El conflicto entre una figura del deporte y su federación explotó los últimos días de febrero. Brian Rosso, representante argentino en los últimos Juegos Olímpicos de Río 2016, tuvo un cruce con los dirigentes de remo por un supuesto acto de inconducta del remero para con los entrenadores y el resto de los atletas.
De cara al preolímpico que se realizará entre el 2 y 5 de abril en Río de Janeiro -por el momento no sufrió su cancelación debido a la situación epidemiológica que atraviesa Sudamérica por el coronavirus- la selección argentina de remo realizó una larga concentración en Tafí del Valle -una ciudad tucumana ubicada a 126 kilómetros de la capital- de la que participaron el propio Rosso y otros 12 remeros con el objetivo de entrenarse en la altura para llegar en las mejores condiciones físicas al clasificatorio olímpico.
A pocos días de terminar la estadía en la ciudad del norte argentino, Brian Rosso recibió un acta de la última reunión del Consejo Directivo de la Asociación Argentina de Remeros Aficionados, donde el Director Técnico Nacional -cargo que ocupa el ex remero olímpico Santiago Fernández- lo había catalogado como un atleta que “hace lo que quiere”.
La polémica subió de tono y provocó que Daniel Gasparrini -parte de la comisión técnica de la federación y presidente del tribunal de disciplina-, le informe al deportista que debería dejar la concentración en la altura. Más allá de reservarle un vuelo, Rosso adujo que no podía llegar hasta la capital de Tucumán para tomar el avión que lo iba a traer de regreso a Buenos Aires.
El tiempo pasó y Brian Rosso completó su preparación con el resto de la selección. Pero este miércoles, a tres semanas del comienzo del preolímpico, el remero que logró la medalla de bronce en el single de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, recibió la peor noticia.
¿Qué sucedió con el futuro de una de las figuras del deporte argentino y que tenía el objetivo de volver a ser olímpico en Tokio 2020? A través de una carta enviada por la AARA, firmada por el propio Gasparrini y por Daniel Concilio, el Secretario General a cargo, la federación de remo decidió suspender a Brian Rosso.
“Lejos el peor momento de mi vida...me arruinaron”, expresó el atleta en su cuenta de Twitter. Según lo expuesto en el escrito, después de tratar el informe expuesto por el Tribunal de Disciplina, y luego de los descargos de las partes -el propio Rosso y los entrenadores-, la federación utilizó el Artículo 19 inciso 7 del estatuto para excluir al remero de la selección argentina.
Además, la dirigencia confirmó que la suspensión tendrá un plazo de seis meses, lo que le impedirá a uno de los hermanos Rosso -el otro es Cristian, también parte del equipo nacional- participar del clasificatorio olímpico y queda fuera de la fecha de organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que comenzarán oficialmente el próximo 24 de julio.
La sanción contra uno de los remeros olímpicos en Río 2016 va del 10 de marzo al 10 de septiembre del presente año. Además, el escrito informa que, una vez que se cumpla la fecha final de la sanción, quedará en manos de las personas a cargo de la selección, decidir si Brian Rosso puede regresar o no al equipo.
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