La pasión que une a los integrantes del bloque defensivo de River

El arquero, los integrantes de la defensa ideal para Marcelo Gallardo y el mediocampista central están emparentados por una situación inédita en la historia del club

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Montiel, Pinola y Martínez Quarta,
Montiel, Pinola y Martínez Quarta, todos hinchas de River (Foto: Prensa River Plate)

Ni los historiadores del club. Ni exjugadores ni extécnicos. Tampoco los dirigentes. Nadie en River recuerda una situación similar a la actual: los seis integrantes principales del bloque defensivo son hinchas del club. El arquero (Franco Armani), los componentes de la defensa ideal para Marcelo Gallardo (Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Javier Pinola y Milton Casco) y el volante de contención titular (Enzo Pérez) tenían en sus habitaciones de niños posters de Germán Burgos, de Ariel Ortega, de Enzo Francescoli, de Marcelo Salas, de Javier Saviola y de Pablo Aimar, entre otras figuras emblemáticas del club de Núñez de los ’90 para acá.

Ese sentido de pertenencia por los colores quizás ayude a explicar uno de los secretos fácticos del mejor momento de la historia del club. El fútbol se volvió una actividad superprofesional, un negocio multimillonario a escala mundial. Sin embargo, el espíritu amateur que conservan muchos futbolistas se vuelve, en el caso de este plantel de River, un combustible importante a la hora de defender la camiseta.

“Contra Boca, en la final de Madrid, los muchachos querían ganar por la gloria y por todo lo que representaba ese partido para la historia del fútbol argentino. Pero te puedo asegurar que los que son hinchas de River, y en el plantel hay muchos, también lo vivieron como hinchas”, afirma ante Infobae uno de los integrantes del cuerpo técnico que comanda Gallardo.

Exequiel Palacios, titular en el Santiago Bernabéu, nunca ocultó su fanatismo por River y tampoco lo esconde hoy que es jugador del Bayer Leverkusen. Ante la prensa alemana ya dijo que en su familia son “todos de River” y también lanzó una suerte de chicana hacia el clásico rival. “Los partidos que más me gustaban jugar eran los clásicos contra Boca. Eran cruces muy duros, se peleaba continuamente en la tribuna, el campo... Y más porque siempre le ganábamos. Esa final de la Libertadores queda para toda la vida”.

Gonzalo Martínez, el autor del emblemático tercer gol en la final de la Copa Libertadores 2018, también es hincha de River desde chico. De manera que, a excepción de Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández y Lucas Pratto, los titulares que tuvo River en la final entre clubes más importante de la historia son hinchas del club. Y aquí conviene dejar en claro que Ponzio y Nacho Fernández están muy identificados con su actual equipo y que Pratto, confeso hincha de Boca, celebró como un riverplatense más sus dos goles en las finales de la Libertadores 2018: el que anotó en la Bombonera y también el que hizo en Madrid.

Armani, el dueño del arco, siempre dijo que cumplió un sueño al llegar a River desde Atlético Nacional de Medellín. Y en la reciente pretemporada en San Martín de Los Andes confesó que de chico tenía como ídolo al Mono Burgos, el arquero campeón de la Libertadores 1996, entre otros títulos.

En noviembre del año pasado, Montiel subió a sus redes sociales una foto que enloqueció a los hinchas de River: en una cena familiar, de fondo se ven camisetas de River en distintos cuadros, banderas blancas y rojas, y hasta un mantel con los colores del club. El juvenil siempre dijo que cuando estaba en las divisiones inferiores su máximo deseo era jugar alguna vez en el Monumental. Vaya si lo cumplió con creces.

El fanatismo de Martínez Quarta es tan grande que Bautista, su hijo de tres años, suele ser tendencia en las redes sociales por sus cantos alentando al equipo, y por el particular nombre que le puso a su perro: Bernabéu. Bauti, el hijo mayor del marcador central, “es por amplio margen el niño más querido por los hinchas de River”, publicó en noviembre del año pasado La página millonaria, un sitio partidario del equipo “millonario”.

