Cada plantel es un mundo aparte, con sus características y sus particularidades. El de River se caracteriza por su espíritu competitivo, el perfil bajo y la unidad: antes de la pandemia del coronavirus, era frecuente que los futbolistas compartieran cenas o asados ajenos a la rutina del equipo. Y algunos jugadores hasta llegaron a irse juntos de vacaciones con sus familias, como Jonatan Maidana, Javier Pinola y Lucas Martínez Quarta en enero de 2019 en Punta del Este, luego de la obtención de la Copa Libertadores 2018 ante Boca, en Madrid. Ante la cuarentena obligatoria, hoy el grupo tiene dos maneras de contactarse de un modo más directo: a través de la aplicación con la que realizan sus entrenamientos domiciliarios divididos en tres grupos y mediante el grupo de Whatsapp que comparten.
El chat telefónico, en este caso, fue testigo de la postura que decidió adoptar el plantel en las últimas horas ante las rebajas salariales que aceptaron distintos clubes en el mundo, tales los casos de Barcelona en España, Juventus en Italia, Bayern Múnich en Alemania y Racing, el único de la Argentina que ya comunicó la medida de manera oficial.
Si bien los dirigentes de River no les realizaron ningún pedido formal para que se rebajen los sueldos, el plantel tomó nota de lo que está ocurriendo en el mundo y ya tiene una decisión tomada para plantearle a la Comisión Directiva: no aceptarían una rebaja salarial pero sí una financiación de sus haberes.
“Nosotros estaríamos dispuestos a cobrar más adelante un porcentaje de nuestros sueldos. Financiar, no recortar”, dijo, en diálogo con Infobae, uno de los referentes del plantel capitaneado por Leonardo Ponzio.
Los dirigentes de River no recibieron una comunicación formal de la decisión de los futbolistas, pero a través de allegados ya saben cuál es la postura del plantel.
Las estrecheces económicas de River son conocidas y se ven reflejadas en el resultado del último balance, con un pasivo de 3.998.735.404 millones de pesos. Los dirigentes del club relativizan la situación al afirmar que con la venta de dos futbolistas el problema dejaría de ser tal, pero la realidad es que ante la incertidumbre que genera la pandemia del coronavirus todavía no se sabe si en el mercado de pases de junio se producirán esas transferencias que necesita la tesorería del club.
Ante este escenario, River es uno de los clubes argentinos que ya le solicitaron a la Conmebol un adelanto del 60% del dinero que les corresponde por su participación en la fase de grupos de la Copa Libertadores: de los 3.000.000 de dólares a cobrar, el club de Núñez recibirá en los próximos días 1.600.000 dólares. El otro club argentino que le solicitó un adelanto a la Conmebol es Independiente, que cobrará 225.000 dólares por su participación en la Copa Sudamericana. Fue la propia Conmebol la que anunció el 26 de marzo su disposición a prestar esa ayuda a los clubes de todas las federaciones que participan de la Libertadores y de la Sudamericana ante las dificultades económicas que generará –o agudizará– el brote de coronavirus.
Ese dinero le servirá a River para asumir distintos compromisos, como una cuota de 320.000 dólares del pase de Matías Suárez que le adeuda a Belgrano de Córdoba del mes de febrero. El próximo viernes se vencerá la última cuota del pase del delantero, de 550.000 dólares. Y el 30 de junio River le deberá pagar 743.000 dólares a Godoy Cruz de Mendoza de la última cuota del pase del lateral Fabrizio Angileri.
Además, River debe hacerle frente todos los meses al pago de los sueldos de los 750 empleados que tiene en planta permanente, que se transforman en 1.400 si se suman los docentes que trabajan por hora o por jornada en el Instituto del club y a los encuadrados en la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDyC) que lo hacen los días de partidos en el Monumental (el último encuentro que jugó el equipo fue ante Binacional, de Perú, el 11 de marzo por la Libertadores).
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