En junio de 2011 Marcelo Gallardo jugó su último partido como futbolista profesional con la camiseta de Nacional de Montevideo. Y prácticamente no hizo duelo porque tomó la posta como entrenador del conjunto uruguayo con el que se consagró en el banco en la temporada 2011/2012. Luego hubo un bache de dos años en los que su incipiente carrera de técnico se estancó. Se frustró por la falta de posibilidades y hasta llegó a creer que jamás iba a ganarse un lugar en el fútbol argentino. Así lo reveló un ex compañero suyo en River.
“Marcelo tenía algunas propuestas de la B Nacional, pero no lograba enganchar nada. Y antes de que agarrara River en 2014 me dijo: ‘Nosotros no vamos a dirigir nunca acá’”. La frase es de José Luis Villarreal, hoy entrenador del Miami FC de Estados Unidos y quien a mediados de los 90 compartió vestuario millonario con un joven Muñeco.
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Gallardo lucía desanimado y tuvo su argumento para compartir esa frase: “Villa, nosotros somos así, no andamos en la joda, no ponemos plata abajo de la mesa”. En ese momento Villita le contestó: “Puede ser, somos transparentes, genuinos”. Además, compartió otra reflexión: “Si nosotros nos portamos bien, ¿por qué nos va de esta manera y a otros de otra? ¿Hay que poner plata abajo de la mesa para dirigir? ¿Hay que ser corrupto? Algunos pareciera que no dirigen por capacidad, laburan los que en realidad no laburan”. Cuentan que justo cuando su representante estaba por acordar su llegada a Newell’s como entrenador, Enzo Francescoli lo llamó para firmar en River y ahí arrancó su glorioso ciclo como DT.
Hubo un reencuentro entre Gallardo y Villarreal en Estados Unidos, cuando el cordobés dirigía al Jacksonville Armada y el Millonario viajó para hacer su pretemporada en Fort Lauderdale: “Nos cagábamos de risa con el Muñeco. Recuerdo que me invitó a comer, pero yo por vergüenza no quise quedarme. D’Alessandro y Ponzio tuvieron la humildad de venir a saludarme. Dos señores, la verdad. Hablábamos de fútbol y teníamos pensamientos parecidos, nos gustan los equipos dinámicos. Él tuvo la fortuna de poder mostrarlo ahí y yo todavía no pude. Tenemos muchas cosas en común con él, pero trato de no joderlo ni de invadir”.
Pese a la diferencia de edad (Gallardo es 10 años más joven que Villarreal) se asemejaron también por ser frontales. “A mí eso me juega en contra, nunca aprendí a jugar ese juego. Por eso creo que es difícil que dirija en Argentina. Ahora sé que me tengo que callar algunas cosas, pero siempre fui así”, le contó Villita a Infobae. Y recordó al Muñeco en sus inicios: “Se lo veía un chico callado, con unas condiciones futbolísticas extraordinarias. A mí me encantaba. No se notaba que iba a convertirse en este monstruo, pero se lo veía pensante, prolijo. Y ahora lo veo más aplacado a la hora de declarar”.
Su buena relación se mantiene hasta la actualidad: Gallardo, al igual que el Maestro Tabárez (dirigió a Villarreal en Boca), le firmó una carta de recomendación antes de acordar su arribo al fútbol norteamericano.
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