El juvenil de Boca que invierte sus viáticos para ayudar a los más necesitados durante la pandemia: “Sé lo que es irse a dormir con la panza vacía”

Facundo Aranda, delantero de la Reserva xeneize, colabora con la gente de su barrio en González Catán para combatir al coronavirus

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Cae la tarde en el barrio Los Ceibos de González Catán en la provincia de Buenos Aires y Facundo repiquetea sobre una escalerita horizontal, sube y baja de un step y mueve una rueda de camión para hacer fuerza de brazos. De pronto la rutina física que realiza en el gimnasio que montó en el patio de la casa de su abuela, donde vive junto a sus padres, se ve interrumpida porque le llama la atención algo que sucede en la calle. La Policía detiene a un hombre y un niño que buscaban comida sobre un carro arrastrado por un caballo en plena cuarentena.

—Señor, no puede circular por la calle. Debe permanecer en su casa por el aislamiento obligatorio.

—Pero me estoy cagando de hambre en mi casa... ¿cómo querés que coma si no salgo a trabajar?

La respuesta del hombre, con lágrimas en los ojos, le tocó el corazón. Fue entonces que Facundo se metió en su hogar, revolvió cajones y alacenas, cargó en una bolsa paquetes de arroz, fideos, azúcar y lo que halló a mano, y se lo entregó al efectivo para que lo liberara. Ahí la cabeza le hizo un clic.

Facundo Aranda es un jugador de 20 años de la Reserva de Boca que conoce bien lo que es la marginalidad por haber crecido a la altura del kilómetro 32, donde hay muchas familias que padecen hambre todos los días. Y no por la circunstancia de turno que ataca a toda la población (coronavirus). Allí la mayoría gana el pan día a día y el aislamiento los dejó prácticamente atados de pies y manos. Hacen changas, empujan carros y algunos piden: todo sea por llenar el plato al menos una vez al día.

El delantero de la Reserva boquense junto a sus padres después de jugar un partido en las juveniles
El delantero de la Reserva boquense junto a sus padres después de jugar un partido en las juveniles

“Cuando era más chico yo pasé muchas de estas cosas. Yo me he ido a dormir sin un plato de comida y no sabés qué feo se siente. O despertarte y no tener nada para comer. Hoy no me hace falta un plato de comida pero a mucha gente sí, por eso trato de ayudar a todas las personas que estén pasando un mal momento económico”, le cuenta a Infobae este delantero que ya trabaja en el equipo dirigido por Sebastián Battaglia en el Xeneize y se dio el lujo de formar parte de varios entrenamientos con el plantel profesional.

Ojo, a la familia Aranda no le sobra el dinero. De hecho los papás de Facundo están desocupados y él aporta el viático que cobra de su representante, ya que aún no firmó contrato con la institución. La colaboración se gesta desde lo económico pero nace exclusivamente desde el corazón. Lo que se tiene, por mínimo que sea, se comparte. Ese parece ser su lema.

El chico que arrancó jugando al fútbol en Deportivo González Catán a los 4 años y mostró sus condiciones durante una temporada en Sportivo Italiano ya lleva cinco años en Boca, donde cumplió un sueño. El captador de talentos Diego Mazzilli lo divisó dentro de un selectivo de más de 2.000 chicos en el que fue apuntado junto a otros cinco jugadores (él fue el único de Buenos Aires). El club llegó a un acuerdo con el Tano y finalmente fichó para la entidad azul y oro.

Rosa y Claudio tienen capacidades diferentes, viven solos y recibieron la colaboración de Facundo: "Con mi familia y algún amigo que pudo unirse a esta batalla estamos ayudando con todo lo que podemos a las familias que más están sufriendo en este momento tan difícil"
Rosa y Claudio tienen capacidades diferentes, viven solos y recibieron la colaboración de Facundo: "Con mi familia y algún amigo que pudo unirse a esta batalla estamos ayudando con todo lo que podemos a las familias que más están sufriendo en este momento tan difícil"

Casualmente, mientras llevaba a cabo las tareas que le encomendó el cuerpo técnico de la Reserva, su cabeza se iluminó y lo llevó a hacer lucir su lado solidario. “Si alguien no está trabajando, no recibe ayuda del Gobierno y en algún momento se le termina la comida, léame bien, por favor, no se vayan a la cama sin comer, escríbame sin miedo, SIN PENA, que de lo poco o lo mucho que tengo voy a compartirle. A mí me enseñaron que donde come uno comen dos. Tenemos que ser agradecidos y menos egoístas. #UneteALaCausa”, fue el mensaje que publicó en su cuenta de Facebook el viernes pasado. En Los Ceibos hay 12 comedores y 20 merenderos que trabajan a la par todos los días.

Enseguida empezó a recibir mensajes para dar una mano y difusión en la red social: “Trato de dar lo mejor de mí que es dándole mercadería a la gente y tápers con comida. No es que tengo un comedor, cosa que me encantaría a futuro, pero trato de darles un plato de comida a las personas para que no se vayan a dormir con la panza vacía”. Del otro lado de la línea telefónica, a Facundo se le quiebra la voz cuando recuerda al hombre con su hijo en el carro o repasa en su mente el agradecimiento con lágrimas en los ojos del público que recibe su ayuda.

“No es gran cosa, pero yo estoy feliz con que una familia hoy se vaya a dormir con la panza llena, sin la ayuda de nadie, poniéndole el pecho con mi familia, mamá y papá, el que necesita como lo necesita esta familia que se comunique conmigo, yo estoy dispuesto a dar lo mejor de mí, sé que no es mucho, pero estamos en situación en la cual todos tendríamos que ayudarnos entre todos. Si alguien puede ayudar a esta familia por favor no lo duden, todo suma y más en este momento tan difícil. #salgamosdeestatodosjuntos”, fue otro de los posteos que realizó en la última semana.

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En las últimas horas fue Carlos Tevez, ídolo de Aranda que alguna vez lo alentó en un entrenamiento en el que no le salían las cosas por su nerviosismo, el que hizo un llamado público al mundo del fútbol para solidarizarse con los más necesitados. Se puso a disposición para colaborar con algún comedor de La Boca y aportar en la causa.

La foto de Facu Aranda con su ídolo, Carlos Tevez: "Sería un sueño que pudiera ayudarme"
La foto de Facu Aranda con su ídolo, Carlos Tevez: "Sería un sueño que pudiera ayudarme"

“Lo admiro mucho por su humildad. Escuché lo que dijo y me encantaría, sería un sueño para mí que pudiera ayudarme”, concluye Facu, que se ilusiona con tirar paredes algún día con Carlitos pero hoy deja la pelota a un costado y lo quiere hombro a hombro para luchar contra la pandemia que empeoró el hambre de mucha gente.

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