El 4 de febrero de 2020 quedará marcado por el punto final de la novela que protagonizaron Boca y River en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). La final en el Santiago Bernabéu representó un sello parcial a la dura puja que llevaron adelante los dirigentes argentinos en las oficinas instaladas en Madrid.
Como el ente reconoció que el ataque al bus que trasladaba al plantel del Xeneize por las calles de Núñez tiene una culpabilidad “parcial” de la institución millonaria, por lo que determinó que el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo deberá disputar dos encuentros de la presente Copa Libertadores a puertas cerradas, sin la presencia de público.
Sin riesgo en lo deportivo (la máxima aspiración del Xeneize era que le retiren el título continental y adquirir una suma millonaria por los premios que entrega la competición internacional), desde la dirigencia de la Banda enviaron un comunicado oficial en el que manifestaron por qué no realizarán una apelación a la sanción recibida.
El comunicado:
En el día de la fecha, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) resolvió sobre los hechos ocurridos el 24 de noviembre de 2018. Conforme a su tradición histórica y respeto a las instituciones, el Club Atlético River Plate acatará el resultado del mismo.
Es responsabilidad del Club señalar que la Institución vuelve a verse perjudicada por un hecho que no le es atribuible y, por el contrario, es consecuencia de una probada falla del operativo de seguridad pública del 24 de noviembre de 2018.
Sin perjuicio de ello, River Plate manifiesta su desacuerdo con la sanción recibida por parte del TAS, más aún cuando el propio contenido del fallo resalta y subraya la clara ausencia de responsabilidad de parte del Club sobre los hechos ocurridos.
Asimismo, la Institución remarca los severos perjuicios derivados de las sanciones ya recibidas, tales como la pérdida de la localía en la final de la Copa CONMEBOL Libertadores 2018, multas económicas y los encuentros disputados en condición de local sin público.
Naturalmente, la institución perderá una cifra económica considerable (fuentes cercanas al club estiman cerca de cinco millones de dólares) por no poder recaudar el dinero de sus aficionados en la presente edición de la Copa Libertadores.
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