Es lunes por la noche. Daniela Cortés acaba de subir a sus redes sociales una serie de fotos y videos en los que muestra heridas en distintas partes de su cuerpo. Acusa a su pareja, el futbolista de Boca Sebastián Villa, de haberla agredido en reiteradas ocasiones. Inmediatamente, las integrantes de la agrupación Feminismo Xeneize activan una red para intentar dar con la joven y brindarle ayuda.
“(La denuncia) nos generó mucha angustia e impotencia en este contexto de pandemia. Nos comunicamos con las comisarías de la zona donde vive ella para tener información de si estaba sola o se encontraba con Villa luego de denunciar y, sobre todo, para saber si estaba siendo acompañada. Ella es de Colombia, está sola y convive con su agresor. Nos preocupó bastante su salud y su situación”, contó Jacinta, integrante de Boca es Pueblo y de Feminismo Xeneize.
Desde la agrupación hicieron hincapié en la integridad de Daniela y pusieron manos a la obra para intentar contactarla. Le escribieron por las redes y también acudieron a las personas que ella sigue. El objetivo primordial era expresarle su solidaridad y ponerse a disposición para hacer un acompañamiento en un momento realmente delicado para ella.
Un día más tarde, Daniela hizo la denuncia y Boca emitió un escueto comunicado. “Nos desilusionó”, sostuvieron desde Feminismo Xeneize. Consideraron, además, que el escrito -que no menciona el nombre de Sebastián Villa- “careció de perspectiva de género, no repudió la violencia de género ejercida por Villa y en ningún momento se solidarizó con Daniela”.
“Jugadores violentos en Boca, no!”, reza la bandera en la foto que la agrupación subió a su perfil en Instagram. Junto a este mensaje, sus integrantes compartieron su perspectiva, en la que recalcaron que “las instituciones deportivas todavía muestran dificultades para estar a la altura de las circunstancias” en cuanto a los casos de violencia de género. “Nuestro comunicado fue para presionar para que se hagan las cosas como nosotras creemos que se deben hacer”, dijeron a Infobae.
En Argentina son muy pocos los clubes que cuentan con protocolos para actuar ante casos de violencia de género. Boca estaba elaborando el suyo, pero la cuarentena obligó a frenar las reuniones del grupo de trabajo (que encabeza el Departamento de Inclusión e Igualdad del club y del cual Feminismo Xeneize es parte) y a dilatar su aprobación. “Consideramos que los protocolos contra la violencia de género son fundamentales para nuestro club y para todos los clubes de fútbol del país”, plantearon desde la agrupación.
Entonces, en ausencia de un protocolo que establezca pautas claras de acción, ¿cómo deben actuar los clubes ante una denuncia de violencia de género contra uno de sus jugadores?
“Debería separarse al jugador. Eso hoy no lo podemos ver materializado porque está todo frenado. También es necesaria la aplicación de la Ley Micaela (que establece capacitaciones en materia de género) dentro del club. Es fundamental -resaltaron desde Feminismo Xeneize- que se empiecen a generar herramientas para, si se tiene la voluntad política de erradicar la violencia de género en el fútbol, asumir estos compromisos de aplicar protocolos de acción. Los clubes tienen un rol social y queremos que también sean responsables de erradicar la violencia de género en el fútbol. Es muy necesario que estas capacitaciones se extiendan a jugadores, dirigentes, trabajadores y trabajadoras, que se haga de manera transversal, incluso a chicos y chicas de inferiores que se están formando como deportistas”.
Que “son cuestiones de pareja” (tal como dijo el futbolista de River Juan Fernando Quintero en un comentario en las redes sociales), que “Boca no puede perder un activo del club por un tema personal de un jugador”. Muchas son las frases que se repiten cuando un futbolista es denunciado por agredir a una mujer. Pero desde Feminismo Xeneize son tajantes: “En mucha situaciones se prefiere decir que son cuestiones del ámbito privado para hacer caso omiso, para mirar para el costado y para no hacerse cargo de que es una cuestión meramente social y cultural, y que todos y todas tenemos el compromiso de revertirlo. Nuestras vidas valen más que sus contratos, que la imagen de un jugador y que su carrera futbolística. Cuando se empiece a atender más a eso vamos a poder lograr una sociedad más justa y equitativa. Tiene que ver con la empatía”.
“Muchas veces nos enfrentamos a preguntas como ‘Qué tiene que ver esto con Boca’ y la verdad es que nos tienen que empezar a mirar. Nosotras formamos parte de Boca y nuestras reivindicaciones y reclamos también son Boca. Violencia de género es lo físico -como hoy pasa puntualmente con Villa-, pero también es que las mujeres ni siquiera seamos consideradas hinchas, que las futbolistas no sean reconocidas como tal o que ni siquiera seamos sujetas de disputa política dentro del club. Son escasos los lugares de toma decisión que tenemos las mujeres en los clubes a nivel nacional. Esa es otra muestra de violencia y de machismo dentro de las instituciones”, agregaron.
Si las mujeres están invisibilizadas en las diversas áreas de las instituciones deportivas, ¿cómo pretender que sus reivindicaciones y demandas sean tomadas en cuenta? La creación de agrupaciones feministas dentro de los clubes viene a poner un fin a esa tradición que dicta que los clubes son espacios vinculados exclusivamente a lo masculino. Feminismo Xeneize, espacio compuesto por integrantes de diversas áreas de la vida política de Boca, nació a mediados de 2019 bajo esa premisa, justo en el marco de la campaña electoral del club de la ribera.
Acompañar con sensibilidad y compromiso a una víctima de violencia de género es solo una de las tareas que se han puesto al hombro estas agrupaciones feministas que tejen redes entre los diferentes clubes con el objetivo de compartir experiencias y tomar aquellas acciones que hayan tenido un impacto positivo en una institución para replicarlas en otras.
Nucleadas en la Coordinadora de Fútbol Feminista sin Fronteras, las agrupaciones rompen también con otra lógica: esa que dice que los otros clubes (y sus hinchas) son enemigos, algo que fomenta -y reproduce- los actos de violencia. “El primer Encuentro Nacional de Mujeres del que participamos fue en Chaco en el 2017 y fue muy fuerte la vuelta porque es una instancia transformadora para todas las que asistimos. Ahí estábamos pibas con diferentes camisetas sin vernos como enemigas, que es lo que está naturalizado en el fútbol por la cultura del aguante. Volvimos tratando de reforzar los vínculos con hinchas de otros clubes, entendiéndonos como una solución para estos problemas”, concluyó Jacinta.
Las personas en situación de violencia de género pueden comunicarse a la línea 144 o vía WhatsApp a los números 11-2771-6463, 11-2775-9047 y 11-2775-9048 y por correo electrónico a linea144@mingeneros.gob.ar. La Línea 144 es gratuita y funciona los 365 días del año, durante las 24 horas y desde ella se abordan todos los tipos y modalidades de violencias tal como lo establece la Ley de Protección Integral a las Mujeres (Ley 26.485 de violencia física, psicológica, obstétrica, económica, laboral, institucional, mediática, política, entre otras).
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