Un salto al aire y con las dos piernas abiertas en una jugada sin mayor riesgo para Godoy Cruz. Así se lanzó Fabián Henríquez a defender el balón que llevaba Ignacio Fernández: con una fuerza desmedida, le pegó al rival con sus tapones en la canilla y apenas se ganó la amarilla.
El juez Mauro Vigliano cobró el foul pero consideró que la brutal entrada sobre Nacho simplemente era para una amonestación, aunque tendría que haber expulsado al mediocampista central de 24 años. La repetición que brindó la televisión no dejó lugar a dudas sobre la violencia que empleó el futbolista que debutó como profesional en el Tomba en el 2015.
La situación de juego que se desarrolló a los 45 minutos del primer tiempo en las inmediaciones del área de Godoy Cruz es una entrada con un uso de fuerza excesiva. Es una acción en la que el jugador se excede en la fuerza aplicada y pone en riesgo la integridad física del adversario, por lo que no hay lugar a dudas que debió haber visto la tarjeta roja. El punto de contacto y la fuerza aplicada son indicadores más que suficientes para tomar la decisión.
Como si faltaran más pruebas, Fernández se bajó las medias y dejó el descubierto la marca que le dejó la patada voladora de Henríquez, pero no tuvo mayores dificultades para salir a jugar el complemento en el Millonario.
Fue una semana agitada para el deportista de River, que finalmente firmó la extensión de su contrato con la entidad hasta junio del 2023 luego de varias semanas de negociaciones. Sin embargo, y si bien no se conoció públicamente, la entidad de Núñez habría aceptado realizar una reducción en su cláusula de salida y, además, tendría un apartado que el monto iría disminuyendo conforme pasen las temporadas. Estos datos se sabrán después de la próxima reunión de comisión directiva.
Seguí leyendo: