El día que Braian Toledo sorprendió al mundo y conquistó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de la Juventud

Fue en 2010, cuando con apenas 16 años logró una marca imponente en lanzamiento de jabalina y dejó un registro que todavía no fue superado

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La medalla dorada que Braian Toledo logro en Singapur 2010

Braian está concentrado. Mira fijo apenas guiando su vista por encima de la jabalina. Absorbe la cantidad justa de aire y arranca su carrera rumbo a la gloria. Uno, dos, tres. Unos cuantos pasos antes de posicionarse ya para lanzar. Su brazo derecho se extiende y el implemento sale volando de su mano como un cohete. Los asistentes corren hacia el campo para medir. El argentino Braian Toledo acaba de alcanzar una distancia de 81.78M, muy superior a lo hecho por el norteamericano Devin Bogert (76.88M) y el letón Intars Isejevs (74.23M).

Aquella jornada del 22 de agosto del 2010 en el Bishan Stadium de Singapur fue gloriosa para el deportista argentino que murió hoy a los 26 años víctima de un accidente de tránsito. Ese día se subió a lo más alto del podio de lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de la Juventud con apenas 16 años y logró la primera presea de oro para Argentina en estos juegos que vivían su primera edición. Sería la única dorada que llegó al país en aquel año.

Ese lanzamiento de 81.78M es todavía el récord de lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de la Juventud: no logró superarlo el francés Lukas Moutarde en 2014 (74.48M) ni el finlandés Topias Laine en 2018 (78.85M). Hay una perlita en esa edición de Buenos Aires 2018: el segundo puesto fue propiedad del argentino Agustín Osorio (76.03M), hijo de Gustavo, el histórico entrenador que formó a Braian en el país.

El destacado deportista argentino se abrió la puerta grande de la disciplina con esa actuación en Singapur 2010. Apenas dos años más tarde hizo su debut en los Juegos Olímpicos de mayores en Londres 2012, donde con 18 años quedó ubicado en el 30° puesto en la clasificación con un registro de 76.87M en una jornada que consagró como campeón olímpico al trinitense Keshorn Walcott (84.58M).

En Río 2016 llegó con la idea de dar un paso más en su carrera olímpica pero a sabiendas que su primera chance real debería darse cuatro años más tarde en Tokio 2020, una cita a la que arribaría con 26 años. En Brasil mostró nuevamente su potencial y la evolución: clasificó 12° a la final con un lanzamiento de 81.96M. Finalmente, en la final que conquistó el alemán Thomas Röhler (90.30M), se ubicó en el 10° puesto con un registro de 79.81M.

Todos estos logros deportivos se complementarían con actuaciones destacadas en el Mundial Junior donde culminó en el segundo puesto en Barcelona 2012 y con la medalla de bronce que se alzó durante los Juegos Panamericanos del 2011 en Guadalajara.

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