Gabriela Sabatini fue aquella joven entusiasta que, ya desde muy chica, demostró que tenía todo el potencial para transformarse en una de las mejores jugadoras de tenis de todos los tiempos. Y a pesar que nunca alcanzó la cima del ranking mundial, jugó mano a mano con históricas tenistas, esas que forman parte de una época dorada para la disciplina en su historia.
En ese grupo también estuvo Gaby, que con el paso del tiempo se transformó en una leyenda para el deporte argentino. Introducida en el Salón de la Fama del tenis en 2006, Sabatini marcó ya desde sus comienzos que iba a ser una tenista de elite. Tras completar una gran etapa como junior, se convirtió en la jugadora más joven en alcanzar una semifinal de un torneo de Grand Slam, cuando alcanzó dicha instancia en la edición de 1985 de Roland Garros con sólo 15 años y tres semanas de edad.
Con el paso de los años, Gabriela se asentó en el circuito de la WTA. Y en el 88 elevó su nombre en la consideración popular con actuaciones rutilantes. En aquella temporada ganó el primero de los cuatro torneos en el Abierto de Italia, en Roma, se coronó en el final del año cuando triunfó en el Masters y pudo batir por primera vez a su némesis deportiva, Steffi Graf. Ese también fue un año especial para Sabatini porque, por primera y única vez en su trayectoria, compitió en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
En un contexto mundial marcado por la Guerra Fría, más de 8.000 atletas de 159 países compitieron en Corea del Sur. Con sólo 18 años, la tenista argentina fue la abanderada de la delegación y fue la encargada de portar la bandera en el estadio Olímpico de la ciudad asiática. Tras superar a la yugoslava Sabrina Goles en la ronda inicial, Sabatini se encontró en octavos con la alemana Silvia Hanika, una rival accesible para ella, pero las más de cuatro horas que había jugado el día anterior en un partido de dobles junto a su amiga Mercedes Paz la pusieron contra las cuerdas. Perdió el primer set por paliza (1-6), pero logró recuperarse para ganar los dos parciales siguientes y avanzó de fase.
Una vez que venció a la bielorrusa Natalia Zvereva se aseguró una medalla y acto seguido superó en las semifinales a Manuela Maleeva, de Bulgaria, para luchar por el oro. En la final se encontró contra Graf, que dominó los puntos decisivos y se quedó con el título olímpico por un doble 6-3. Gabriela no pudo cortar la racha de 36 años de sequía para el deporte argentino sin ganar una medalla dorada desde aquella de los remeros Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero en Helsinki 1952, pero se subió a un podio que recordará por siempre.
Como ya había sucedido con la victoria en el Masters, Nueva York siempre fue un lugar especial en la carrera de Sabatini. Allí fue donde obtuvo la mayor conquista de sus 27 títulos: en 1990, cuando atravesaba uno de los mejores momentos de su carrera, Gaby superó a Steffi Graf por 6-2 y 7-6 en la definición del US Open para ganar lo que finalmente fue su único campeonato de Grand Slam en Flushing Meadows. "Desde el primer día pensé que iba a levantar la copa”, recordó varios años más tarde la tenista argentina sobre su logro inolvidable.
Esa no fue una temporada más para la hija de Beatriz y Osvaldo. En noviembre volvió a la Gran Manzana para disputar el torneo con las mejores del año y llegó a la final frente a Mónica Seles, en lo que significó el primer partido de cinco sets que se jugó en la historia del tenis femenino profesional.
Un año más tarde, en 1991, Sabatini quedó a un paso de transformarse en la número 1 del ranking mundial. Antes de disputar Wimbledon, Gaby había ganado cinco títulos: Tokio, tres en los Estados Unidos -Boca Raton, Hilton Head y Amelia Island- más el Abierto italiano en Roma. Es más, había alcanzado las semifinales de Roland Garros, pero su gran objetivo era llegar lejos en el césped de All England. Y así lo hizo. En lo que fue uno de sus 40 duelos en su carrera, estuvo a dos puntos de vencer a Graff para llegar a lo más alto del tenis femenino.
Tras perder el primer set por 4-6, se recuperó y ganó el segundo parcial (6-3). En el tercero y definitivo tenía ventaja y con su saque: estaba 5-4 al frente y el décimo game estaba 30 iguales, pero no pudo liquidar a la alemana y finalmente cayó 8-6. Tiempo después, Sabatini declaró que tuvo que haber tenido un poco más de coraje para terminar con el duelo a su favor, pero a pesar de la derrota, Gaby había demostrado su calidad para enfrentar en una superficie complicada a una de las mejores de todos los tiempos.
Gabriela Sabatini tuvo grandes momentos en su carrera que terminó el 24 de octubre de 1996 cuando anunció su retiro en su segunda casa, Nueva York. Con 27 títulos individuales y otros 12 en dobles, una de las mejores deportistas argentinas de la historia puede estar feliz. Y no sólo porque hoy cumple 50 años. Sino también por haber marcado a una generación y demostrarle que con esfuerzo, dedicación y trabajo se puede cumplir el sueño de su vida.
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