La noticia sorprendió al mundo del fútbol argentino el pasado sábado 25 de enero. Después de haber sido titular y de haber jugado los 90 minutos en la derrota de Lanús en su visita a Mar del Plata contra Aldosivi, Lautaro Valenti fue víctima de un hecho de inseguridad. El joven de 21 años fue secuestrado junto a un amigo por delincuentes y, tras el pago de un rescate, el marcador central del equipo que dirige Luis Zubeldía fue liberado junto a su compañero.
El tiempo pasó y recién dos semanas después, Valenti se animó a hablar sobre lo que le sucedió a él y a su amigo. “Por suerte no pasó a mayores. Me agarraron en Lanús, me vieron el auto. Yo estaba parando ahí en un kiosco y me agarraron tres”, dijo el futbolista de Lanús en diálogo con el programa Paso a Paso, que se emite todos los domingos cerca de la medianoche por TyC Sports.
“Me llevaron por todos lados. Estaba agachado y no querían que me levante. Me pegaron un culatazo. Estaban los tres armados”, mencionó al mismo tiempo que describió con la crudeza que lo trataron los delincuentes mientras lo tenían cautivo.
“Siempre tenía el fierro en la rodilla. Si no pagaba me iban a meter un tiro. Siempre estaba con ese cagazo. Pero por suerte pagaron”, dijo.
Según el informe policial de la Jefatura Departamental de Seguridad de Lanús al que accedió Infobae aquel sábado de enero, el representante del futbolista, Adrián Ruocco -el mismo de Carlos Tevez-, pactó con los delincuentes el pago del rescate para liberar al jugador y su amigo. Si bien en primera instancia, los secuestradores le solicitaron la suma de 70.000 dólares, finalmente la entrega de los dos implicados se realizó tras haberle abonado a los extorsionadores unos 5.000 de la moneda norteamericana y 3.000 pesos.
¿Cómo fue toda la secuencia desde que lo capturaron? Así lo relató el propio Valenti, todavía conmocionado por lo que le tocó vivir tras haber jugado con Lanús en Mar del Plata. “Me agarraron en Lanús, me vieron el auto. Yo estaba parando ahí en un kiosco y me agarraron tres. Me llevaron por todos lados. Estaba agachado y no querían que me levante. Me pegaron un culatazo. Estaban los tres armados”.
Además, el marcador central, que es una pieza clave en la defensa del conjunto que dirige Luis Zubeldía, explicó que lo tuvieron secuestrado durante unas cinco horas.
“Primero querían ir para mi casa, pero yo les dije que era de Rosario y que por eso estaba viviendo en la pensión. Y que a la pensión no iban a poder entrar porque tenía seguridad. Ahí me preguntaron si alguien podía pagar mi rescate y les dije ‘mi representante’”.
El propio Ruocco fue el que encabezó las negociaciones con los secuestrados y realizó el pago. “Gracias a él estoy vivo. Pidieron 70 mil dólares, hicimos la denuncia y estuve como 9 horas declarando. Estoy agradecido a él y también por mi amigo. Es una lástima que pase esto, pero así estamos”, dijo Valenti en la entrevista.
Nacido en Rosario, Valenti hizo su estreno en la Primera División en mayo de 2019 contra Vélez en el estadio José Amalfitani. En aquella ocasión, el Fortín de Liniers venció 3-0 a Lanús y el juvenil proveniente de la cantera jugó todo el partido. A fin de 2019, el defensa fue protagonista de una dura puja entre su club y la AFA por la no cesión del futbolista para ser parte de la lista de convocados que armó el entrenador Fernando Batista de cara a la participación de la Selección Sub 23 en el preolímpico sudamericano de Colombia.
“Mis compañeros me dieron aliento, me dijeron que siga con la vida como la tenía. Que siga firme en los partidos”, concluyó Valenti sobre lo que sucedió en uno de los peores días de su vida.
SEGUÍ LEYENDO: