Sin escudo, con números bicolores y en la manga: la historia detrás de la camiseta con la que Boca empezó a ganar su primera Intercontinental

A 42 años del estreno de una de las casacas más llamativas de la historia xeneize. Con ella empató 2-2 en el partido de ida ante Borussia Monchengladbach en 1978

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La camiseta de Boca con la que afrontó la ida de la Copa Intercontinental 1977 ante Borussia Monchengladbach
La camiseta de Boca con la que afrontó la ida de la Copa Intercontinental 1977 ante Borussia Monchengladbach

Santos; Pernía, Sá, Mouzo, Bordón; Chino Benítez, Suñé, Zanabria; Mastrángelo, Pavón y Salinas fue el once que el Toto Lorenzo mandó a la cancha el 21 de marzo de 1978 para disputar la ida de la Copa Intercontinental 77 frente al Borussia Monchengladbach en la Bombonera. Cuentan testigos que el defensor alemán Rainer Bonhof se tapaba los oídos por el ensordecedor griterío que bajaba de los cuatro costados del estadio de Boca ese día. Fue un Boca diferente por una innovadora y llamativa vestimenta que tiene una historia detrás.

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El Xeneize abrió la cuenta pasado el cuarto de hora por el tanto de Ernesto Mastrángelo pero en la primera mitad Wilfried Hannes y el mencionado Bonhof dieron vuelta la historia. El Ruso Ribolzi, que ingresó en lugar de Benítez para el complemento, decretó el 2-2 final.

Los fanáticos boquenses se sorprendieron al divisar desde las tribunas la vestimenta de su equipo. A la clásica camiseta de fondo azul con franja amarilla y números blancos se le habían hecho varios retoques. Los dorsales eran bicolores (azul sobre la franja amarilla y amarillo sobre el azul inferior) y también tenían números en amarillo sobre la manga derecha (incluido el arquero Osvaldo Santos en su buzo verde). La tela era de piqué, como las de rugby, y no había costuras entre los tonos.

Cuello, puño y nombres (con contorno blanco) también de color amarillo con la particularidad de cuatro estrellas azules en el pectoral izquierdo: cada una llevaba una de las iniciales (CABJ) del club. Fue el modelo que antecedió al que exhibiría Diego Armando Maradona en el 81.

La insignia que utilizó el Ruso Ribolzi, autor del segundo tanto de Boca en el 2-2 contra los alemanes en la Bombonera
La insignia que utilizó el Ruso Ribolzi, autor del segundo tanto de Boca en el 2-2 contra los alemanes en la Bombonera

Días antes de la final, Alberto J. Armando se había convencido de que para cumplir su gran anhelo de ver campeón del mundo a Boca el conjunto de Lorenzo tenía que presentarse a tono para la ocasión. El especialista en marketing Oscar Tubío, cercano a los dirigentes y plantel, fue quien realizó el diseño con el que se empezó a escribir la historia grande de la institución a nivel internacional.

“Oscar era un creativo y siempre consideró que Boca tenía que tener su camiseta, su marca. La sorpresa que nos llevamos al verla fue hermosa. Era excelente, especial, algo diferente en un momento en el que no había nada moderno ni distinto salvo por la rosa de Gatti que fue una revolución”, recordó con Infobae Ribolzi, uno de los integrantes del plantel xeneize que visitaba el local de estampados de Tubío junto al Chino Benítez, el Loco y el Gato Santos. Por la relación con el diseñador sabían que se estaba armando algo para la primera final pero igualmente se asombraron con la reluciente vestimenta.

El diseño causó tanto impacto que Boca también lo utilizó para los compromisos por la Copa Interamericana 1978 contra América de México. A una semana de haber igualado con el cuadro alemán, vapuleó al azteca 3-0 en la Bombonera por el choque de ida (doblete de Carlos Salinas y el restante de Mastrángelo). Las crónicas e imágenes de la época dan cuenta que a nivel doméstico mantuvo la azul y oro clásica. El 12 de abril en el estadio Azteca para la revancha se volvió a presentar con el uniforme de las estrellitas. Boca tenía casi abrochada la serie pero a falta de 15 minutos para el final el paraguayo Hugo Kiese le dio la victoria a los mexicanos por la mínima. Como no existía la diferencia de gol (solamente entraría en juego en caso de igualdad en 120 minutos en un desempate), fueron a un tercer partido.

El Chapa Suñé en el sorteo de capitanes frente al chileno Carlos Reinoso: fue en el segundo encuentro contra América de México por la Interamericana del 78 (Gentileza Tribuna Azulcrema)
El Chapa Suñé en el sorteo de capitanes frente al chileno Carlos Reinoso: fue en el segundo encuentro contra América de México por la Interamericana del 78 (Gentileza Tribuna Azulcrema)

Dos días más tarde (14/3) se llevó a cabo el desempate en el mismo escenario y frente a 50.000 espectadores. El Xeneize había cedido la localía pero sabía que el empate le iba a bastar para consagrarse. Daniel Severiano Pavón adelantó a la visita de entrada pero José Aveces empardó y sobre el cierre de la etapa inicial vio la roja Salinas. El árbitro estadounidense Gino D’Hipólito echó en el complemento a Eduardo Rergis en el local y quedaron en igualdad numérica.

La paridad persistió y fueron al alargue: Boca quedó a 30 minutos de dar la vuelta olímpica. Sobre la hora, al minuto 119, el chileno Carlos Reinoso sacó un chanflazo de tiro libre sobre una barrera compuesta por ocho hombres (7 rivales y un compañero) y dejó sin chances al Loco Gatti. A los de la Ribera, que vestían la camiseta con las cuatro estrellitas, se les escurrió una más.

Recién el 1° de agosto del 78 se desarrolló la vuelta contra el Borussia en el estadio Wildparkstadion de Karlsruhe. Lorenzo mandó a la cancha a Gattí; Pernía, Tesare, Bordón, Suárez; Salinas, Suñé, Zanabria; Mastrángelo, Saldaño y Felman. Fue paliza de Boca, al que le alcanzó un tiempo para acariciar la gloria con las manos: Felman a los 2′, Mastrángelo a los 33′ y Salinas a los 37′ sellaron el triunfo en tierras teutonas.

El modelo de camiseta que Boca usó en la ida de la Intercontinental 77 vendida exclusivamente para los hinchas (Foto: Gustavo Gavotti)
El modelo de camiseta que Boca usó en la ida de la Intercontinental 77 vendida exclusivamente para los hinchas (Foto: Gustavo Gavotti)

En esta ocasión, los del Toto jugaron con la tradicional azul y amarilla. Circuló la versión de que fue por cábala, teniendo en cuenta lo supersticiosos que eran el DT y el presidente Armando. Fue falsa, ya que la misma fue desmentida por el Ruso Ribolzi y también por el autor de la casaca, que explicó que no disponía de las herramientas necesarias para abastecer la demanda de un plantel profesional de la talla de Boca.

Al tiempo, la camiseta tuvo tanta popularidad que el creador decidió sacar a la venta una línea exclusivamente para el hincha que tenía un par de detalles que diferían de la original: escudo de Boca en lugar de las cuatro estrellas con las iniciales y número bicolor también en las mangas.

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