Cada vez hay más jugadores federados de ajedrez en el mundo y en la Argentina

El registro supera los 350.000 ajedrecistas. Argentina está entre los países con mayor crecimiento, en cantidad y calidad; casi 500 de sus aficionados se incorporaron al ranking en 2019

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(Shutterstock.com)
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La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, según sus siglas francesas) emitió un comunicado a todos sus países miembros -una comunidad que la integran 190 naciones, y una cantidad que sólo es superada por las federaciones de fútbol (FIFA), atletismo (FIAA) y básquetbol (FIBA)-, en el que anunció que, desde el pasado 1 de diciembre de 2019, el número de ajedrecistas federados en el mundo asciende a 352.234 casos, según el informe elaborado por el investigador letón Kaspars Migla, en el que se señala además que el crecimiento en el último año fue de casi 30 mil nuevos federados y que, de mantenerse ese crecimiento exponencial, antes de 2024 la entidad rectora del ajedrez mundial contaría con aproximadamente 500.000 jugadores en el ranking.

Según el detalle de los nuevos 29517 ajedrecistas federados en el mundo, en su mayoría se corresponden a seis naciones, y en este orden: India (con 2689), Rusia (2372), España (1831), Francia (1703), Irán (1600) y Alemania (1416). En el mismo informe en Sudamérica sobresalen: Brasil, que se ubicó 11°, con 495 nuevos federados seguido por Argentina, 12ª, con 483.

En cuanto al número global de ajedrecistas ranqueados (más de 350 mil) los países que cuentan con mayor cantidad de inscriptos son: Rusia (líder, con 34811 federados), seguido por India (32494), Alemania (26549), España (24784), Francia (23414), Irán (10773), Polonia (10467) e Italia (10195). En ese listado Argentina se ubicó 16ª, con 5126 jugadores (hombres y mujeres) federados, dos puestos por detrás de Brasil (14°) con 5340 casos. Acaso, aquí sea necesario hacer la salvedad en el número demográfico de cada país ya que, salvo Polonia con 38 millones de habitantes, el resto de las naciones tienen un número superior al de Argentina, con aproximadamente 40 millones de ciudadanos, según el censo de 2010.

Asimismo y con relación al orden de ubicación de las naciones en ese ranking existen dos salvedades que valen la pena aclarar; las referidas a los índices de dos países en particular: Estados Unidos (11°, en la tabla global) y China (46°). Es que mientras Norteamérica es la segunda potencia en fuerza ajedrecística a nivel mundial detrás de Rusia, y se trata de una nación con más de 320 millones de ciudadanos, en el ranking de la FIDE sólo figuran inscriptos 6511 jugadores federados. Esto es como consecuencia que sus ajedrecistas prefieren participar en los certámenes internos, cuyos sistemas de clasificación son supervisados por la United State Chess Federation (USCF) en lugar de la FIDE. Una muestra de ello es que en 2018 esa federación contaba en sus registros con más de 85.000 jugadores.

Más curioso es el caso de China, un país con 1400 millones de habitantes, que se ubica como tercera potencia mundial en el ajedrez y registra apenas 658 jugadores federados activos. Pero estos números obedecen a una historia que merece ser contada.

Hubo un período calamitoso entre 1966 y 1969, incendiario y trágico conocido como la revolución cultural china que prohibió el ajedrez mientras gobernaba la Banda de los Cuatro y su líder Mao Zedong, agonizaba. En esa época fueron atacados los intelectuales y obligados a abandonar sus actividades; los enviaron a trabajar en el campo. Hubo destrozos de monumentos y el ajedrez al igual que la ópera fue prohibido. La policía multaba a los jugadores callejeros, les registraban sus casas en la búsqueda de libros técnicos los que más tarde eran quemados en las plazas públicas. En 1978, con la llegada al gobierno de Deng Xiaoping los ataques a los ajedrecistas cesaron y, cuarenta años más tarde, los chinos pasaron a dominar los secretos del juego que antes habían visto brillar a figuras como Capablanca, Bobby Fischer, Kasparov o Carlsen. Por ello, tanto en las categorías femenina y absoluta (reúne a hombres y mujeres) conquistaron las medallas doradas en varias olimpíadas de ajedrez -la principal competencia por equipos que de manera bianual juegan los seleccionados, con los cuatro mejores ajedrecistas de cada nación-. En la actualidad todo lo referente a la educación y al desarrollo de la inteligencia es sumamente importante en China; las olimpíadas de matemáticas, los Juegos Mentales y el ajedrez convencional reciben un gran apoyo del Estado. Si bien la federación de ajedrez local cuenta con un millón de jugadores federados (algo similar a lo señalado en EE.UU.) aún el número está lejos en popularidad, si lo comparamos con otras actividades tradicionales, como por ejemplo el GO, con 10 millones de federados, y del ajedrez chino, con 100 millones.

El ejemplo norteamericano y chino, donde sus deportistas le dan mayor importancia a ser federados en los registros internos de su propio país en lugar de la federación internacional que rige la actividad, también sucede a menudo en muchas regiones del planeta con otros deportes, donde por ejemplo el número de golfistas, tenistas o basquetbolistas es muy superior al que registran las federaciones internacionales IGF, ITF y FIBA, respectivamente.

