Tras casi dos décadas, un secreto salió a la luz y sacudió por completo a la NBA. Dos jugadores que hicieron historia en la NBA confirmaron que fueron parte de un amaño en un partido para ayudar a que un basquetbolista se quedase con el galardón de máximo anotador de la temporada en lugar de un joven Shaquille O’Neal, que por ese entonces hacía sus primeros pasos en los Orlando Magics.
El partido en discusión es el que disputaron los San Antonio Spurs y Los Angeles Clippers, en el final de la temporada regular de la temporada 1993-1994. Durante esa jornada, David El Almirante Robinson marcó la asombrosa suma de 71 puntos , arrebatándole de esta manera el cetro a la incipiente figura de la liga.
La estrella del conjunto texano necesitaba anotar 5 más que su rival. Shaq finalmente cerró su planilla con 32 unidades.
La franquicia de California, pese a contar con varios veteranos de renombre, firmó un pésimo balance: 27-55. Justamente dos de ellos fueron los encargados de sacar a la luz lo sucedido en ese partido: Ron Harper y Dominique Wilkins. Ambos confesaron que el plantel recibió órdenes del por entonces propietario de la franquicia, Donald Sterling, de ayudar a Robinson para quedarse con el premio.
Sterling, que fue dueño de los Clippers entre 1984 y 2014, fue expulsado de por vida de la NBA (más el pago de una multa de 2.5 millones de dólares) luego que se hicieran públicas unas grabaciones en las que hace comentarios racistas.
“El entrenador, Bob Weiss, nos dijo que le habían mandado que quitara a los cinco titulares de la cancha a los pocos minutos del primer cuarto. Preguntamos la razón y Weiss nos dijo que Sterling quería que el título de máximo anotador se quedara en la Conferencia Oeste”, explicó Wilkins en diálogo con NBA Inside Stuff ’90s Reunion.
Ron Harper, cinco veces campeón de la NBA (tres con Chicago Bulls y dos con Los Angeles Lakers), por su parte, agregó: “Me quité el uniforme, me quité la venda del tobillo y me alejé.. Lo que hicimos fue vergonzoso”. Wilkins, 9 veces All-Star, máximo anotador de la NBA en 1986 y miembro del Salón de la Fama, prosiguió en la misma línea: “Cuando acabó el partido salí del pabellón y volví a Atlanta. Nunca había vivido nada así en mi carrera”.
En esa jornada, tanto Harper como Wilkins jugaron menos minutos de los que disputaban habitualmente (aproximadamente 20). Por su parte, el pívot Elmore Spencer, el jugador que debía defender a David Robinson ese día, solamente estuvo los primeros cinco minutos del partido.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: