Cuando un futbolista deja un buen recuerdo en un club, es muy fácil que los hinchas pidan por su vuelta. Ese clamor se refuerza aún más en los momentos difíciles. Augusto Fernández es uno de esos casos de jugadores muy identificados con un equipo, pero que nunca volvió a vestir esa camiseta. A los 34 años, el mediocampista decidió revelar por qué no se produjo ese regreso a River, la institución que lo formó como profesional, y que lo catapultó a Europa y a la selección argentina.
“Muchos critican porque no volví a River. ¿Se piensan que es tan fácil? En el fútbol no podés hacer lo que querés, cuando vos querés. No es como si fuese la casa de tu mamá, que entrás cuando querés. Cuando estás en un club y tenés un contrato, ¿cómo hacés para irte?”, dijo el jugador en una entrevista que le hizo el periodista Sebastián Srur a través de Instagram.
Fernández reveló que, en realidad, tuvo un acercamiento al Millonario en el 2010, pero que desde el club le cerraron las puertas. “Cuando volví de Francia, lo primero que hice fue hablar con River porque crecí ahí. No voy a dar nombres, pero no me dieron bola y me fui a Vélez porque me manifestó su interés. A veces no se puede o no se da por ciertas circunstancias”.
“En ese momento River tenía una deuda enorme conmigo y eso me trajo problemas con el fisco. Jugué dos años en Vélez, me fui al Celta de Vigo y todavía seguía esa deuda. Mucho me decían que le hiciera juicio al club, pero yo a River fui a los 11 años. Ahí fui a la escuela, viví en la pensión, soy hincha, y eso me parecía muy fuerte. Jamás le hice juicio ni me terminaron de pagar toda la deuda. Yo nunca reclamé nada. No lo digo para vender humo, no lo necesito, ya estoy en el final en mi carrera”, agregó.
Tras terminar su contrato con el Beijing Renhe de China, Fernández está sin club y no descarta la posibilidad de volver a jugar a la Argentina. Sin embargo, es consciente de que el regreso a River hoy es casi imposible.
“No creo que River me llame. Tengo que ser realista, no le voy a poder aportar más que lo que aportan Enzo Pérez o Leo Ponzio. Son emblemas. No creo que yo sea necesario hoy para River. Ellos están asentados, se lo ganaron y están muy bien”, valoró.
La única conexión que el mediocampista tiene hoy con la entidad de Núñez es como hincha. Consultado sobre cómo vivió aquella final de Copa Libertadores que el equipo de Marcelo Gallardo le ganó a Boca en Madrid, recordó: “Estaba en México de vacaciones, en la pileta del hotel. Estaba sentado con mi mujer y mis hijos mirando el partido, grité como un loco y me miraba todo el mundo. Insultaba, saltaba, gritaba. Ahí se le pegó a mi nene el ser hincha de River y es fanático de (Juan Fernando) Quintero”.
El pico máximo en la carrera de Augusto llegó cuando fue convocado por Alejandro Sabella para la selección argentina en el Mundial de Brasil 2014. Sin embargo, al futbolista le quedó una “espina” de esa experiencia: “Tenía la alegría por haber ido, pero el sabor amargo de no haber jugado. Igual, no tengo nada que reprochar. Un tiempo antes sufrí un esguince en una rodilla y llegué con lo justo. Yo me sentía bien, pero seguro Alejandro no me vio al 100% y en un Mundial no podés poner a un jugador que está al 70 u 80%”.
En Madrid, donde reside y a donde irá a vivir una vez que termine su carrera, Augusto Fernández cumple con la cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus y entrena todos los días, a la espera de una oportunidad para volver a jugar al máximo nivel.
“Yo sigo siendo jugador de fútbol, pero no sé a dónde voy a ir a jugar. En junio, cuando pase todo esto, retomaré el ruedo porque todavía estoy bien. Tengo 34 años, pero actitudes de uno de 25”, concluyó.
SEGUÍ LEYENDO: