“No se supo nunca y estuve a punto de jugar en Boca, pero no se dio”. La frase pertenece a una de las personalidades más destacadas del fútbol en las últimas décadas. Fue integrante del histórico Barcelona dirigido por Johan Cruyff y amargó a Argentina con la selección búlgara en el Mundial del 94 (marcó en el 2-0 de Bulgaria en el tercer duelo por la fase de grupos). Hristo Stoichkov dio detalles de la época en la que casi firma con el Xeneize.
En diálogo con Planeta 947, reveló: “Estuve cerca de jugar en Boca cuando era joven. Después del Barcelona tuve esa oportunidad pero decidí estar en Estados Unidos con mi familia y (la posibilidad) quedó ahí en el camino”. Fue a fines de los 90 cuando el exquisito zurdo ya había construido su carrera en el CSKA Sofia, Barça y Parma (también vistió las camisetas del Al-Nasr de Arabia Saudita, el Kashiwa Reysol japonés, el Chicago Fire y el DC United de Estados Unidos.
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Más allá de la chance frustrada, Stoichkov aseguró que “siempre estoy a gusto en Argentina, tengo muy buenos amigos y recuerdos, no solamente del Mundial 94, eso es lo de menos. La amistad no se compra”. Hoy reside desde hace años en Miami, donde se mudó junto a su familia.
El diálogo con su ejercitado español, producto de los años vividos en España, fue extenso e incluyó las menciones a jugadores argentinos destacados como Gabriel Batistuta (por quien viajará dentro de poco al país para grabar un documental), Abel Balbo y José Chamot. Mencionó al Vélez campeón intercontinental de José Luis Chilavert además de Boca y River y devolvió una respuesta ingeniosa cuando le preguntaron si prefería a Messi o Maradona: “A Romário. Fue el mejor centrodelantero del mundo. No hay mejor del mundo, somos todos iguales. No es justo comparar, cada uno jugó en diferentes épocas. Si elijo a uno dirán que quiero más a uno que al otro”.
Hristo, que se describió como un futbolista rebelde, de carácter fuerte, ganador, que no se rendía y siempre tenía la cabeza alta, y que ha hecho barbaridades en el fútbol, confirmó que está enemistado con Diego Armando Maradona: “Perdí un gran amigo, bah, él lo perdió. No sé si es consciente de los amigos que tiene cerca de él. Cuando tienes una amistad tan grande y se rompe de esta manera te duele y te salen lágrimas, piensas ‘coño, ¿qué he hecho para que pase esto?’. Me quedo con el recuerdo de cuando fui a su casa, los Mundiales, su homenaje en Buenos Aires en 2001. Me quedo con las cosas positivas. No es correcto criticar y decir cosas que no corresponden”.
Sobre la pérdida de la relación con el Diez, cerró: “Lo vi dirigiendo en México a Dorados y también en el campeonato de Argentina. La gente lo sigue queriendo, obviamente lo van a querer. Es un jugador que le dio mucho al fútbol pero una lástima. Él sabe y sabrá, yo no soy nadie para decir qué tiene que hacer en la vida privada. No me metó nunca ni me voy a meter”.
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