Son tiempos difíciles. De oscuridad, aislamiento y encierro. La pandemia que afecta al mundo avanza en la región y la grieta entre los que piden flexibilizar la cuarentena y los que no se agranda cada vez más en el país. El factor económico también despierta incertidumbre en las pymes, y los trabajadores informales carecen de recursos para cubrir sus necesidades.
La realidad compleja y crítica fue una de las razones que motivó a Meliza Blanco a sacar su tercer disco titulado Respira. “La idea es transmitir tranquilidad y serenidad, porque sabemos que todo esto en algún momento va a pasar, y mientras tanto cada uno tiene que atravesar sus procesos de la mejor forma posible”, le dijo a Infobae la artista fanática de Racing, quien pidió que los colores de su nueva obra se basen en el celeste y blanco por su pasión por la Academia.
Ella, como la mayoría de los argentinos, extraña su rutina habitual. Anhela aquellos almuerzos junto a su padre y su hermano en Buenos Aires Grill, donde compartían semanalmente las risas y anécdotas. También forman parte del pasado las reuniones familiares, donde el sentimiento académico estaba presente por la presencia del presidente del club, el ídolo y la hermana que también forma parte de la comisión directiva. Por esa razón, “la letra de Respira fue inspirada en esas situaciones cuando no podés estar al lado de alguien y lo querés ayudar a la distancia”.
Otro punto de reunión que extraña la familia Blanco se remite a los días de partidos en el mítico Cilindro. Como si se tratara de una tradición histórica, las jornadas siempre terminaban en alguna pizzería para debatir el resultado y la producción del equipo. Si el técnico de turno le daba vía libre a sus jugadores, Lisandro López también formaba parte de los encuentros, dado que su relación con Mechi (la más chica de las hermanas) le abrió las puertas de la familia.
En la actualidad el contacto es virtual; y las videollamadas colaboran para luchar contra el aislamiento. “Cada tanto le mando un video a mi papá y él se emociona bastante”, reconoció Meliza, quien reemplazó sus conciertos por clases particulares de armónica.
La relación con sus alumnos también le permite practicar para lo que será su presentación en el Mundial de Armónicas de Alemania el próximo año, y mientras tanto, también comparte su pasión con su hijo Mateo, quien la acompañó con el piano en uno de sus últimos recitales en el Teatro Colón. “Con él me divierto mucho, porque el fútbol no le genera casi nada”, señaló la artista sin olvidar una escena que vivió hace pocos días en su hogar: “La vez pasada uno de sus amigos le reprochó que perdió en la Play por un gol de Licha y Mateo se mataba de risa”.
Su nuevo álbum que está disponible en Spotify y las tiendas digitales, le permite a los oyentes “transitar por cuatro estaciones emocionales: la alegría, la ira, la tristeza y la esperanza”. En este sentido, Meliza explicó cómo cada una de ellas puede ir mutando a lo largo del tiempo. “¿Hay emociones buenas? ¿Hay emociones malas? ¿Elegimos las emociones? ¿Qué podemos hacer con ellas?”, preguntó la cantautora. Y para conocer sus respuestas sólo hay que escuchar Respira.
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