Fue el inicio de una era. La etapa dorada en la que José Pekerman acostumbró a los argentinos a ganar títulos juveniles. En el Mundial de Qatar se empezó a forjar un ciclo que se mantuvo durante más de una década, hasta que la AFA quebró el estilo que había trabajado el entrenador más exitoso que tuvo la Argentina en los últimos tiempos.
La estrella de la Copa del Mundo de 1995 comenzó a bordarse en el Sudamericano de Bolivia, cuando el equipo cayó en su último compromiso ante Brasil y se quedó con la espina en el ojo de lo que hubiera significado un torneo perfecto, con vuelta olímpica incluida. “Nadie pensaba que íbamos a lograr algo. Argentina venía de estar suspendida y no teníamos nada a favor”, reflexionó a la distancia Sebastián Pena, uno de los referentes de aquel equipo en diálogo con Infobae.
Tomatito aún recuerda las charlas de Pekerman y se enorgullece de haber conformado un plantel que formó los cimientos del éxito a través de la humildad y el sacrificio. El cuerpo técnico trabajó mucho en evitar repetir el escándalo de 1991, cuando Mostaza Merlo era el entrenador de un grupo de jóvenes que se despidió del Mundial de Portugal con un escandaloso episodio de violencia, lo que provocó la sanción para la Selección que hasta ese momento contaba con la única alegría que le había dado Diego Maradona en la edición de Japón ‘79. “Cuando empezó el ciclo con el Sudamericano, Argentina venía de ser suspendida por un tema de Fair Play y José hacía mucho hincapié en el comportamiento y la presencia. Nos hacía entrenar con la camiseta dentro del pantalón y las medias altas porque teníamos que tener una buena conducta. No era nada militar, que se entienda, éramos la selección argentina y teníamos que cambiar la imagen que había tenido por estar suspendida”, recordó el ex central.
Los nervios del debut se disiparon luego de la victoria por la mínima diferencia ante Holanda. “Fuimos los primeros en llegar a Qatar y los últimos en irnos. Se hablaba que los candidatos eran Brasil, Portugal y España”, aseguró el ex defensor, quien destacó que la derrota ante el combinado lusitano en la segunda fecha “fue totalmente inmerecida”. “Ese fue un partido que como mínimo teníamos que haber empatado porque tuvimos muchas chances para ganar. La realidad es que los 4 mejores llegamos a semifinales”, argumentó.
El triunfo por 4 a 2 contra Honduras depositó a la Argentina en los cuartos de final. “Ahí nos sacamos de encima a Camerún, que era un equipo de hombres duros. Eran unos animales grandotes que nos mataban”, repasó Tomatito con una infidencia que generó risas en el vestuario: “Había chicos que no se aguantaban el olor de la transpiración de los rivales”.
“Fue una película, porque llegamos a la final después de eliminar a España (3-0), que tenía un equipazo. Tenía superestrellas como Raúl, De La Peña, Michel Salgado, Morientes… eran cracks que ya jugaban en el Real Madrid o el Athletic de Bilbao. Superar a ese equipo y después ganarle a Brasil fue una película hermosa”, sintetizó.
Se cumplen 25 años de aquella hazaña. De las risas que provocaban las bromas del Caño Ibagaza, con la complicidad de Panchito Guerrero. De la tranquilidad que transmitía Andrés Garrone o el fastidio que se agarraba el propio Pena, porque desde joven ya tenía pocas pulgas.
Aquellas conversaciones que mantenía en la concentración con Juampi Sorín o su compañero de habitación Gastón Pezzuti permanecen en la memoria nostálgica del ex defensor de Argentinos, River e Independiente, entre otros. “Siempre se va hablar de ese título, porque fue el primero de Pekerman y se dio en un momento en el que Argentina venía de un tiempo largo sin lograr nada en las juveniles. Cada participación en un torneo se presentaba con muchas dificultades de ganarlo”, explicó Tomatito.
Según su mirada, ese campeonato “fue el punto inicial de muchísimas cosas”. “Hoy en día el que va a la Sub 20 ya está afianzado en Primera División. A partir del ‘97 o el ‘99 ya eran todos profesionales. Ni hablar del Mundial del 2005, donde estaban Messi y Agüero juntos, o el del 2001, que tenía a todas figuras en sus equipos con uno o dos años en Primera”, reflexionó con un argumento basado en las diferencias que se establecieron en el tiempo: “Nosotros en ese momento éramos todos amateurs, salvo Sorín o Biagini que ya tendrían 10 partidos en Primera, el resto éramos todos de inferiores. En los torneos siguientes eso cambió, porque después de haber ganado ese Mundial le empezaron a dar mayor importancia a los chicos”.
A dos décadas y media del título que cambió la historia de las juveniles de la AFA, Sebastián Pena asegura que “Pekerman es un técnico muy completo”. “Era formador fuera de la cancha y estratega dentro del campo. Tenía un cuerpo técnico extraordinario, porque nosotros hablamos de José, pero detrás de él estaban Hugo Tocalli, el profe Salorio, Raúl Lamas, el médico Tucho (Villani), el utilero Camilo Peralta. No hay que olvidarse de nadie porque fue un sacrificio de todos”, aseguró el ex defensor.
Una de las razones del éxito fue gracias a la unión del grupo. “Nunca hubo una pelea, ni un roce. Me acuerdo que el único punto negativo de ese Mundial fue la lesión de Diego Crosa, que nos provocó mucha tristeza porque no pudo levantar la Copa con nosotros en Qatar”, destacó con el orgullo que le representa haber sido uno de los protagonistas que conformaron el “inicio de la era Pekerman”. “No sé si fuimos los mejores, pero fuimos los más importantes”, aseguró.
El hecho de que los jugadores todavía se mantengan en contacto a través de un grupo de WhatsApp refleja la conexión que hay entre los campeones del ‘95. “Si bien cada uno siguió su vida y formó su familia, con sus viajes, sus concentraciones y los cambios de equipo, en el chat cada tanto nos escribimos. Sobre todo en los cumpleaños”, reconoció.
El destino los llevó por caminos separados. Algunos incursionaron en los medios de comunicación, otros se probaron en el rol de entrenador, varios se instalaron en el exterior… pero las distancias no separan los recuerdos que arrojó aquella hazaña vestida de celeste y blanco. En la memoria del plantel todavía permanecerá la sorpresa que se llevaron cuando fueron a la ceremonia de cierre al hotel con forma de pirámide o del aliento continuo que se brindaban a diario cuando se propusieron ganarle a cualquier rival que se le ponga enfrente. “Fue lo más preciado que logramos. Es algo que quedará para siempre, porque nadie daba nada por nosotros y logramos algo histórico”, concluyó.
El plantel campeón del mundo Sub 20 Qatar 1995:
Joaquín Irigoytía, Gastón Pezzuti, Sebastián Pena, Federico Domínguez, Gustavo Lombardi, Juan Pablo Sorín, Diego Crosa, Cristian Díaz, Mariano Juan, Germán Arangio, Guillermo Larrosa, Ariel Ibagaza, Andrés Garrone, Julio Bayón, Walter Coyette, Francisco Guerrero, Leonardo Biagini y Raúl Chaparro.
La campaña:
Holanda 1-0 (Garrone)
Portugal 0-1 (Dani)
Honduras 4-2 (3 de Pena e Ibagaza para la Argentina - Guevara y Medina para los hondureños)
Camerún 2-0 (Guerrero y Coyette)
España 3-0 (Biagini, Coyette y Chaparro)
Brasil 2-0 (Biagini y Guerrero)
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