Los primeros pasos de Jorge Amor Ameal al mando de Boca fueron con un inesperado sacudón: la promesa juvenil Santiago Ramos Mingo decidió apelar a la patria potestad para firmar con el Barcelona.
Mientras las preguntas en torno a su salida se multiplican, el futbolista de 18 años decidió romper el silencio para explicar lo ocurrido. “Hablé con la anterior dirigencia. Habíamos arreglado que después de las elecciones íbamos a hablar porque no sabíamos si iban a seguir o no. Una vez que se fueron yo ya había tomado la decisión de irme. Yo la decisión la tenía tomada”, reconoció ante el programa partidario radial El Show de Boca (AM 990).
El marcador central izquierdo pasó cinco temporadas en las juveniles del Xeneize antes de tomar la determinación de marcharse al filial del Blaugrana. Durante un tiempo fue representado por el mismo agente que Carlos Tevez (Adrián Ruocco), pero finalmente optó por culminar ese vínculo: “Él trabajaba en el club y decidimos separarnos, pero quedó bien la relación”.
El cordobés firmó por tres años con Barcelona con la opción de renovar por otros dos más. Barcelona, que le puso una cláusula de rescisión de 60 millones de euros y que ascenderá automáticamente hasta los 100 si debuta en el primer equipo, lo contactó por intermedio de un amigo del hermano de Ramos Mingo. “Todo arrancó por mi hermano Franco, que juega en el mismo equipo de Toronto que el hijo de Bakero”, señaló. José Mari Bakero es un ex futbolista del Barça que desde hace dos años está al frente del fútbol formativo profesional de la entidad catalana.
“Habló por teléfono mi hermano y le dijo “mirá a mi hermano que juega bien”. Justo venía a ver un partido de reserva entre Boca y San Lorenzo. Después de ese partido hablamos un rato, me dijo que estaba interesado, que trabajaba en Barcelona. Pero como era menor recién a los 18 podíamos hablar. Dijimos que íbamos a hablar a los 18 cuando pudiera decidir porque faltaban algunos meses para que pudiera tomar una decisión”, relató Ramos Mingo.
Desde Boca están analizando los pasos a seguir luego de esta situación. De base, se especula con que Barcelona debería poner alrededor de 290 mil euros en concepto de derechos formativos, pero el Xeneize acudiría a la FIFA para reclamar más ya que el juvenil partió libre y no aceptó firmar su primer contrato. “Alguien no le hizo el contrato, porque cuando los jugadores son diferentes, son diferentes. Vamos a nombrar una comisión para hacer un estudio y vamos a sancionar a los que tuvieron que ver en esto. Porque si un chico es de selección debe tener contrato. Cuando vas a un potrero te das cuenta quién es el jugador distinto, y este era uno de los distintos. Esto obviamente tiene que tener responsables y nosotros vamos a buscarlos. A los de adentro y de afuera. Acá tengo entendido que tiene que haber representantes. Nadie va a España, nadie habla con el Barça porque sí. Nos vamos a poner muy duros en este tema”, declaró en su momento el presidente Ameal días antes de confirmarse la firma de Ramos Mingo.
El defensor no llegó a debutar oficialmente con la camiseta de Boca y apenas tuvo una aparición por planilla en el choque por Copa Libertadores ante Atlético Paranaense de julio del año pasado, cuando Gustavo Alfaro lo tuvo entre los suplentes.
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