Argentina Open de tenis: 20 años, 20 historias

Cada uno tendrá sus recuerdos de este certamen argentino que cumple 20 años. Tal vez, algunos tengan presente el bailecito de Gaudio a Coria, cuando le ganó en 2001, o la sorpresa de un jovencito Pico Mónaco, que arriba de un taxi vio sorprendido su foto en la tapa del diario, de camino al match frente a Guillermo Coria

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2001 Guga el #1

El primer Argentina Open tenía que mostrar que llegaba para hacer grandes cosas en la región. Por tal motivo, Butch Buchholz y Joaquín Blaya, sus creadores, decidieron contratar al mejor jugador de la región para el torneo debut. El brasileño Gustavo Kuerten ocupaba el puesto número 2 del ranking de ATP y estaba expectante de volver al liderazgo del escalafón. “No nos importaba la cifra, queríamos que juegue y él no puso condiciones”, rememoran los organizadores.

Era pleno auge de la “Legión Argentina”, pero el público iba a ver a “Guga”. El brasileño cumplió con las expectativas y llegó a la definición del torneo, dejando en el camino a Guillermo Cañas, que ya asomaba como uno de los mejores argentinos.

Por la parte baja del cuadro, Gastón Gaudio le ganaba en cuartos de final al por entonces teenager Guillermo Coria (19 años), apodado “El Mago”, y luego caía en semifinales ante otro jovencito de incipientes 18 años, José “Chucho” Acasuso.

El misionero disputó su primera final de ATP y tenía frente a él al doble ganador de Roland Garros (meses después conseguiría el tercero) que buscaba consagrarse en Buenos Aires y volver al N°1 de ATP.

La final, sigue siendo recordada aún por “Guga”, porque con esa victoria sobre Acasuso, por 6- 1 y 6-3, logró volver al tope del ranking mundial, antes de dejar esa posición, definitivamente, en noviembre de ese año.

2002 El año del “Corralito”

La segunda edición estuvo marcada por la “hecatombe económica argentina”, como la llamaban los organizadores del, hoy, Argentina Open. La gran devaluación y la crisis política en la Argentina, llevaron a Miguel Nido (presidente de la empresa Altenis, de Buchholz y Blaya) a hablar con la ATP y ver la forma de suspender el torneo por un año, pero finalmente se decidió por afrontar la situación y darle continuidad al certamen. “Queremos asegurarles que el torneo se realizará sin importar la situación económica del país“, dijeron a comienzos de 2002.

Una de las formas de paliar la situación del momento y “de perder menos dinero” que encontraron, con la autorización de la ATP, fue la de reducir el premio y llevarlo de u$s600 mil a u$s400 mil, el mínimo posible en la categoría de ATP250.

“Guga” Kuerten volvió a apoyar el torneo y llegó a Buenos Aires para defender el título, pero cayó con Agustín Calleri. El cordobés, con dos victorias sobre jugadores brasileños y otras dos sobre argentinos, perdió una final que la tuvo en un smash, cuando sacaba 6-2 y 5-1. Nicolás Massú aprovechó las dudas de Calleri y dio vuelta el match para levantar por primera vez un trofeo de ATP.

2003 Sponsor, se busca

Con 12 argentinos en el cuadro y con Carlos Moyá, 4 del mundo, como primer cabeza de serie, se jugaba la tercera edición del torneo en Buenos Aires y sería la última del sponsor principal (AT&T) con el que había llegado el torneo a la Argentina. Una baja por demás sensible para el certamen que volvió a hacer tambalear la continuidad del torneo.

Le resultó muy difícil a la organización encontrar anunciantes de la categoría que tuvieron en los dos primeros años, pero volvieron a asegurar la continuidad.

Carlos Moyá se alzaba con el título y le daba el raquetazo inicial a lo que sería la hegemonía española en Buenos Aires.

2004 Un argentino, después de 17 años

Dos Top Ten y seis jugadores entre los 30 mejores del mundo parecía una exageración para un ATP 250, la categoría más baja dentro del circuito, que no tenía un anunciante soporte que le diera el nombre a la Copa.

Guillermo Coria encabezaba la lista de jugadores, seguido por Carlos Moyá, a quien derrotaría en la final por 6-4 y 6-1, para darle a la Argentina el primer título conseguido por un tenista local desde que lo hiciera otro Guillermo, Pérez Roldán, en 1987. Habían pasado 17 años.

