Tras el receso veraniego, Oscar Ruggeri volvió al piso del programa 90 minutos de fútbol (Fox Sports) para darle su particular mirada al análisis futbolero y para romper moldes con sus anécdotas. En este caso, el ex defensor campeón del mundo con Argentina en el Mundial de México 1986 contó sus expectativas para su vejez y reclamó a viva voz no pasar a residir en un geriátrico. “Ahí no voy, me van a cuidar. Y si tengo la mala suerte de que me hago encima, todo, me van a limpiar. No digan como si fuera una cosa alocada, hay pañales de grande, todo. Yo voy anticipando”, subrayó.
Ante la sorpresa de sus compañeros de panel, continuó con su teoría: “Si tenés hijos varones, estás al horno. Terminás ahí. Al principio van dos, tres veces por semana, te van a ver; después una vez por mes, después al cumpleaños, y después Navidad y Año Nuevo; nada más”.
Pero para gambetear al geriátrico tradicional, el Cabezón (58 años) urdió un emprendimiento acompañado de Ricardo Gareca, ex compañero suyo y actual entrenador del seleccionado de Perú. “Es un tema que hablo mucho con el Flaco Gareca. Tenemos que hacer un geriátrico para nosotros y preparar la habitación ahora que estamos bien; poner acá un tejo, acá plantas. Anticipar. El Flaco está al horno, porque tiene dos varones. Vamos a construir un geriátrico y sabés la gente que va a venir con guita para asegurarse una habitación...”, reveló.
En diálogo con Sebastián Vignolo, quien lo azuzó para seguir exprimiéndole ocurrencias, Ruggeri continuó con su descripción del particular proyecto. “Sería un geriátrico de lujo para el que no quiere ir al geriátrico. Con masajes, pileta, todo”, dio algunos detalles. “¿Un spa para ancianos?”, le consultó el conductor. “Sí. Para Oscar Ruggeri, la habitación 6; la 9, para Gareca. Respetamos los números de la camiseta para ver si nos acordamos. Y el llaverito, con la remera de la Selección. Tiramos eso y cuántos te llaman para decirte que quieren una habitación”, desafió al aire para pedir inversores.
“¿Cuántos quieren? ¿CAI?”, le consultó Vignolo a Carlos Aimar. “Tranquilos”, se sonrió el ex director técnico, apuntado por ser uno de los más veteranos en el grupo. “Y hasta ponemos un colectivito para que nos traigan al programa”, concluyó el ex zaguero, entre carcajadas.
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