La verdadera historia detrás de la guerra que estalló en la Fórmula 1

El conflicto de intereses no es solo deportivo. Hay millones en juego. Los detalles del escándalo que sacude a la Máxima, que esta temporada cumplirá 70 años. Por qué todos apuntan a Ferrari

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Lewis Hamilton y Charles Leclerc
Lewis Hamilton y Charles Leclerc en los últimos ensayos en Barcelona (Crédito: Prensa Pirelli)

La temporada 2020 de la Fórmula 1 no arrancó en la pista, pero fuera de ella se largó con todo. Varios aceleran a fondo. Un conflicto golpea a la Máxima donde siete de los diez equipos amenazaron con iniciar acciones legales debido al acuerdo secreto entre la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y Ferrari, por supuestas irregularidades en el sistema de flujo de combustible en los motores que la estructura italiana usó en 2019. La guerra está declarada, pero la entidad rectora busca una tregua que será difícil de concretar. Detrás de este conflicto, hay una historia que contar que explica por qué la queja del resto no es solo por un tema deportivo si no por algo mucho más importante para ellos: el reparto de dinero.

A comienzos del ejercicio anterior Ferrari sorprendió con el buen impulsor que mostró siendo la referencia en la pretemporada. Pero una vez iniciado el campeonato las cosas volvieron a su lugar y Mercedes fue –otra vez- el equipo que marcó el camino ganando las primeras ocho carreras. En el comienzo de la segunda parte del año se vio una mejora en los coches rojos que lograron tres poles positions y victorias seguidas. En las carreras festejaron dos veces con el monegasco Charles Leclerc (Bélgica e Italia) y una con el alemán Sebastian Vettel (Singapur).

Fue en Monza, uno de los circuitos más rápidos del calendario, donde las sospechas se levantaron. Es que en las rectas italianas las Ferrari eran un segundo más veloz por vuelta que el resto. La duda que pusieron algunos sobre los coches de Maranello fue relacionada con una fuga controlada a través del intercooler (N. de la R: radiador aire-aire o aire-agua que enfría el aire comprimido por el turbocompresor o sobrealimentador de un motor de combustión) para permitir que el aceite ingrese en el proceso de combustión y ayudase a dar una potencia adicional de forma temporal, algo que está prohibido.

Más tarde, antes de la carrera en México, el equipo Red Bull levantó una queja ante la FIA. Por esto se ampliaron los controles en los motores de Ferrari desde el evento en los Estados Unidos, donde coincidió con una pérdida de rendimiento en los fierros de Maranello… El holandés Max Verstappen, que corre para la escudería austríaca que elevó el reclamo, disparó “eso pasa cuando dejás de hacer trampas. Está claro. Pero sí, le dieron una buena revisada. Ahora tenemos que mantenernos atentos, sin dudas”.

El podio del GP de
El podio del GP de Italia 2019, donde Charles Leclerc subió al escalón más alto del podio. En Monza se elevaron las sospechas sobre los motores de Ferrari (Crédito: Prensa Fórmula 1)

El propio Leclerc le respondió a su colega. A corto plazo ambos protagonizarán el futuro gran duelo en la F-1: “Creo que es un broma, para ser sincero. No tiene ni idea. No está en el equipo. Sabemos exactamente lo que estamos haciendo. No sé por qué habla. No sabe nada de nosotros”. En tanto que Mattia Binotto, director de la escuadra italiana, esgrimió que la falta de potencia en el coche de Leclerc fue porque se había puesto un impulsor viejo y por ende, deficiente…

En la penúltima cita corrida en Brasil, la FIA ordenó incautar tres sistemas de flujo de combustible: el de un motor del equipo Ferrari, el de un cliente de la Scuderia (Haas o Alfa Romeo) y un tercero que emplea otro impulsor. “De todos modos, ellos (por Ferrari) lo saben mejor que nosotros”, subrayó Helmut Marko, asesor de Red Bull. Luego de la competencia brasileña la FIA anunció que para 2020 se deberán usar dos sensores (en lugar de uno) para controlar el sistema de fluidos de combustible en todas las escuderías.

Cabe aclarar que desde la denuncia presentada por Red Bull los autos de Ferrari pasaron todas las verificaciones técnicas, sin perjuicio del informe que hizo la FIA sobre el tema. Muchos se pensaron que la extensión de la hegemonía de Mercedes, el subcampeonato de Constructores de Ferrari y el invierno europeo sin carreras iban a hacer olvidar el tema. Todo lo contrario…

Binotto, con la sangre en el ojo, en enero sentenció: “El año pasado fuimos el equipo más controlado de la historia, tanto antes como después de las directivas técnicas emitidas por la FIA. Cuando uno logra una cierta ventaja competitiva, los rivales inevitablemente tienden a señalarte con el dedo”.

