Cuando el reloj marcó los 38 minutos de juego, Racing sufrió una baja sensible en el clásico de Avellaneda contra Independiente: el arquero Gabriel Arias se marchó expulsado tras ver la roja directa producto de una mano fuera del área.
El árbitro Patricio Loustau estuvo acertado en tomar la determinación porque evitó una oportunidad manifiesta de gol y al hacerlo con la mano no había otra opción que mostrar la tarjeta roja, más allá que llegaban tres defensores desde atrás, quienes no alcanzaban a evitar el curso de la pelota tras el disparo de Cecilio Domínguez.
La situación se inició con la pelota en el área de Independiente, con una jugada de peligro en los pies de Lisandro López que se diluyó y que decantó en una serie de despejes defectuosos. Lucas Romero, finalmente, la dominó y condujo la contra. Tras la presión de Marcelo Díaz, Matías Rojas llegó a cruzar al mediocampista del Rojo pero generó una inesperada habilitación para Cecilio Domínguez, quien le ganó la posición a su marca.
El paraguayo alcanzó a puntearla y Arias, desesperado, salió hasta afuera del área para achicar el escenario. La pelota lo pasaba y el arquero decidió tocarla con la mano para evitar que el balón siga el recorrido. Loustau no dudó: le mostró la roja directa.
Cabe destacar que para estas situaciones el reglamento indica que se deberá tener en cuenta los siguientes aspectos para decidir la sanción: distancia entre el lugar donde se cometió la infracción y el arco; dirección del juego; probabilidad de mantener o recuperar el balón; y posición y número de defensores. En este caso, Cecilio ganó la posición y había tres defensores algunos metros atrás de su disparo al momento de la salida de la pelota.
A raíz de la decisión arbitral, Sebastián Beccacece optó por sacar a David Barbona para cubrir la baja en el arco, que terminó siendo propiedad del ex Boca Javier García.
Antes del minuto del complemento, cayó un pelotazo en la puerta del área, Leandro Fernández fue a disputarla con Leonardo Sigali y el defensor de la Academia le pegó un codazo en el rostro. Loustau, nuevamente, no tuvo dudas: también lo expulsó al marcador central. Una determinación acertada porque le pegó en el rostro y el árbitro debe ser exigente con todo el contacto sobre la cara a diferencia de otras partes del cuerpo.
El reglamento contempla esto al aclarar: “Las entradas o disputas del balón que pongan en peligro la integridad física de un adversario o en las que que el jugador se emplee con fuerza excesiva o brutalidad deberán sancionarse como juego brusco y grave (faltas de extrema dureza)”.
Luego de esta nueva determinación arbitral, el DT movió el banco: salió Matías Rojas e ingresó el defensor Mauricio Martínez para ocupar un puesto en la última línea.
Sobre el final del partido, Cecilio Domínguez también vio la tarjeta roja luego de pelearse con Javi García cuando intentaba agarrar la pelota para agilizar la acción del encuentro. El paraguayo sufrió una expulsión directa en una correcta determinación del DT.
Todavía quedaba un espacio más para este clásico caliente, porque Lucas Romero recibió la segunda amarilla luego de un encontronazo con Darío Cvitanich cuando el reloj ya indicaba más de 5 minutos de descuento.
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