La emotividad de la ceremonia quedó en un segundo plano por la cantidad de público que se reunió en el estadio Gabino Sosa el sábado pasado, cuando se despidieron a los restos de Tomás Trinche Carlovich, emblemático futbolista de Central Córdoba y la ciudad de Rosario. Unas 2 mil personas se hicieron presentes (muchas de ellas sin barbijo e incumpliendo el distanciamiento correspondiente) y el hecho generó preocupación.
Quien tomó la palabra para explicar lo sucedido fue Eduardo Bulfoni, presidente del club charrúa, en Planeta 947: “Entiendo que quizás hubo un error pero hay que decir la verdad, no hubo nada planificado, no hubo órdenes de la comisión directiva ni nada. Estuvo abierta la cancha porque había gente que se acercaba a dejar flores, algún epígrafe, alguna bandera con nostalgia... Iban pasando y se iban”.
Vale la pena informar que hasta esta mañana, el ministerio de Salud informó que son 317 los fallecidos en Argentina por coronavirus, con un total de 6.278 contagiados y 1.862 recuperados. Rosario lleva 16 días sin casos positivos y la provincia de Santa Fe acumula 244 infectados por COVID-19 aunque 194 de ellos ya fueron dados de alta.
Un pedido espontáneo del hijo del Trinche fue lo que decantó en tal aglomeración: “El sábado por la mañana me avisaron que quería que el féretro pasara por la cancha. Me vestí y fui como hincha. Cuando dejé el auto cerca me sorprendí con la cantidad de gente que había. Ahí me dijeron de hacer entrar el coche fúnebre por otro portón para que entrara a la cancha y se fuera. ¿Usted sabe lo que hubiera sido si toda la gente entraba para tocar el féretro uno arriba del otro o que fueran todos al cementerio de Baigorria? Hubiera sido incontrolable”.
Bulfoni (72 años, paciente de riesgo) aseguró que el auto permaneció en el campo de juego por 3 ó 4 minutos, al cajón lo cubrieron con una bandera y le apoyaron una pelota, se cantó, se aplaudió, se realizó un pedido de justicia y ahí terminó todo. “Me encontré con eso y había que tomar una resolución. Si en algún momento alguien se siente lesionado le pedimos disculpas. Esto fue algo espontáneo. La pasión superó al razonamiento”, concluyó.
En sintonía con la nieta del Trinche, Bruno, hijo del histórico futbolista, hizo un pedido de justicia en diálogo con Super Deportivo de Villa Trinidad: “El dolor de que nos hayan matado al viejo, lo vamos a llevar toda la vida y quizás nos dé tranquilidad saber que ese animal que lo mató esté encerrado de por vida, así no le hace más mal a nadie”.
SEGUÍ LEYENDO