Cada integrante del plantel de Boca se somete al doble turno casero propuesto por el cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo. El preparador físico Damián Lanatta envía ejercicios de movilidad y trabajos de gimnasio por la mañana y luego divide en dos grupos a los jugadores por medio de una videollamada. Estas tareas ocupan solamente una parte del día de Mauro Zárate, que intenta aprovechar las horas libres con su familia.
Añorando por videoconferencia con amigos la época en la que podían juntarse para hacer un asado, pasa el rato jugando con sus dos hijos. Usan el karting y se divierten en la pileta. Y cuando está mano a mano con su esposa, la modelo Natalie Weber, el juego predilecto es el famoso juego de naipes Buraco. Además, ella también se entrena con la niña.
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En diálogo con Radio La Red, el futbolista que cumplió 33 años el pasado 18 de marzo, informó que su vínculo con el club vence en junio y todavía no existen charlas para renovarlo.
“Me quiero quedar en Boca. Si me ofrecen quedarme a vivir, firmo para terminar mi carrera acá. Vamos a ver que pasa, hay que esperar a que pase todo esto, volver a los entrenamientos, ver qué hablamos con los dirigentes y llegar a una solución”, remarcó MZ19, que quiere devolver en la cancha la confianza que existe desde la entidad azul y oro hacia él.
Por otra parte, Zárate aseguró que aprendió de todas sus vivencias y que pondría en un cuadro desde el primer día en que llegó a Boca hasta el último en la Bombonera: “Decidí venir porque sabía que iba a ser todo muy lindo y lo estoy disfrutando. Fue un acierto, era lo que quería yo. Obviamente si hubiéramos ganado más títulos estaría el doble de contento, pero fue muy lindo haber tomado la decisión de venir a Boca”.
Respecto a la definición de la Superliga, confesó: “Yo era uno de los que confiaba. Cuando Defensa y Justicia le sacó un empate a River ahí dije ‘se tiene que dar’. Era difícil el partido que tenían ellos en Tucumán, Atlético se hace muy fuerte ahí. Y se dio”.
QUÉ CAMBIO HUBO ENTRE RUSSO Y ALFARO
"Cambiamos en tener un poquito más la pelota. Miguel hizo mucho hincapié en eso, en la tenencia y que de esa manera Boca iba a atacar más. En eso tuvo razón porque fue así. Los dos del medio y los dos centrales eran fundamentales en tener tranquilidad con la pelota. Él los hacía salir unos metros más; con Gustavo éramos más fuertes en lo defensivo y era salir, entre comillas, de contragolpe"
“Con Gustavo se trabajó muy bien, se sacaron muchos puntos y si los últimos dos partidos hubiéramos sacado puntos hubiera sido muy bueno. Con él también ganamos un título”
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