2005 ¿Nadal? ¿Quién es Nadal?

En 2005 Rafael Nadal llegó por primera vez a Buenos Aires. Con apenas 18 años, el español, que había ganado su reputación el año anterior como integrante del equipo campeón de Copa Davis, era apenas conocido por el gran público argentino.

El torneo tenía como N°1 a otro español, Carlos Moyá, y marcaba el regreso de Mariano Puerta a los primeros lugares del ranking. Pero un partido quedaría en el recuerdo, el que sostendrían en cuartos de final Rafa Nadal y quien sería campeón del certamen ese año. En una noche molestamente ventosa, Gastón Gaudio no lograba sacarle un solo game a Nadal, en el primer set, y el último campeón de Roland Garros perdía 6-0. El segundo parcial sería igual, pero al revés, el que se iba a sentar en cero era Nadal. Un 0-6/6-0 es un resultado de lo más extraño en el tenis masculino. El tercer y definitivo set también quedó para Gaudio y por 6-1. La leyenda, Gastón y algunos de la organización, cuentan que el joven Rafael Nadal rompió varias raquetas en el vestuario, la única ocasión en que el manacorí habría tenido esta reacción. Un mes más tarde vencía a Federer, en Miami, en el primer choque de sus vidas.

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2006 Aparece Del Potro

Martín Jaite, director del Argentina Open, quiso promocionar a los tenistas jóvenes argentinos desde la primera edición, y tenía en la mira a una proyección que se transformaría en figura rápidamente. “Ese es el chico al que quiero invitar”, le dijo Martín a Buchholz y le dieron un lugar en el cuadro principal. Con 17 años y algunos meses, Juan Martín del Potro jugaba su segundo torneo ATP y hacía su presentación ante el gran público argentino, que sólo había escuchado hablar de él. El sorteo no lo había favorecido y le tocó enfrentar, en primera ronda, al español Juan Carlos Ferrero, 3° preclasificado y ex N°1 del mundo. El match fue duro y Ferrero debió esforzarse en el último y definitivo set para quedarse con la victoria por 6-2, 4-6 y 6-4.

El campeón de ese año volvió a ser Carlos Moyá, y las hijas del director del torneo, aún pequeñas, le compusieron una canción que le cantaron en la Sala de Jugadores.

2007 Round Robin y el primero de Mónaco

La ATP decidió modificar la planificación de los torneos, cambiar los habituales cuadros de competencia y darle la posibilidad a la gente de tener, al menos por dos partidos a cualquiera de los jugadores. Una decisión que dio para las suspicacias y la especulación entre los jugadores. Por eso, la prueba duró menos de una temporada. En medio de la experimentación, Juan Mónaco aprovechó los descuidos y llevó su tenis hasta el domingo de la final, en donde enfrentó al italiano Alessio di Mauro por 6-1 y 6-1 y, de esa manera, logró el primer título de su carrera.

2008 Estilo Maradona

La edición 2008 no sólo será recordada por el triunfo de Nalbandian o porque fue la última ganada por un argentino, sino por los momentos bochornosos que protagonizó Diego Armando Maradona en el court central.

Un lluvioso viernes de febrero, David Nalbandian y Potito Starace disputaban los cuartos de final del Argentina Open y “El Diez” se sentó en uno de los palcos pegaditos a la cancha, junto a algunos amigos. En su afán de alentar al cordobés, Maradona comenzó a gritarle y a insultarlo al italiano. Era aún peor cuando Potito debía recibir el saque del cordobés del lado en que Diego estaba sentado.

Por ser napolitano, era conocida la idolatría que sentía Starace por Maradona, con quien nunca se había encontrado. Por esa razón, desde Prensa del torneo promovieron que se conocieran en el vestuario y se pudieran tomar fotos juntos. Sin embargo, en la segunda interrupción por lluvia, cuando había un equipo de TyC Sports en la puerta de la Sala de Jugadores y dos fotógrafos para plasmar la ocasión, era tal la calentura del italiano para con Diego, que echó por tierra la acción. El partido terminó en triunfo de David, Potito se fue del estadio sin bañarse y sin remera con tal de no cruzarse con Maradona.

“Me insultó durante un set y medio. Debí pedirle al árbitro que lo hiciese callar. Ya no soy su admirador. Me desilusionó su comportamiento", diría después el italiano.

