Al menos tres personas con heridas de diferente consideración fue el saldo de los graves incidentes, que incluyeron ataques con armas blancas, que se registraron el domingo por la tarde en el seno de la barra brava de Nueva Chicago, cuando el equipo jugaba contra Temperley por la fecha 17 de la Zona 1 de la Primera Nacional.
Las primeras informaciones dieron cuenta que una persona fue atendida en el hospital Santojanni con herida de arma blanca, mientras que las otras dos fueron tratadas por contusiones, aunque no se sabía la gravedad de su estado.
Según quedó registrado en las imágenes televisivas que transmitieron el partido, al menos dos personas de una facción de la barrabrava del Torito atacaron a cuchillazos y golpes a otro grupo, en la tribuna popular de la República de Mataderos.
El violento episodio se produjo justo en el instante que el árbitro Mario Ejarque dio el pitazo inicial y obligaron a frenar el juego a los dos minutos del primer tiempo. Una vez que los focos se frenaron y la Policía Federal dio las garantías del caso, el partido se reanudó luego de cinco minutos de estar detenido, y sin saber el estado de las personas que fueron agredidas y resultaron heridas durante los incidentes.
Unas horas más tarde, después de la finalización del cotejo que concluyó 1 a 1, la justicia contravencional decidió clausurar el estadio por los hecho de violencia que se registraron. La medida fue resuelta por el juzgado 22, a cargo de la doctora Gabriela Zángaro, y a pedido de los fiscales Gustavo Galante y Aníbal Brunet.
La clausura implica la restricción del desarrollo de espectáculos futbolísticos, en los términos del artículo 96 del Código Contravencional. Además, el Torito podría ser sancionado desde el aspecto deportivo con la quita de puntos. En este sentido, el Tribunal de Disciplina de la AFA se comunicó con los dirigentes del club porteño para anunciarles que tienen la posibilidad de realizar un descargo, antes de que se dictamine la sanción definitiva.
El fin de semana pasado, un hincha de Olimpo murió durante un ataque de personas identificadas con Villa Mitre, en la víspera del clásico de Bahía Blanca por el Federal A, mientras que barras de Independiente Rivadavia de Mendoza obligaron a la suspensión de su juego frente a Atlanta, por incidentes en las tribunas.
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