De manera sorpresiva, y como parte de las obras de remodelación del estadio, la Bombonera amaneció esta mañana sin el reloj que contaba los días que el club llevaba en la Primera División. El letrero había sido colocado en la zona de los palcos en el año 2017, como una forma de mostrar el tiempo que la institución acumulaba en la máxima categoría del fútbol argentino, sin interrupciones producto de descensos.
La foto del estadio, con la notoria ausencia del reloj, fue compartida este sábado por Carlos Navarro, dirigente de Boca, arquitecto y responsable del proyecto de refacción que se ha llevado adelante en la Bombonera en los últimos días y que ha mostrado resultados en tiempo récord. “Todo preparado en el estadio más lindo del mundo”, escribió el directivo en su cuenta de Twitter.
El contador de los días en Primera había sido una iniciativa de la anterior gestión -encabezada por Daniel Angelici- y había sido inaugurado con una gran fiesta por la obtención del título local el 25 de junio de 2017. La idea original había sido tomada del Hamburgo de Alemania, único club que nunca ha descendido en la historia de la Bundesliga. En el caso del Xeneize, era una clara alusión a la pérdida de categoría que sufrió River en el 2011.
Este domingo, Boca recibirá a Independiente por la fecha número 17° de la Superliga y la Bombonera mostrará una cara totalmente renovada, a partir de las obras de remodelación que se realizaron en las últimas semanas. La nueva dirigencia, encabezada por Jorge Amor Ameal, decidió emprender una serie de modificaciones con el objetivo de ofrecerle mayores comodidades a los socios que concurran a los encuentros de local.
Uno de los cambios más importantes se verá en la platea L, donde retiraron el acrílico que separaba al campo de juego de la tribuna. De la misma manera que ya se había hecho en la tercera bandeja Sur (a la que asisten socios adherentes y que se convertirá en una popular luego de la remoción de sus asientos), se quitaron los paneles de blindex y se cavó un foso para evitar el acceso directo al terreno desde las gradas. Con ese fin también se colocaron unas barandas de contención.
Además, como parte de las obras de remodelación, se pintó de azul y amarillo todo el exterior de la Bombonera, dando así una nueva y mejor imagen a todos aquellos que la aprecien desde las calles linderas.
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