2009 La torta que no fue

En semifinales, el duelo de argentinos entre David Nalbandian y el tandilense Pico Mónaco, que habían ganado las últimas dos ediciones, prometía ser un gran espectáculo, a pesar de la llovizna que caía por momentos sobre el Buenos Aires Lawn Tenis. El partido entre ellos tenía un significado especial para el cordobés, porque en caso de ganarlo alcanzaría la victoria N°200 en su carrera.

Nalbandian comenzó marcando la diferencia, se llevó el primer set por 6-2 y avanzaba como para quedarse con el partido. Por eso, su entrenador hasta dos meses atrás y también director del torneo, Martín Jaite, hizo llevar hasta una de las bocas de ingreso al estadio una torta con el número de 200 con la que celebrarían a David dentro de la cancha, una vez logrado el triunfo.

Peor el segundo parcial quedó en manos del tandilense por 7-5 y la torta volvió a resguardo por unos minutos. El pastel fue y vino un par de veces más durante el tercer set y quedó expectante hasta que desapareció definitivamente en una de las oficinas, luego de que Pico Mónaco se quedara con el tie break del tercero por 7-2.

La torta no tuvo espacio para la celebración argentina ni siquiera en la final del día siguiente, cuando bajo una intensa lluvia, y luego de una suspensión de más de 1 hora y media, otro español, Tommy Robredo, se quedaba con el trofeo.

2010 Inundación y gomones

El viernes 19 de febrero de 2010, jornada de cuartos de final del ATP de Argentina, aún es recordado por la intensa lluvia que cayó sobre Buenos Aires, fueron 80 milímetros en poco tiempo, lo suficiente para cubrir la superficie de los bosques de Palermo y rebalsar el lago frente al torneo.

David Nalbandian se había desgarrado la jornada anterior durante su partido frente al español Daniel Gimeno Traver. Luego de perder el primer set y ganar el segundo, el cordobés se acercó a su cuerpo técnico, que le pedía que se retire, y les dijo: “no me voy a retirar, porque a éste le gano en una pierna”. La victoria por 6-7(5), 6-4 y 7-6(7) lo llevó a cuartos de final y su desgarro al sanatorio, por lo que sólo quedaban dos argentinos con chances de llegar a semifinales.

Horacio Zeballos y Pico Mónaco ingresaron a la cancha, pero sólo pudieron jugar un set, la llovizna inicial se transformó en tormenta y el diluvio en inundación. Con la jornada suspendida se puso a prueba el plan de evacuación. El suelo no se veía, en los lugares menos inundados, el agua cubría los tobillos y el staff del torneo se dispuso a dar instrucciones para que la gente pudiera retirarse con seguridad. Flotadores inflables, caminos de madera elevados en algunos sectores e indicaciones precisas lograron su cometido. Sólo un auto resultó alcanzado por una pesada rama, de todos los estacionados en las proximidades.

El torneo continuó al día siguiente y el campeón volvió a ser español, en esta ocasión, Juan Carlos Ferrero.

2011 Un Torino en la final

La edición 2011 tuvo nuevamente predominio español, pero en medio apareció Juan Ignacio Chela en lo que sería uno de los mejores años de su carrera. Con 31 años y algunos problemas en los pies, el “Flaco” de Ciudad Evita se convertiría en la raqueta N°1 de Argentina a mitad de temporada y mucho tendría que ver su actuación en el Argentina Open. Consumiendo mucho combustible, el “Torino” aceleró y llegó a la final para enfrentar a Nicolás Almagro (España).

Un año antes, el por entonces capitán de Copa Davis, Tito Vázquez, le justificaba su decisión de no convocarlo para el equipo argentino diciéndole que ya no le podía ganar a los coches nuevos. Desde su acostumbrado humor, Chela dijo, entonces debo ser un “Torino”, un gracioso e irónico apodo que se haría público algunos meses después, cuando repitió su mejor actuación en Roland Garros, llegando a los cuartos de final del Abierto francés, para enfrentar a Andy Murray.

Chela se quedó sin nafta sobre el final del tercer set, y el murciano -amante del tango y el asado argentino- se llevó el noveno de los 13 títulos de su carrera.

2012 Un aplauso para el asador

Stanislas Wawrinka llegaba por primera vez a la Argentina y a su torneo ATP. La expectativa era mucha por verlo, aunque el suizo no había hecho grandes cosas en el circuito aún. Sin embargo, se portó con mucha simpatía y atrajo las miradas del público y de la prensa.

