Si cada futbolista tiene un momento bisagra en su carrera, el de Gonzalo Montiel no admite demasiadas discusiones: fue la noche del 21 de septiembre de 2017, cuando River goleó 8 a 0 a Jorge Wilstermann de Bolivia en el Monumental y avanzó a las semifinales de la Copa Libertadores. En su debut a nivel internacional con la camiseta de la banda roja, integró la línea de tres defensores que puso Marcelo Gallardo junto a Jonatan Maidana y Javier Pinola, y se ganó una nota destacada por su firmeza para marcar y su decisión para pasar al ataque en algunas oportunidades.
A partir de aquella noche, Montiel se ganó un lugar de privilegio en la consideración del técnico y su juego comenzó a evolucionar a fuego lento hasta transformarse en un futbolista de vital importancia para el andar a paso firme que muestra River en cada partido y que hoy lo tiene a dos escalones de ganar la Superliga.
Ahora bien, ¿cómo fue que Montiel, marcador central devenido lateral, supo adaptarse tan bien a jugar pegado a la raya? El propio Gallardo lo fue moldeando de acuerdo a sus gustos futbolísticos y a sus necesidades. “Marcelo siempre creyó en Montiel porque vio en él a un pibe con un gran espíritu de superación y ganas de aprender”, afirma una de las personas más cercanas al Muñeco en diálogo con Infobae. Y agrega: “Con Montiel, Gallardo tuvo una paciencia especial para enseñarle todos los conceptos del puesto de lateral porque Gonzalo jugaba de ‘dos’ en la Reserva. Y la confianza que sintió Gonzalo a medida que fue sumando partidos hizo el resto”.
Nacido en González Catán hace 23 años y surgido de las divisiones inferiores de River, Montiel “es una esponja”, asegura un integrante del cuerpo técnico de River en alusión a la capacidad del futbolista para incorporar conceptos que le permiten crecer como futbolista. Y parece no faltarle razón: cada partido que pasa, Cachete exhibe mejorías y da pasos hacia adelante en su rendimiento y en su influencia para el juego del equipo.
¿Qué indicaciones le da Gallardo? Siempre le remarca la necesidad de pasar al ataque por sorpresa. No quiere que se proyecte siempre a posiciones ofensivas sino cuando él entiende que va a lastimar a la defensa rival. Convencido de que muchas veces la llave para ganar los partidos está por los costados, el Muñeco siempre le dio confianza para que se fuera soltando con la pelota en los pies. Y le aconseja que trate de resolver con tranquilidad en los últimos metros de la cancha. “Confiá en vos que vos podés, le suele decir Marcelo”, comenta uno de los compañeros del futbolista que está en el radar de Lionel Scaloni para las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022 y para la Copa América que se jugará este año en Argentina y Colombia.
Para Gallardo, los laterales son vitales para el ataque del equipo. El entrenador cree que es mejor no tener wines fijados en la delantera ya que de ese modo el equipo pierde sorpresa por las bandas. Prefiere que sean los laterales, arrancando desde atrás, los que perforen los planteos defensivos que en líneas generales le oponen a River. “Así, así. Por sorpresa siempre es mejor”, se le escuchó gritar más de una vez a Gallardo en los entrenamientos con alguna subida de Montiel o de Milton Casco por el carril opuesto.
El vigor físico y un profesionalismo muy marcado son otros de los aspectos que Gallardo valora de Montiel. El propio Muñeco supo declarar en la revista El Gráfico en 2017: “(Montiel) Es un alemán, un alemán entrenando y jugando, un pibe simple, de pocas palabras, enseguida te das cuenta de que vive para el fútbol, ya el Luigi (Villalba, extécnico de la Reserva de River) lo había tenido en inferiores y nos había contado que, terminados los partidos, recibía la visita de sus padres en la pensión, los saludaba y los despachaba rápido, porque Cachete se quedaba pensando en el partido, es una cabeza rara para los tiempos que corren. Muy competitivo, no quiere perder a nada, juega como entrena, esa es la ventaja que tiene, o sea: no es un jugador que se tenga que predisponer mentalmente para jugar, porque así como entrena, juega, es como Maidana o Ponzio, con esa mentalidad, pasa que este lo hace con 20 años, y eso no es común”.
Exequiel Palacios, hoy jugador del Bayer Leverkusen y acaso el mejor amigo que Montiel tenía en el plantel de River, contó recientemente que ya sugirió el nombre de Gonzalo para ser refuerzo del equipo alemán. No es el único club europeo en el que podría desembarcar en el corto o mediano plazo: West Ham, de Inglaterra, y la Roma italiana lo siguen de cerca desde hace varios meses.
Capacidad de marca, anticipos y proyecciones al ataque cada vez más continuas es el menú que Montiel le ofrece hoy a Gallardo. Con el cambio de esquema táctico que el Muñeco implementó para este año (del 4-1-3-2 al 3-3-2-2 actual), se lo ve más seguido en posiciones de ataque que le dan muchos réditos al equipo: por caso, tiró los centros para que Rafael Borré y Matías Suárez anotaran de cabeza en los partidos frente a Independiente, en Avellaneda, y Banfield, en el Monumental.
Su inteligencia para jugar es directamente proporcional a su perfil bajo. A grandes rasgos, podría decirse que es un soldado forjado a imagen y semejanza de lo que pretende Gallardo. “Si me pone de cuatro, de tres, de seis o de dos, voy a jugar. Porque estoy en River y debo aprovechar todo al máximo. Puedo cumplir en cualquier posición. En inferiores jugaba en el medio o abajo, no me cuesta adaptarme. Si me toca jugar en otro lugar, juego”, supo expresar luego de aquel 8 a 0 ante Jorge Wilstermann que lo catapultó para siempre como un futbolista confiable para Gallardo, técnico exigente si los hay.
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