Hasta Bernie Ecclestone, quien condujo la Máxima por casi 40 años, se refirió a la polémica: “Ferrari ha interpretado mejor las reglas. No creo que haya hecho trampas. Cuando un equipo es más rápido, los que son perdedores sospechan que el ganador está haciendo trampas. Siempre ha sido así”. No es la primera vez que el magnate inglés se pone a favor de la Scuderia. Supo hacerlo cuando estuvo al mando del circo.

Red Bull fue el equipo
Red Bull fue el equipo que elevó el reclamo ante la FIA. Aquí Max Verstappen en las pruebas de pretemporada en Barcelona (Crédito: Prensa Pirelli)

Mientras que hay razones para entender porqué Red Bull tomó la lanza para pegarle a Ferrari. Puede haber un descontento por una supuesta desventaja técnica. Es cierto, tienen derecho a considerar legítimo su reclamo con un reglamento que se los permite. Pero la escuadra de la bebida energizante apuntó contra la Scuderia porque es el equipo que los superó en el Campeonato de Constructores y eso incide en el reparto de dinero.

El propio Marko lo dejó en claro al asegurar que “tenemos que asumir que les habríamos derrotado en la pista si todo estuviera bien con el motor. Así que hemos perdido una cantidad de dos dígitos por terminar terceros y no segundos. No solo porque se distribuye más al que finaliza en segundo lugar, sino porque nuestros contratos de patrocinio también están relacionados con nuestro rendimiento. Y los otros equipos supongo que están en una situación similar”.

Sin embargo, el tema también fue mal manejado desde el viernes 28 de febrero por la FIA que esperó hasta que se termine la actividad en los ensayos de pretemporada en Barcelona, España. Fue cuando todos estaban volviendo a sus hogares, dispuestos a disfrutar de sus últimos días de descanso antes del comienzo de la temporada en Australia el 15 de marzo que –hasta ahora- está confirmado a pesar del Coronavirus. Al menos en el sitio de acreditaciones ya está publicado dónde los medios deben retirar las credenciales en el circuito semipermanente de Albert Park, en Melbourne.

Ahora bien ¿por qué la FIA aguardó hasta el último minuto? ¿Fue un plan para evitar que se le reste importancia a su comunicado? ¿Era necesario hablar de un acuerdo secreto? Resultó una estrategia de comunicación errónea que no hizo otra cosa que agregar leña al fuego. Lo informado aseguró que:

“La FIA anuncia que, tras amplias investigaciones técnicas, ha concluido su análisis sobre el funcionamiento del motor de F1 de Ferrari y llegado a un acuerdo con el equipo. El contenido específico del acuerdo será cosa de ambas partes”.

“La FIA y Ferrari han acordado varios compromisos técnicos que mejorarán la monitorización de todos los motores de F-1 desde las próximas temporadas, además de ayudar a la FIA con otros asuntos reglamentarios en la F-1 y sus actividades de investigación sobre las emisiones de carbono y combustibles sostenibles”.

La última parte del primer párrafo es tajante: “el acuerdo será cosa de ambas partes”. Eso es lo que molestó al resto de los equipos que no son motorizados por Ferrari: McLaren, Mercedes, Red Bull, Racing Point, Renault, Alpha Tauri y Williams. Todos juntos, a la misma hora, este miércoles enviaron por correo electrónico a los medios su negativa a esa resolución y amenazaron con ir a la justicia.

Siete equipos amenazaron con ir
Siete equipos amenazaron con ir a la justicia por el acuerdo secreto entre la FIA y Ferrari. La acción muestra la largada de Abu Dhabi en 2019 (Crédito: Prensa Fórmula 1).

En un comunicado igual que emplearon los equipos manifestaron estar “sorprendidos y conmocionados por la declaración de la FIA del viernes 28 de febrero con respecto a la conclusión de su investigación sobre la unidad de potencia de la escudería Ferrari. Un regulador deportivo internacional tiene la responsabilidad de actuar con los más altos estándares de gobernanza, integridad y transparencia”. Desde ya, no se sumaron las escuderías que usan fierros de Ferrari como Haas y Alfa Romeo.

