En diciembre pasado Jorge Amor Ameal fue electo presidente de Boca después de desplazar al oficialismo de Christian Gribaudo e imponerse ante la otra lista opositora de José Beraldi. Tras las urnas, este último optó por el silencio hasta ahora. En diálogo con Pasión Azul y Oro (Radio Génesis) le apuntó a Juan Román Riquelme y la nueva comsión directiva.
“Estoy feliz de que Miguel Ángel Russo haya venido a Boca, fui el primero en decir que venga y me da risa que esta dirigencia cargue con ese triunfo. Ya estaba todo hablado, si ganábamos el técnico iba a ser él”, expresó Beraldi, que en diálogo con Infobae antes de los comicios había deslizado que tanto Russo como Martín Palermo eran los apuntados como DT si triunfaba.
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Más tarde, brindó detalles de su acercamiento con Riquelme: “Teníamos todo arreglado con él. Hablamos de técnicos, jugadores, de todo. Román es grande para dejarse influir. Hay cosas que son inaceptables, yo no acepté y él eligió otro camino”. Y disparó: “No me tomaría un café con él. Amo a Boca y respeto a la hinchada pero jamás haría eso porque tengo principios y eso no se negocia”.
El empresario del transporte opinó que las elecciones la definieron los votos de “los pibes al ídolo” y cerró el tema: “Voy a seguir respetando a Román ídolo de Boca, vivimos muchas cosas exitosas juntos. Pero después de lo que ha pasado, quedé molesto aunque mi molestia no afecta a Boca. Él estuvo más cerca mío y el final de la película terminó mal”.
Al único de los que asumió en 2020 en el Xeneize y Beraldi alabó fue a Blas Armando Giunta, quien jugó a su favor en las elecciones pero luego fue incorporado por el Consejo de Fútbol liderado por Riquelme para manejar las inferiores junto al Mono Navarro Montoya: “Estoy feliz de que haya vuelto. Me mostró gratitud, hombría y se lo merece”.
Los que también fueron blanco de las críticas de Beraldi fueron el Patrón Bermúdez (integrante del Consejo de Fútbol) y Sebastián Battaglia (DT de la Reserva): “Quedó muy mal la relación con ellos. Me pusieron condiciones que acepté y desaparecieron 15 días antes de que Román se postulara. Nunca más tuvimos novedades. El que me falla no tiene apellido”.
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