Diego Cagna, campeón en Boca en los primeros dos ciclos de Carlos Bianchi en el club, dimensionó el valor que tuvo Carlos Tevez para el equipo en la temporada 2003, año en que alzaron la Libertadores, el Apertura y la Intercontinental frente al Milan en Japón.
“La vez que sentí que un jugador podía ganar solo un partido fue en 2003 con Carlitos en esa Copa. Sabíamos que siempre algo iba a hacer por más que lo marcaran uno, dos o tres rivales. Es reconfortante jugar con alguien así. Era ganador, guapo, la aguantaba, contra los centrales grandotes, sobre todo los brasileros, se encorvaba y no se la podían sacar”, recordó el Flaco en diálogo con TNT Sports.
Al mismo tiempo, el ex mediocampista que ganó 9 títulos con la camiseta boquense mencionó que tuvo la chance de jugar junto a Diego Maradona pero “lo agarré de grande, tenía una calidad bárbara pero ya no podía ganar un partido solo”. Y con Lionel Messi no tuvo la posibilidad de compartir plantel, por citar al otro argentino de igual características.
Sobre el Apache, admitió que le será costoso retomar la actividad tras el receso por el coronavirus (al igual que al resto de los jugadores) y deseó: “Ojalá lo podamos ver un rato más en las canchas, terminó muy bien el torneo, siendo el jugador que todos queremos que sea”.
El hoy entrenador de 50 años señaló a la final intercontinetal con el Milan como el mejor partido de su carrera por el nivel de experiencia y confianza que tenía y destacó cuál era la mayor virtud de Bianchi: “Manejaba muy bien los grupos y para un club grande hay que saber manejar a los jugadores que son importantes, pesados, de mucho nombre. No se te pueden descarrilar y eso él lo hacía muy bien”.
Por último, aseguró no haberse arrepentido de marcharse del Xeneize a fines del 99 pese a haberse perdido la chance de conquistar las Libertadores del 2000 y 2001: “Estaba convencido de irme y lo volvería a hacer. Si me decían que iban a ganar las copas, me quedaba. Pero en ese momento tenía el deseo de jugar en Europa y no había muchas chances. Carlos (Bianchi) y Mauricio (Macri) me quisieron convencer de quedarme, pero les agradecí y me fui”. Y añadió: “No entiendo a los jugadores que se van a Europa y vuelven. Hay mucha diferencia entre Argentina y España, que es donde estuve yo. Pero cada uno tiene sus necesidades”.
Sus diferencias con el entrenador del Villarreal Víctor Muñoz, al que calificó como el peor técnico que tuvo en su carrera, lo llevaron a rescindir su contrato. Tras un paso por el Celaya mexicano retornó a Boca: “Bianchi me preguntó si quería volver y le dije que con él iba a cualquier lado”.
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