La FIA recogió el guante y el jueves les respondió a las siete estructuras con un parte de prensa donde admite haber hecho un “análisis de la unidad de potencia de Ferrari” y afirman que fueron “investigaciones exhaustivas”, aunque “no consiguieron pruebas de una infracción”. Si bien aclara que “no quedaron satisfechos”, prefirieron “un acuerdo disuasorio con Ferrari para dar por concluido el procedimiento”.

En su último comunicado la entidad rectora indicó:

“La FIA ha realizado un análisis técnico detallado de la unidad de potencia de Ferrari, como tiene derecho a hacer con cualquier equipo del Mundial de Fórmula 1. Las investigaciones exhaustivas durante 2019 levantaron sospechas de que la unidad de potencia de Ferrari podría no operar en todo momento dentro de la normativa FIA. Ferrari se opuso firmemente a las sospechas y reiteró que su unidad de potencia siempre operaba de conformidad con la normativa”.

“La FIA no quedó completamente satisfecha, pero decidió que una acción adicional no necesariamente resultaría en un caso concluyente, debido a la complejidad del asunto y a la imposibilidad material de conseguir pruebas inequívocas de una infracción”, agregó.

Por ello, y para “evitar las consecuencias negativas que conllevaría un litigio prolongado, especialmente a la luz de la incertidumbre del resultado de dichos litigios y en el mejor interés del campeonato y las partes interesadas”, la FIA determinó “tramitar un acuerdo efectivo y disuasorio con Ferrari para dar por concluido el procedimiento”.

“Este tipo de acuerdo es una herramienta legal reconocida como un componente esencial de cualquier sistema disciplinario y es utilizado por muchas autoridades públicas y otras federaciones deportivas en la resolución de disputas. La FIA tomará todas las medidas necesarias para proteger el deporte y su reputación como regulador del Campeonato Mundial de Fórmula 1”, concluyó.

En tanto que al respecto se notó un “silencio de radio” de parte de Formula One Management (FOM), la empresa que maneja los destinos comerciales de la Máxima y cuyo director ejecutivo es el irlandés Chase Carey, quien hoy ocupa el rol de Ecclestone. Son los dueños del negocio y es posible que intenten cuidar a la “joya de la abuela” de su categoría que es Ferrari, el único equipo que estuvo en las siete décadas.

La categoría mueve millones y en un negocio tan grande que los intereses creados están a la orden del día. Lo que llama la atención es que así como Ferrari estuvo bajo la lupa en esta última etapa por su rendimiento en tres carreras y sin ser bebes de pecho los de Maranello ¿por qué no se estuvo encima de Mercedes desde 2014 cuando empezó su dominio con los motores híbridos…? A propósito, según afirmó este viernes el sitio italiano Motosport, una de las cláusulas del acuerdo entre la Scuderia y la FIA es que los italianos habrían accedido a mostrarle todos los secretos (o los puntos grises del reglamento técnico) de sus autos a cambio de que la entidad le exija lo propio a sus equipos rivales…

Este es un año de transición de cara a 2021 donde la FIA, FOM y los equipos acordaron un reparto más equitativo de dinero en la televisación y derechos publicitarios. Ferrari sigue siendo la que más plata recibe a pesar de no ganar un título de Pilotos desde 2007 (con Kimi Räikkönen). Por ejemplo, el sitio Race Fans, que suele hacer este seguimiento, por los premios de 2018, al comienzo de 2019, La Rossa obtuvo 205.000.000 de dólares incluido un extra por ser el único equipo que está desde el inicio en 1950, acuerdo hecho en 2013 (época de Ecclestone) y que aún está vigente hasta este año. Con 177.000.000 de dólares le siguió Mercedes, que en un hecho sin precedentes ganó una docena de campeonatos desde 2014 divididos entre Pilotos y Constructores. Con esta controversia intentan marcarle la cancha (o la pista) a la Scuderia. No es solo el honor herido por una supuesta trampa. Por caso, para 2020 el resto de escuadras se podrían haber repartido 40.909.090 de dólares si los de Maranello hubiesen sido descalificados de sus puntos en 2019. Ése es el punto del conflicto.

La F-1 termina una semana de alta tensión. Se vive un clima de alerta máxima en el inicio de este 2020 donde Ferrari buscará reivindicarse y terminar con la hegemonía de Mercedes. La previa se muestra áspera y en una semana los motores volverán a encenderse con el comienzo del campeonato en Australia. ¿Qué pasará si en Melbourne los autos rojos están adelante? Es posible que las sospechas vuelvan. Lo que es una certeza es que la mayoría de los equipos le declaró la guerra a la Scuderia. La batalla es por la gloria deportiva y por los millones que están en juego. Con seguridad habrá más novedades para este boletín.

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