Bauti Martínez Quarta, el hijo del jugador de River

Pinola terminó de soltar su pasión riverplatense el 14 de marzo de 2018, cuando le ganaron a Boca la final de la Supercopa Argentina 2 a 0 en Mendoza. Ya había dicho que siempre fue de River, pero aquella noche del Malvinas Argentinas lo mostró saltando de felicidad y cantando como un hincha más, debajo de un paragüas con los colores blanco y rojo.

Que Casco es hincha de River no había trascendido públicamente hasta hace menos de un mes. Cultor de un perfil subterráneo, el entrerriano de María Grande nunca había dicho por qué equipo simpatizaba de chico. Y, en una entrevista con Olé, confesó: “Siempre tuve ese cariño por River y estar acá hoy es algo hermoso. ¿Por qué nunca lo exterioricé? Porque se dio así. Por ahí soy de vivirlo de otra manera”. Hombre de pocas palabras y poco afecto a las entrevistas, el lateral izquierdo agregó: “Crecí viendo jugar a Ariel (Ortega), a Enzo (Francescoli) y a Marcelo (Gallardo). Me han marcado mucho. Cuando uno es chico quiere jugar de delantero y hacer goles. Ellos fueron mis referentes de ese momento. Estoy disfrutando de algo muy lindo e histórico. Es algo que soñé siempre y que gracias a Dios se hizo realidad".

Enzo Pérez, uno de los
Enzo Pérez, uno de los que más exterioriza su fanatismo (Foto: Nicolás Aboaf)

Si Enzo Pérez decidió resignar dinero al irse de Valencia para llegar a River a mediados de 2017 no fue por otra cosa que su condición de hincha acérrimo del club. Más de una vez sus compañeros le recordaron el modo exacerbado y hasta provocador con que, jugando para Estudiantes de La Plata, le gritó un gol a la tribuna de Boca en la cancha de Quilmes, en 2009. Sus padres le pusieron Enzo por Francescoli y vivió con auténtica locura los triunfos ante Boca en la Supercopa 2018 y en la final de la Libertadores 2018, así como también la última eliminación al clásico rival en las semifinales de la Libertadores del año pasado. Conoció el Monumental de grande, en un episodio que da cuenta de cuán hincha de River es: fue en 2006, cuando todavía era jugador de Godoy Cruz de Mendoza. Después de una victoria 3 a 1 ante Independiente un sábado a la noche, se subió a su auto junto a su señora, su cuñado y su suegro para viajar desde la provincia cuyana y ver in situ, al día siguiente, un 3 a 1 de River sobre Boca dos goles de Gonzalo Higuaín y el otro de Ernesto Farías (Rodrigo Palacio había marcado para Boca el empate parcial).

La ida de Palacios al Bayern Leverkusen llevó a Gallardo a modificar el esquema táctico para reemplazar al mediocampista. Así, River jugó ante Independiente y Godoy Cruz con tres marcadores centrales. El sábado, en Mendoza, Pinola perdió la titularidad tras haber cometido errores puntuales ante Flamengo, San Lorenzo, Nacional de Montevideo (amistoso en Maldonado) e Independiente. Hoy el técnico ve mejor al paraguayo Robert Rojas y al chileno Paulo Díaz y por ello Pinola fue suplente en Mendoza. Esa situación desarmó a la que supo ser la defensa ideal del Muñeco: la que jugó todos los encuentros clave del año pasado, con Montiel, Martínez Quarta, Pinola y Casco.

Pero Pinola, al igual que otro hincha de River como Ignacio Scocco, ahora empuja desde afuera. No se observan caras largas ni siquiera de parte de los referentes que no juegan de titulares. Y son varios: Pinola, Ponzio, Juan Fernando Quintero, Scocco y Pratto.

Nacho, otro de los hinchas
Nacho, otro de los hinchas (Foto: @RiverPlate)

River, el puntero que les lleva tres puntos de ventaja a los escoltas Boca y Argentinos Juniors, está enfocado en conseguir la Superliga. Y su valor agregado es, por un lado, el sentido de pertenencia por los colores de muchos jugadores del plantel. No solo eso. En el caso de futbolistas como Ponzio, Nacho Fernández y Pratto, que de chicos alentaban a otros equipos, están absolutamente consustanciados con un modelo de trabajo y de sentir el fútbol encabezado por Gallardo, el arquitecto de la era más ganadora del club.

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