Como todo el mundo, conocedor de la calidad de las carnes argentinas y de la forma de prepararlas, quiso aprender a hacer asados. Fue por eso que acordaron que llegaría al mediodía al stand de La Cabrera, ubicado en el patio de comidas del torneo, y junto a uno de los expertos asadores tomaría sus primeras lecciones, las que abarcaron desde encender el fuego hasta retirar la carne de acuerdo al gusto: “jugoso, a punto y bien cocido”, aprendió a reconocer.

Mientras Wawrinka seguía distraído con las brasas, David Ferrer (otro español) ganaba el primero de sus tres títulos al hilo en Buenos Aires.

2013 El primero de Schwartzman

Con 21 años, Diego Schwartzman aparecía como uno de los jóvenes de proyección internacional, pero que aún no había podido ganar un partido en un torneo ATP. Es cierto que jugaba recién su segundo 250, luego de haber atravesado la clasificación en Viña del Mar, pero cayó en primera ronda ante Horacio Zeballos, que se quedaría con el título chileno después de vencer a Rafael Nadal en la definición.

El sorteo del Argentina Open puso a Schwartzman frente al brasileño Thomaz Bellucci, 38 del mundo, y en casi dos horas de partido obtenía su primer triunfo de ATP, por 6-4, 4-6 y 6-1. A pesar de la derrota en la siguiente ronda, por 6-3 y 6-1, a manos de Tommy Robredo, el Peque empezó a hacerse famoso en el tenis argentino.

El título volvió a ser para Ferrer.

2014 La ausencia de Rafa y la generosidad de Ferrer

El Argentina Open tenía el compromiso de Rafael Nadal de venir a disputar la edición N°14 del torneo, sin embargo, una lesión en la espalda durante la disputa de la final del Australian Open ante el suizo Stan Wawrinka lo sacó por tres semanas del circuito. El por entonces N°1 del mundo hizo llegar sus disculpas y garantizó que, de estar en condiciones, jugaría la edición 2015.

La organización salió de manera urgente a buscar un reemplazo que estuviera a la altura y encontró una rápida y desinteresada respuesta en David Ferrer, quien había programado en su calendario tener a la semana de Buenos Aires como descanso.

Llegó a la Argentina con una invitación, pero como primer preclasificado y con todas las fichas puestas para llegar a la final de un torneo con pocos argentinos (9), en el que la mitad había ingresado por invitación o por ganar su lugar en la Qualy. Por esa razón, ese año es el único en el que no hubo ningún jugador local en los cuartos de final del Argentina Open.

El italiano Fabio Fognini, con su talento y andar maradoniano dentro de la cancha, fue la única oposición que tuvieron los españoles en el cuadro. Pero no le alcanzó y David Ferrer cumplió con los pronósticos de quedarse con el tercer título, y consecutivo, para convertirse en el que más veces levantó el trofeo en Buenos Aires, hasta el momento.

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2015 Nadal llena y gana

Luego de su arribo frustrado el año anterior, y en búsqueda de recuperar ranking y juego, 11 años después de su única participación en el ATP de Buenos Aires, Rafael Nadal regresó a la Argentina en 2015, pero esta vez ya consagrado. Fue la primera edición con un cuadro de 28 jugadores (antes eran era de 32) y con una gran convocatoria en los horarios en que al español le tocaba entrar al estadio del Buenos Aires. En su camino al título, Rafa tuvo sólo rivales argentinos desde la primera ronda: Facundo Argüello, Federico Delbonis, Carlos Berlocq y a Pico Mónaco en la definición por el título. El manacorí no perdió un solo set en todo el torneo y quien más trabajo le dio fue Berlocq, en el primer set de las semifinales.

2016 Fin del predomino español

El austríaco Dominic Thiem llegó con toda su juventud para darse a conocer sobre la superficie que más le gusta, el polvo de ladrillo, para demostrar que era uno de los jóvenes con mayor proyección en el circuito internacional. Junto a él, Rafael Nadal, John Isner (la decepción del certamen), Jo Wilfried Tsonga, David Ferrer y Nicolás Almagro compusieron uno de los mejores cuadros del Argentina Open de los últimos 10 años.

En medio del torneo, Thiem se hizo tiempo para homenajear a su perro “Ugo” y grabar un comercial de alimentos para perros, junto a Tsonga. Ambos jugadores pelotearon durante varios minutos en el court central, mientras los canes cumplían el rol de recoge pelotas.

