Por Sergio Levinsky
“Lo que va a ser aquello, cuando llegue a Buenos Aires, con lo bonitas que son las chicas allí”, llegó a comentar alguien muy allegado a la selección peruana cuando se enteró del pase del marcador central Carlos Zambrano, muy vinculado siempre a la farándula y la noche, a Boca Juniors.
Zambrano, de 30 años, también conocido como Kaiser o León, como lo apodó el popular diario peruano Trome, fue visto hace apenas una semana en un yate con amigos, y siempre rodeados de muchas mujeres bonitas, cuando el pase a Boca ya se estaba tramitando, y el popular programa “Magaly TV, que conduce Magaly Medina emitió las polémicas imágenes.
Zambrano, dentro de la cancha, podría ser una mezcla de Daniel Passarella y de Pablo Pérez. Técnicamente es considerado un jugador muy dotado, capaz de jugar sin estar en las mejores condiciones físicas y hasta con algún kilo de más, y rendir a la perfección, con capacidad de mando, pero también se le puede llegar a salir la cadena en cualquier momento y por ejemplo en la selección peruana ya acumula cuatro expulsiones (tres en partidos amistosos, ante Panamá, Colombia e Irak, y una por la Copa América 2015 ante Chile).
Ricardo Gareca, el director técnico argentino de la selección peruana que alentó su pase a Boca porque busca que todos sus jugadores participen en equipos de peso internacional, considera que entre sus cualidades posee un gran juego aéreo, maneja muy bien los tiempos, sabe cuándo cerrar y cuándo quedarse, no regala espacios, es guapo y sabe ordenar la defensa. Tanto es así que le fue de mucha utilidad para que el joven defensor de Vélez, Luis Abram, se acomodara en su posición y entendiera cómo jugar en esa zona.
El ex jugador de la selección peruana y ahora director deportivo de la Federación (FPF), Juan Carlos Oblitas suele afirmar que si Zambrano recupera su mejor estado físico puede llegar a ser “excepcional” pero da a entender que Boca debe manejar el aspecto emocional. Es que los analistas del fútbol peruano alertan de que el recio defensor puede perder el control en cualquier momento.
Carlos Augusto Zambrano Ochandarte (10/7/89), de 1,87 metro de estatura, proviene de un barrio difícil, de los bravos, el de Gambetta, en el puerto de El Callao, de una familia pobre, y hermanos violentos que le han hecho trabajos de “seguridad”, y que forman parte de su entorno en sus andanzas por discotecas y relaciones con vedettes especialmente en los tiempos de Sergio Markarián como DT del Perú entre 2010 y 2013.
Empezó jugando al fútbol en la Academia Deportiva Cantolao y en 2006 emigró al Schalke 04 alemán sin haber jugado en ningún equipo profesional en su país pero recién debutó el 1 de agosto de 2009 en la primera ronda de la Copa de Alemania y allí marcó su primer gol, el primero del 4-0 al Germania Windeck. En esa temporada fue subcampeón y parecía que tendría una gran carrera pero su conducta le generó una gran discontinuidad.
Para 2010/11, fue cedido al recién ascendido y antifascista club Saint Pauli pero descendió de categoría y se lesionó de gravedad y recién volvió en febrero de 2012. En agosto fue traspasado al Eintracht Francfurt y se clasificó para la Europa League. Jugó allí hasta 2016 aunque nunca consiguió una continuidad y comenzó a deambular por distintos equipos europeos sin mucho suceso: Rubín Kazán (Rusia) hasta 2017, Paok Salónica (Grecia) por seis meses hasta que en enero de 2018 recaló en el Dynamo de Kiev (Ucrania), aunque allí el entrenador no lo tuvo en cuenta y el club prestó su ficha al Basilea de Suiza, hasta que apareció ahora la chance de venir a jugar a Boca.
En la selección peruana debutó muy joven, a los 18 años, cuando el DT era José Chemo Del Solar, tras haber jugado en los equipos sub-17 y sub-20. Cuando se puso por primera vez la camiseta de la selección mayor, nunca había jugado en Primera, un caso parecido al de Javier Mascherano en el equipo argentino.
Contra la selección argentina tuvo dos muy buenos partidos. Para la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010 (1-1) se destacó en 2008 al marcar a Juan Román Riquelme (ahora dirigente de Boca) y a Lionel Messi cuando el DT de los albicelestes era Alfio Basile, y cuatro años más tarde, en 2012, marcó el gol peruano en otro 1-1 en Lima en un partido de clasificación para Brasil 2014.
Sus problemas de indisciplina y sus problemas fuera de las canchas generaron que Gareca lo excluyera de la selección peruana -junto a Juan Manuel Vargas y Jefferson Farfán- entre 2015 y 2018, especialmente luego de que lo expulsaran en un partido trascendente ante Chile en la semifinal de la Copa América 2015 justo en un momento en el que su equipo estaba jugando un partido impecable ante los locales. Ya tenía tarjeta amarilla y una violenta falta contra Charles Aranguiz determinó una temprana tarjeta roja que cambió las circunstancias y el equipo quedó afuera de la final.
Tras esa participación en la Copa América, Zambrano vivió una etapa complicada, en la que fue acusado de ofrecer drogas a un menor de edad en una fiesta, y relacionado con modelos a las que, según algunas dijeron, les ofrecía llevarlas a Alemania, donde él jugaba entonces en el Eintracht Francfurt.
Pero en 2018, las circunstancias cambiaron cuando decidió aceptar las reglas impuestas en la selección peruana por el dúo Gareca-Oblitas: no generar problemas en las concentraciones, ser respetuoso con sus compañeros y acatar todas las indicaciones. Del avión a la concentración y de los partidos, al avión.
En diciembre de 2019 ya apareció con otra imagen, cuando participó personalmente de la entrega de donaciones a los daminificados por un tremendo incendio en la zona donde nació, en El Callao.
Tras dos años con muy escasa actividad futbolística en el primer nivel, muchos se sorprendieron en Perú por su pase a Boca desde el Dynamo de Kiev, que se fue demorando, según se dice en su entorno, por un confuso desacuerdo en los porcentajes de las partes involucradas entre las que algunos sostienen que habría intervenido la ex interventora de la AFA desde la Conmebol, Carolina Cristinziano.
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