Pero volviendo al informe que dio a conocer hace algunas semanas la federación internacional de ajedrez, también existe otro ítem en el que Argentina mostró un avance en la actividad. Es que en el concierto mundial de las naciones, ordenado por la fuerza ajedrecística de sus jugadores (la suma de ubicaciones individuales de sus deportistas en el ranking internacional), Argentina es el mejor de la región, ya que se posicionó en el puesto 21° (en los últimos veinte años había deambulado entre el 26°/35° lugar de la tabla), y hoy se ubica, por encima de Cuba (27°), Brasil (30°) y Perú (31°). Las diez primeras naciones que encabezan esa tabla de potencias en el ajedrez son: Rusia, EE.UU., China, India, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Hungría, Francia y Polonia.

No obstante, y más allá del desglose del informe presentado por la FIDE, que tiene el aval de los registros de cada una de las federaciones nacionales de los 190 países en el mundo donde se practica ajedrez, el mismo sólo abarca a sus jugadores federados sin hacer mención alguna de la cantidad de aficionados que posee. Contar con una estadística que permitiera conocer el grado de popularidad de la actividad, a nivel mundial y en cada país en particular, sería de gran valor.

Lamentablemente ni en el actual Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, ni en la anterior Agencia de Deporte Nacional, o Secretaria de Deportes de la Nación, existe documentación alguna que permita confirmar la cantidad de deportistas federados, o cuáles son las actividades más multitudinarias que cuenta el país. Las estadísticas y estimaciones están en manos de las federaciones nacionales.

Hace algunos años cuando el Buró de la FIDE estaba compuesta por varios integrantes sospechados de corrupción, entre ellos su presidente, el calmuco Kirzan Ilyumzhinov con entrada prohibida a EE.UU. por sus acuerdos comerciales, lavado de dinero y contrabando con los gobiernos de Assad, en Siria, Gadafi, en Libia y Husseim en Irán, le fue encargado a YouGov -una empresa dedicada a la investigación de mercado y análisis de datos basado en Internet-, que llevara adelante un estudio que permitiera conocer la cantidad de ajedrecistas (federados y aficionados) que hay en el mundo.

La popularidad de Magnus Carlsen, que se acrecienta con su permanencia como campeón mundial, tal vez ayudó al aumento de federados. Y la tecnología también ha contribuido a este boom. (AFP)
La popularidad de Magnus Carlsen, que se acrecienta con su permanencia como campeón mundial, tal vez ayudó al aumento de federados. Y la tecnología también ha contribuido a este boom. (AFP)

Si bien la credibilidad de las encuestas está en franco descenso (tras los errores sucedidos, principalmente en el mundo de la política con la mayoría de los estudios sobre resultados o tendencias electorales), también hay una gran desconfianza cuando los trabajos son solicitados por fuentes interesadas. Esa vez, en 2012, salieron a luz varios comunicados, sin fundamentos ni rigor periodístico, que señalaron que alrededor de 605 millones de adultos jugaban al ajedrez en el mundo. El desglose del estudio bajo las siglas ABC1, ubicaba a Reino Unido, EE.UU., Alemania, Rusia e India como las principales naciones con mayor número de practicantes. A ocho años de aquella encuesta no existen registros (ni de parte de YouGov, ni de FIDE) para comprobar la veracidad del informe.

Sin embargo se sabe que el ajedrez es uno de los juegos más antiguo de la humanidad, que nació aproximadamente en el siglo IV a.C, en la India y que llegó a España en el siglo VIII. De allí se expandió por Europa, primero y más tarde hacia América. Hoy, con los avances de la tecnología en particular, se puede comprobar que son millones de personas -en su mayoría aficionados-, los que juegan ajedrez por Internet de manera diaria.

Acaso, esto sucede por tratarse del único deporte que permite que un aficionado pueda jugar ante un par o incluso ante el campeón mundial desde su casa sentado cómodamente en un sillón, sin más ayuda que una pantalla con conexión a la red. Por ello, no es extraño que millones de personas lo practiquen y se enfrenten con sus rivales ocasionales las 24 horas de cada día, los 365 días de cada año. Los sitios Chess24, Playchess, Internet Chess Club, Lichess y Chess son los de mayores convocatorias. Este último cuenta con casi treinta y cuatro millones de miembros (33.613.408) y acaba de exhibir en su portal la base de su archivo con un billón de partidas (1.021.050.150) disputadas por sus miembros entre enero de 2013 y enero de 2020.

La federación argentina de ajedrez (FADA) que conduce el Ing. Mario Petrucci, cuenta con 85 entidades afiliadas, entre federaciones y clubes con representatividad en las 23 provincias argentinas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Con relación al crecimiento de la actividad dio su visión: “Es muy importante posicionarse en el Top de las naciones con más jugadores y actividad, pero existe una tendencia muy grande a nivel mundial referida al crecimiento de las actividades amateur. Y el ajedrez no es una excepción. Si lo trasladamos a porcentajes, el ajedrez argentino tiene un 1% de federados y el 99% de sus jugadores son aficionados. Y hay otra salvedad con relación al deporte federado. Por citar un ejemplo, el Círculo de Ajedrez de Villa Martelli cuenta con 550 jugadores federados, pero solamente 150 de ellos pagan el canon anual de $800 para computar sus partidas al Elo (sistema de puntuación de los ajedrecistas en el ranking internacional de la FIDE). Esto demuestra que el número de jugadores federados de la Argentina aún es mayor”, contó Petrucci.

A veinte siglos de su origen, cada vez son más los que se acercan al ajedrez para descifrar sus secretos; un desafío para el ingenio de chicos, jóvenes y adultos. Todo un juego popular.

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