Fueron días de intenso calor y del uso de ventiladores dentro de la cancha. En semifinales, “Dominator” daba la sorpresa en semifinales, venciendo por primera vez a Rafael Nadal. Al día siguiente, Thiem conseguí el cuarto título de su carrera y el primero en Argentina.

2017 El hermano de los Orozco

La edición 2017 fue la del campeón menos pensado. El japonés Key Nishikori (N°5 del mundo) había llegado como la máxima figura de un torneo que, en cuartos de final, ya se había quedado sin argentinos. Por la parte baja del cuadro, un simpático ucraniano de juego indescifrable y de aspecto andrógino aparecía en la definición sin haber perdido un solo set.

La final fue pareja, el público no tenía un favorito, por eso, cuando el jugador de Kiev se quedó con el título sobre Nishikori, por 7-6(4) y 6-4, los aplausos no se hicieron esperar.

Dolgopolov no sólo es el campeón más raro por su juego, por la repetición de la única vocal en su apellido y por no ser preclasificado, sino también por su nacionalidad.

2018 Cambio de dueño

Miguel Nido, presidente de Altenis, escuchaba ofertas sobre la semana de Buenos Aires, el Argentina Open estaba a la venta. Se acercaron algunos oferentes, entre ellos, algunos cercanos a Marcelo Tinelli, Torneos y Competencias y la empresa Tennium, liderada por el empresario belga Kristoff Puelinckx, el ex tenista francés Sebastien Grosjean y el uruguayo Martín Hughes.

Con el antecedente de la realización del ATP250 de Amberes y la Senior Masters Cup en Marbella, fue quien terminó conquistando la compulsa y debutaron con el regreso de Dominic Thiem, más consolidado en el circuito y dentro de los 10 primeros del mundo, que ganó por segunda vez el Argentina Open.

2019 Peque da el golpe

Habían pasado cuatro años de la última aparición de un argentino en la definición del Argentina Open y, encima, llegaba por tercera vez Dominic Thiem al Buenos Aires Lawn Tenis. Para colmo de males, el sorteo quiso que el jugador argentino con mayores chances, Diego Schwartzman, saliera por la misma semi llave del austríaco, por lo que habría cruce en semifinales.

El sábado por la tarde, con un estadio concurrido, Peque debió esforzarse y dar vuelta tres veces el match, después de haber perdido el primer set, perder 2-4 el segundo y 1-4 el tercero, para llevarse el pase a la definición frente al italiano Marco Cecchinato.

La presión del título en casa y el desgaste frente a Thiem fue demasiado peso sobre la raqueta de Schwartzman y cedió la chance de conquista, por lo que el último argentino campeón del Argentina Open sigue siendo David Nalbandian, en 2008.

(Reuters)
(Reuters)

2020 Homenajes y la primera vez

El vigésimo cumpleaños del torneo fue marcado por la primera vez. La primera en varias situaciones. Los homenajes fueron el eje central de los festejos de estos primeros 20 años del Argentina Open y, uno a uno, ingresaron en la cancha los jugadores de la Legión que hicieron grande a este certamen. Coria, Nalbandian, Gaudio, Zabaleta, Calleri, Acasuso, Chela, Etlis, Hood, junto a Zeballos, Molteni y Mayer, que aún siguen en actividad, recibieron su merecido premio en aplausos.

Pero el arranque del certamen no había lucido tan alentador. Nunca antes se habían producido tantas bajas juntos en el Argentina Open y llegaron al número de 4: Dominic Thiem (cansancio) y Matteo Berrettini (lesión), a los que se sumaron Fernando Verdasco (malestar y resfrío) y Cristian Garín (fatiga). Pero a pesar de las malas noticias por las ausencias sensibles, el torneo fue mutando y arrojó resultados más atractivos. Debido a las ausencias de los Top Ten, por primera vez, después de 11 años, un argentino volvía a ser cabeza de serie N°1 y Diego Schwartzman saldría en la parte más alta del cuadro.

En medio de las celebraciones, las estadísticas acumularon un dato más. Desde que se iniciara este torneo, los españoles habían marcado su dominio y siempre habían dicho presente en los cuartos de final, hasta esta edición en que, por primera vez, ningún tenista de esa nacionalidad quedó entre los ocho mejores ocho del certamen.

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