“Nos sentimos seguras en Argentina, nos da miedo lo que pasa en nuestro país”: la preocupación de las jugadoras estadounidenses de River por la crisis del coronavirus

Vanessa Penuna y Jordan O’Brien conviven en una casa de Núñez y enfrentan el temor por la situación de sus familiares en el país con mayor cantidad de contagios del mundo. Se entrenan con sus compañeras de equipo por videollamada y pasan sus días entre series de Netflix, recetas de cocina, meditación y rezos

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Vanessa Penuna y Jordan O'Brien nacieron en Estados Unidos, son futbolistas y juegan en River
Vanessa Penuna y Jordan O'Brien nacieron en Estados Unidos, son futbolistas y juegan en River

Las noticias que llegan a través de los distintos medios de comunicación son aterradoras. En los últimos días, Estados Unidos se convirtió en el país más afectado por el coronavirus. Más de 700 mil personas se han contagiado y ya se han superado las 40 mil muertes. Vanessa Penuna y Jordan O’Brien, jugadoras de fútbol de River, leen estos datos con preocupación. Ellas cumplen con la cuarentena obligatoria en Argentina, pero temen por sus familiares y amigos que están a miles de kilómetros.

Las dos futbolistas estadounidenses viven en una casa del barrio de Núñez, ubicada a solo cinco minutos del estadio Monumental. Allí cada una alquila una habitación y tienen un parque para hacer sus trabajos físicos. Hace más de un mes que solo salen a la calle para hacer las compras. Ver las caras conocidas de los trabajadores de los comercios cercanos son un aliciente para mantener el buen humor y la actitud positiva.

Sus días pasan entre las sesiones de entrenamientos que les envían desde el club y las series que miran en Netflix. Cada una ha encontrado, además, sus propias formas de canalizar la ansiedad que genera el encierro. Vanessa lee la biblia y reza, mientras que Jordan practica meditación, yoga y pilates. A esas actividades le han sumado también un nuevo hobbie: la cocina.

“Antes cocinaba, pero ahora estoy disfrutando el proceso porque no estamos apuradas. Lo disfruto mucho, es como meditar. Busco recetas en Instagram o en una aplicación que se llama Tasty. El gran desafío es poder cocinar saludable. El tema es que nunca sigo las recetas: a veces salen terribles, pero a veces lo hago muy bien y quedo muy sorprendida”, cuenta Jordan, quien tiene 27 años y que antes de llegar al Millonario jugó en clubes de Suecia, Islandia y Noruega.

Jordan tiene 27 años y antes jugó en países como Suecia, Islandia y Noruega (Prensa River)
Jordan tiene 27 años y antes jugó en países como Suecia, Islandia y Noruega (Prensa River)

En los primeros días de aislamiento, las futbolistas no tenían pelota. Con el correr de los días lograron conseguir una y así pueden descargar algo de la ansiedad que les genera estar lejos de las canchas. Cuando en la videollamada en la que responden las preguntas Infobae se les pide que indiquen con un número del 1 al 10 cuánto extrañan jugar un partido, responden con un grito al unísono: “¡Mil!””.

Aunque la vuelta del fútbol es un tema importante, la mayor preocupación de las jugadoras pasa por la situación que se vive en su país. Ambas celebran las medidas que se han tomado en Argentina para frenar el avance del coronavirus y ven con temor lo que ocurre en Estados Unidos, donde las restricciones no son tan estrictas.

“Me siento súper segura acá. Argentina ha manejado la situación muy bien. El miedo que siento es por los Estados Unidos y por cómo lo están manejando ellos. Quiero que mi familia esté bien. Eso es lo que me asusta, porque no hay muchas restricciones y el virus continúa expandiéndose. Eso es duro”, planteó Jordan, cuyos padres viven en Garden Grove, una localidad al sur de California, y siguen yendo a trabajar todos los días. El mayor temor de la mediocampista pasa por su abuela, con quien habla frecuentemente. La mujer ha estado aislada todo este tiempo y esto le trae cierta tranquilidad. “Mi familia está bien y estoy muy agradecida”, dijo con alivio.

Jordan y su abuela, con quien habla todos los días
Jordan y su abuela, con quien habla todos los días

Tanto en Los Ángeles como en San Francisco no hay una cuarentena obligatoria, sino que hay una recomendación oficial a los ciudadanos de quedarse en sus casas. Aunque los parques y los espacios públicos están cerrados, las personas pueden salir, andar en bicicleta y correr, siempre manteniendo la distancia y las preocupaciones del caso. Estas medidas se extenderán, en principio, hasta el 6 de mayo.

“Lamentablemente, veo por las redes sociales a muchos de mis amigos juntándose en grupos de cinco o seis, y uno no sabe dónde han estado todas esas personas. Creo que en Estados Unidos no están tomando el tema seriamente como aquí”, consideró Vanessa.

La familia de la mediocampista vive en Fresno, también en California. Su madre (de ascendencia cubana) es extraccionista y trabaja en un establecimiento en el que saca sangre a las personas. Antes iba todos los días, pero ahora solo concurre cuatro veces por semana debido a que ya no va mucha gente a atenderse. Su padre es ingeniero civil e inicialmente fue considerado un trabajador esencial, pero por estos días se está quedando en su casa.

