“Fue un Mundial importante, yo había estado en todo el proceso con la selección. Tristemente nos enfrentamos a Argentina y con el gol de Maxi nos eliminaron de un Mundial que pudo ser buenísimo para nosotros”. Oswaldo Sánchez se retiró hace seis años y es analista deportivo en la actualidad. Pero el recuerdo doloroso de la Copa del 2006 todavía está a flor de piel. En diálogo con Cultura del Gol, habló de aquel triste episodio.
Cuando le preguntaron si soñó alguna vez con el recordado tanto de volea de Maximiliano Rodríguez, reconoció: “Claro que sí, me pongo a pensar qué hubiera pasado si hubiera estado un paso atrás de mi posición y hubiera sacado esa pelota del ángulo. A lo mejor la historia de México hubiera sido diferente en ese Mundial. Pero el hubiera no existe, es para los perdedores y mediocres. Aquel gol fue el mejor gol de ese torneo y catalogado como uno de los mejores de todos los Mundiales. Así es esto”.
Aquel encuentro por los octavos de final de la cita mundialista de 2006 en Alemania depositó a Argentina en los cuartos y decretó la eliminación de los mexicanos. Sobre Maxi, Sánchez opinó: "Es humilde, de familia, de barrio, trabajador. En su momento dolió su gol pero nunca hubo nada personal contra Maxi, sí contra el fútbol o pensar por qué nos pasa esto justo en un momento muy importante. A veces toca ganar o perder".
El ex guardameta que formó su carrera en Atlas, América, Chivas de Guadalajara y Santos Laguna (siempre en suelo azteca) enumeró la cantidad de compañeros argentinos de alto nivel que tuvo: Hachita Ludueña, Matías Vuoso, Leo Rodríguez, Eduardo Berizzo, Ricardo Lunari y Darío Franco. “Los argentinos tienen un hambre diferente porque en su fútbol se paga poca guita y cuando llegan a México se quieren comer el mundo. Saben que puede ser un trampolín para llegar a Europa”, argumentó.
Y también fue elogioso con dos entrenadores albicelestes a los que considera los dos mejores que tuvo en su carrera por cuestiones particulares: Marcelo Bielsa y Ricardo La Volpe.
“Bielsa me hizo debutar en Atlas y me dijo que si me lo proponía podía ser el mejor arquero de México, algo que me alucinó y me motivó a luchar”, reveló. Y sobre el Bigotón rememoró: “Me respaldó como arquero titular durante todo el proceso (previo a Alemania 2006) y hubo un pasaje importante en mi vida en el que me dejó ir a sepultar a mi padre cuando falleció antes del Mundial”.
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