Carlos Chiche Arano es de esos personajes que nació con el corazón de Racing, coqueteó con Huracán y se llevó su dolor más significativo con el descenso de River.
En el tradicional Versus que propone el programa Líbero, emitido por TyC Sports, el ex lateral defensivo repasó su carrera desde sus inicios en la Academia, hasta sus últimos días en Parque Patricios. Como por sus venas atraviesa el color celeste y blanco, la extensa nota comenzó por su ciclo en el Cilindro, donde reveló el apodo desconocido que le puso a Diego Milito en las Inferiores (Gordo Choripán) y reconoció que los goles que más gritó fueron dos: el primero se remite a su debut en la red frente a Argentinos y el otro corresponde al Chelo Delgado, cuando el delantero empató sobre la hora un clásico en cancha de Independiente. “Ese día se vino abajo la popular. Me abracé con todos”, recordó.
Como su infancia se instaló en los peores años del club de Avellaneda, Chiche advirtió que se dejó de hablar con los amigos del colegio por “un resentimiento total”, y que en sus días de adolescente se agarró a trompadas en más de una ocasión. “Varias veces nos agarramos a los piedrazos en cancha de Huracán o contra la policía en cancha de Independiente”, aseguró el ex defensor que compartió su profesionalismo con su pasión. “Cuando Ardiles no me citaba, me iba a ver el partido a la popular. Una locura”, reveló.
Antes del campeonato del 2001, Arano aseguró que fue a todas las marchas cuando el club atravesaba su peor época. “Menos a encadenarme, fuimos a todos lados. El día del redoblante Lalín la sacó barata”, agregó.
Tras recordar cómo hizo para ingresar al campo en los últimos segundos cuando Mostaza Merlo cortó con la sequía de los 35 años y se llevó varios insultos de Gustavo Barros Schelotto, el ex defensor comparó aquel episodio de euforia con el título que logró en Huracán en la Copa Argentina. “Destruimos el hotel, pero contra Vélez nos robaron la gloria”, aseguró.
“A Cubero lo fui a romper. Hubo un penal claro, pero no lo cobraron por la perspectiva que tenían los árbitros. La jugada pretendía que le pegue”, destacó con relación a la derrota en el José Amalfitani y destacó el papel que ocupó Ángel Cappa en su vida: “Con él conocí el fútbol a los 28 años. Es un maestro. Lloramos mucho porque nos sentimos robados”.
Como Arano también pasó por el fútbol de ascenso, el ex Racing recordó que en cancha de Almirante Brown le “mostraron un arma en la popular”. La sorprendente frase también abrió el juego para que hable de su paso por River, donde vivió el momento más doloroso de su carrera. “No siento que haya fracasado. Yo me preparaba para jugar, y si no me ponían era por decisión del técnico. Nunca pensé que nos podíamos ir a la B”, arrancó Chiche sin omitir ningún detalle: “Con Belgrano jugué los últimos minutos llorando. Sentimos miedo porque no podíamos salir del vestuario. También tenía miedo en mi casa. La verdad es que la gestión fue un desastre. No cobrábamos hace 10 meses, los vestuarios eran terribles y la ropa medio pelo”.
Tantas adversidades en la institución de Núñez derivaron en el peor final. En el Millonario había tanto desorden que el presidente era el encargado de elegir a los 11 para salir a la cancha. “Con Passarella tuvimos una discusión grosa porque él armaba el equipo y me dejaba afuera. Como no había tantos grandes en ese plantel, yo quería estar siempre. Fueron dos días que nos dijimos de todo, pero no nos tirábamos ni una mano”, reveló Arano y argumentó: “Él quería ayudar a JJ (López), porque tenía más chapa. Nos puteamos mucho y reconozco que es un guapo que va al frente”.
“Cuando Daniel (Passarella) se peleó con Grondona no ganamos más. En el último partido hubo un penal clarísimo a Leandro Caruso que no lo cobraron. Pasaron cosas raras”, dijo el ex lateral y concluyó: “Lo de Córdoba también fue raro con la invasión de los hinchas. Me pegaron un planchazo en la espalda y también le pegaron a Adalberto Román. Cuando me di vuelta dije qué hacen estos acá. Encima no los podía tocar, porque si les metía un bife, me echaban”.
Finalmente, a modo de conclusión Carlos Arano subrayó una frase que quedó enmarcada en el Monumental por el gran presente que atraviesa el conjunto que lidera Marcelo Gallardo. “Almeyda antes de irse dijo que River iba a ser el próximo Barcelona de Sudamérica. No falló. Sabía los jugadores que venían de abajo”...
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