del contagio. Esto es lo que sucede en Argentina, que con las fronteras cerradas y todavía sin un protocolo para volver a sus lugares de concentración, el cronograma de trabajo para los deportistas es obligatorio: puertas adentro de sus casas y tratando de mantenerse activos a la espera de una mejora en el panorama sanitario.

Uno de los atletas que atraviesa este momento de incertidumbre es Sebastián Rossi, un veterano del deporte argentino a los 28 años y con dos experiencias olímpicas en su trayectoria. Principal representante argentino del canotaje slalom -disciplina que consiste en recorrer en el menor tiempo posible un circuito de aguas rápidas sin cometer penalizaciones-, el palista viene de quedar a un paso de coronarse campeón de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y mientras se preparaba para buscar la clasificación a sus terceros Juegos Olímpicos, recibió varias llamadas que cambiaron sus planes.

“Cuando arrancó la situación del coronavirus estábamos entrenando en Francia con mi hermano, preparando el Panamericano que era el preolímpico. Y cuando vieron que se empezaba a cerrar todo, nos mudamos hasta Río de Janeiro, sede del torneo. Ya en Brasil empezamos a entrenar en la pista donde se hicieron los Juegos hace cuatro años hasta que nos dijeron ‘Ya se tienen que venir para Buenos Aires porque van a cerrar las fronteras’, así que tuvimos que devolver la casa y el auto y nos volvimos”, le dijo Rossi a Infobae mientras se ejercita en una bicicleta fija.

Sebastián Rossi entrena canotaje slalom en una pileta

¿Dónde terminó Sebastián después del periplo que lo trasladó de la ciudad francesa de Pau, cerca de los Pirineos a Río y más tarde a Buenos Aires? En la casa que Sofi, su pareja, tiene en zona norte. “Cuando vimos que era eterno esto, nos tuvimos que acomodar. Por eso me puse a entrenar en la pileta de la casa de mi novia acá en Pilar”.

Establecido en su nuevo búnker de entrenamiento, el mayor de los hermanos Rossi -Lucas y Carolina también practican slalom- pensó de qué forma podía mantenerse activo. Y se le ocurrió una idea que parecería disparatada si la practicara cualquier mortal, pero que a él le sirve para seguir soñando y ponerse a punto para lograr la clasificación olímpica.

“Cuando llegué a Argentina me fijé cómo adaptar la posibilidad para entrenar. Volví de Brasil y me vine directo para acá y me traje el bote y la pala. Al principio probé con una soga, pero se tensa mucho y es muy firme. Pero después probamos con unas cámaras de bicicleta, pusimos dos juntas y con eso a la soga. Ahora, cuando remas, ese circuito se hace elástico, como que avanza y vuelve. Es más armónico el movimiento. Si bien no es igual, a pesar de que la palada es más dura, puedo entrenar en el bote para mantenerme”, cuenta el deportista que tuvo su estreno en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

¿Quién asistió a Sebastián en el armado del circuito que lo ayuda a remar en un espacio de pocos metros? “Lo armamos en una tarde con el padre de mi novia y quedó super bien”.

Rossi se entrena para no
Rossi se entrena para no perder el ritmo en su preparación para volver a ser olímpico en Tokio 2020

Atento a las indicaciones que le envía de manera virtual el entrenador de la selección argentina de canotaje slalom, el francés Didier Baylacq, el deportista que también fue medallista panamericano en Toronto 2015 aprovechó la postergación olímpica para el 2021 para reformular su estrategia. “Estamos en etapa de repeticiones, así que puedo trabajar bien acá en un gimnasio que me armé con pesas en la casa de mi novia. Como todo se retrasó, esto nos permite mantenernos, pero espero que dentro de un mes podamos volver a activar”, confía Rossi.

Más allá de lo que sucede en Argentina con el crecimiento de casos de coronavirus, el referente del canotaje slalom espera que el gobierno nacional active un protocolo para que los atletas clasificados o que necesitan buscar la plaza para Tokio 2020 puedan retomar los trabajos en las instalaciones necesarios.

“En Europa ya comenzaron a entrenarse, lo mismo que en Australia, que son zonas de potencias en nuestro deporte. Siguiendo los protocolos, claro. Ojalá que acá se puedan activar pronto también”, reflexiona el palista, que tiene como fechas señaladas en su calendario del 15 al 18 de abril del 2021, jornadas en las que se llevará a cabo el preolímpico camino a Tokio 2020 en Curitiba, Brasil.

“La idea es, cuando se pueda viajar, sacarme un ticket por mi cuenta para volver a Francia y seguir con los entrenamientos allá, que es donde están los mejores del mundo”, le cuenta Seba Rossi a Infobae, minutos después de mostrar por qué es uno de los mejores de América arriba de una canoa y, mientras se entrena, aprovecha para tomarse unos mates en la pileta de su novia, su lugar en el mundo hasta que pase la pandemia.

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