Fue una persona que se hizo querida por todas las parcialidades del fútbol argentino. Sin importar los colores, por su forma de ser y de atajar, Amadeo Carrizo se transformó, con el paso del tiempo, en una leyenda. Un personaje que supo ser parte esencial de la construcción de uno de los grandes equipos de la Argentina como lo es River Plate.
A los 93 años, este viernes por la madrugada, ese hombre que supo cautivar a propios y extraños, murió. En una época complicada, ya que el país y gran parte del mundo está paralizado por la crisis epidemiológica que generó el coronavirus, la institución que defendió parado bajo los tres palos del arco no lo podrá homenajear como su trayectoria lo demandaría, pero las muestras de afecto llegaron a través de los mensajes de otras personalidades del fútbol a través de las redes sociales.
Así fue el caso de Carlos Fernando Navarro Montoya, uno de los grandes arqueros de las últimas décadas en Argentina, que tuvo un paso recordado por el clásico rival del equipo de toda la vida de Amadeo.
“Fue el primer arquero jugador. Un maestro de maestros, el primer transgresor en el arte de atajar", dijo el histórico número 1 de Boca, que llegó al club de la Ribera en 1988, después de dar el salto a Primera División con la camiseta de Vélez y tener un breve paso por el Independiente Santa Fe, de Colombia, país donde nació en el ‘66.
A través de sus redes sociales personales, el arquero conocido como el Mono, recordó cómo descubrió a Carrizo, que durante 23 años defendió la camiseta de los Millonarios. “Yo lo conocí cuando iniciaba mi carrera en Vélez. Amadeo fue el ídolo de mi viejo, hincha de Boca y también arquero”, explicó Navarro Montoya, al mismo tiempo que confirmó el valor que tuvieron las características de Amadeo en el arco para las generaciones que le siguieron.
“Fue un punto de inflección en cómo y dónde atajar”, recalcó el Mono.
“Quiero enviar un gran saludo a su familia, a toda la familia de River Plate, que ungió de manera justa a Amadeo en uno de sus más grandes ídolos. Fue un grande, dentro y fuera de la cancha”, fueron las últimas palabras del cinco veces campeón con el buzo de arquero de Boca en honor a Carrizo, que en alguna ocasión de una entrevista periodística, se tomó su tiempo para hablar de uno de los mejores porteros que tuvo el Xeneize en su historia.
“El Mono Navarro Montoya era un fenómeno. De gran juego y anticipo. Un arquero moderno que no vivía debajo del travesaño”, dijo el hombre que, para muchos, cambió la forma de atajar en el fútbol argentino.
Hoy se fue Amadeo Carrizo, una leyenda del arco. Una gloria de River que hasta los hinchas de Boca supieron aplaudir.
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