Boca sufrió una expulsión clave en el comienzo del partido ante Independiente, válido por la fecha número 17° de la Superliga. Iban solo 21 minutos del primer tiempo cuando Carlos Izquierdoz vio la tarjeta roja, a raíz de dos amonestaciones en menos de cinco minutos, y dejó a su equipo con diez jugadores en cancha.
El defensor había recibido la primera amarilla a los 17 minutos por una dura infracción sobre Pablo Pérez. El partido estaba 0-0 y el árbitro Fernando Echenique acertó en su decisión debido a que, apoyado en el reglamento, fue una jugada de tenor temerario en la que corrió peligro el físico del adversario.
A los 21′, tras una falta con la que cortó a Silvio Romero cuando se iba de cara al arco, vio la segunda amonestación que lo mandó a las duchas antes de tiempo. Aquí Echenique resolvió bien una vez más: Izquierdoz enganchó al jugador y en este tipo de acciones no se tiene en cuenta la intención, sino la consecuencia de lo ocurrido. Es decir, el toque del defensor hizo que el delantero no pudiera encarar con claridad hacia la posición de Marcos Díaz.
Esa sensible baja obligó a Russo a hacer un cambio prematuro: Junior Alonso entró para reforzar la última línea y el que dejó el campo fue el juvenil Agustín Obando. De todos modos, el conjunto local se resintió por la desventaja numérica y sufrió varias veces en su área. La única razón por la que sostuvo el cero en su arco durante la etapa inicial fueron las grandes intervenciones de Marcos Díaz.
Cuando faltaban 15 minutos para el cierre, una imprudencia de Pablo Pérez dejó a Independiente con diez. El mediocampista tuvo una durísima entrada contra Jorman Campuzano y vio la roja. Echenique también acertó en esta: fue una falta de fuerza excesiva, es decir, su entrada sobre el adversario puso en peligro la integridad física de este.
Con el empate 0-0, Boca no pudo acercarse a River, que es el único líder de la Superliga. El equipo de Marcelo Gallardo tiene 33 puntos y los de Miguel Ángel Russo llegaron a 30.
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