“Cuanto más estrictos sean, menos tiempo de cuarentena se necesitará. Yo creo que ya veían lo que estaba pasando en Europa, pero recién cuando llegó a Estados Unidos lo tomaron en serio. Hoy no se sabe cuántos casos asintomáticos hay, sin embargo las personas siguen saliendo a la calle, mis amigos siguen juntándose. Esos chicos después vuelven a sus casas, donde están sus padres mayores…”, manifestó con honda preocupación Vanessa, cuya familia fue tocada de cerca por el COVID-19: hace algunas semanas, un primo de su mamá murió en Nueva York a causa del virus.

Vanessa junto a su mamá, de origen cubano
Vanessa junto a su mamá, de origen cubano

Estar lejos de sus casas y de sus familias en estos tiempos tan complejos ha sido el mayor reto emocional para las jugadoras. El apoyo mutuo ha sido clave para sostenerse y mantener la vista puesta en el futuro. “Hay días en los que le digo a Jordan ‘Esto es difícil, me siento triste, quiero irme a mi casa, quiero correr’. Y ella me responde: ‘Está todo bien, quedate tranquila’. Y al otro día viene ella y me dice todas esas cosas (risas), así que nos balanceamos”, destacó la nacida en Fresno, y su compatriota agregó: “Tener a Vanessa aquí hace todo más fácil. Si ella no estuviera aquí, estaría en un lugar muy oscuro”.

La cuarentena obligatoria comenzó en Argentina el pasado 20 de marzo. El fin de semana previo, River decidió que los equipos de fútbol -tanto el masculino como el femenino- no se presentaran en sus respectivos partidos para garantizar el cuidado de la salud de las y los jugadores.

“Nuestro club fue el primero en cerrar y eso me hace valorarlo mucho más. River sentó su posición y tanto los varones como las mujeres perdimos los puntos por no presentarnos, pero eso valió la pena porque fue por nuestra salud”, reconoció Vanessa, que no tiene más que palabras de agradecimiento para la entidad Millonaria. “Aunque estamos lejos de la familia, las cuatro horas que pasábamos en el entrenamiento o en el estadio eran como estar en casa, con nuestra otra familia. Esto incluye a los empleados del club, a los de la cafetería, todo eso se valora y lo extraño mucho”, indicó. Jordan asintió y continuó: “Estamos aquí por River, para jugar. Hoy una aprecia lo que tenía y se pregunta,’ ¿Ahora qué me va a traer alegría?’”.

Tanto Vanessa como Jordan llegaron a RIver a mediados de 2019, con el comienzo de la profesionalización del fútbol femenino en Argentina. Ambas pasaron una prueba y fue el entrenador Daniel Reyes el que dio el visto bueno para que se quedaran. Tras casi un año de trabajo y partidos (River ocupa la cuarta posición y está clasificado para la Zona Campeonato en la que luchará por el título), han conformado un grupo muy unido con sus compañeras.

Vanessa Penuna en acción en un partido ante UAI Urquiza (@RiverPlate)
Vanessa Penuna en acción en un partido ante UAI Urquiza (@RiverPlate)

Entrenamos todas juntas por Zoom tres veces por semana y tenemos un día de videoanálisis. Nos aseguramos de que todas estemos bien. Además del grupo de Whastapp con el cuerpo técnico, tenemos uno en el que estamos solo las 23 jugadoras. Hay veces que estamos en videollamadas con nuestras familias y las notificaciones no paran de llegar. Cuando abrimos el chat, hay cientos de mensajes, ¿cómo es posible que se hable tanto en tan poco tiempo”, contaron entre risas. ‘

La cuarentena obligatoria se extenderá, al menos, hasta el próximo 26 de abril. Jordan y Vanessa son conscientes de que el fútbol no volverá pronto, pero confían en que “esto va a pasar” y se ponen una meta cada día para sostenerse emocionalmente.

“Creo que después de esto todos vamos a apreciar la libertad y el hecho de poder salir, sobre todo en Argentina por las restricciones que hay hoy. También habrá más conciencia sobre la importancia del lavado de manos o el uso alcohol en gel. No creo que las personas se toquen tanto”, reflexionó Vanessa, y rió al pensar en esa tendencia de los argentinos a besarse y abrazarse con frecuencia. “Habrá un cambio en la actitud, apreciaremos más lo que tenemos”, completó.

En esa misma línea, Jordan concluyó: “Valoraremos más las relaciones y el tiempo con la familia. A veces una tiene un mal día y ni siquiera quiere ir a entrenar, pero ahora voy a valorar cada día la oportunidad de poder ir a practicar”.

Vanessa -en la fila de abajo, la segunda desde la izquierda- y Jordan -arriba, la primera desde la derecha- son dos de las estrellas del plantel de River (@RiverPlate)
Vanessa -en la fila de abajo, la segunda desde la izquierda- y Jordan -arriba, la primera desde la derecha- son dos de las estrellas del plantel de River (@RiverPlate)

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