Tras la confirmación de la despedida de Paolo Goltz del plantel comandado por Miguel Ángel Russo (se va a Gimnasia La Plata), en Boca se movieron rápido para cubrir el hueco y tener disponible a otro defensor que sea alternativa a la dupla central afirmada compuesta por Lisandro López y Carlos Izquierdoz. El apuntado es Carlos Zambrano, que en las próximas horas sería presentado.
El peruano de 30 años llegaría en condición de libre después de rescindir su vínculo con el Dinamo Kiev, donde no sumó minutos oficiales en el último semestre. De carrera europea por su precoz partida al Viejo Continente cuando apenas tenía 17 años, el Xeneize sumará un aguerrido marcador de selección nacional al que el carácter le jugó malas pasadas en algunas ocasiones.
De la Academia Deportiva Cantolao pasó directamente en su adolescencia al Schalke 04, donde se terminó de formar como futbolista. Y al igual que Javier Mascherano en Argentina, debutó antes en su selección que con su club: fue en 2008 con el combinado incaico y en 2009 por Copa Alemania con el cuadro de Gelsenkirchen.
Su personalidad lo llevó a capitanear varias selecciones juveniles peruanas y también a ser considerado para la Copa América 2011 en Argentina, aunque una lesión de ligamentos en su cadera derecha durante un amistoso previo ante Senegal lo excluyó de la competición.
En paralelo a Perú se mantuvo en el fútbol alemán (dos temporadas en el St. Pauli y cuatro en el Eintracht Frankfurt, donde consiguió el mejor nivel de su trayectoria) hasta 2016, cuando fue transferido al Rubin Kazán. Allí estuvo una temporada hasta militar otra en el PAOK Salónica griego y una más en el Basilea suizo.
Ricardo Gareca, a quien Boca también consultó por los peruanos Paolo Guerrero y Renato Tapia, tuvo en cuenta a Zambrano desde el inicio de su mandato con la Albirroja. Luego de no haberse clasificado al Mundial de Brasil, el Tigre tomó las riendas y lo citó en las primeras convocatorias con la Copa América 2015 como objetivo principal.
Allí Perú fue la sorpresa del certamen (le ganó el partido por el tercer puesto a Paraguay) y Zambrano fue estandarte de la defensa aunque en las semifinales contra Chile, a la postre campeón, tuvo una mancha que marcó su carrera. Iban 20 minutos de juego cuando rechazó un balón y conectó con su suela a la espalda de Charles Arangüiz (antes había sido amonestado y participado de encontronazos con Alexis Sánchez y Arturo Vidal). El árbitro José venezolano Argote lo expulsó, a los peruanos se les hizo cuesta arriba el encuentro y cayeron 2-1 en el clásico del Pacífico, dejando escapar una chance histórica. Por esta acción fue muy criticado en su país, donde el periodismo también lo acusó de actos de indisciplina en la concentración junto a su compañero Juan Vargas, algo que desmintió públicamente.
Gareca lo respaldó más allá del malestar que generó su expulsión: “Carlos hizo una excelente Copa América pero sabe que hay cosas que no se pueden repetir nunca más. Para mí es uno de los mejores centrales del mundo”. De allí en adelante disputó cinco cotejos para las Eliminatorias de Rusia 2018 (su último llamado fue en marzo de 2016 ante Venezuela) pero el DT argentino lo borró: quedó al margen de las nóminas para la Copa América Centenario y la histórica Copa del Mundo a la que se clasificó el elenco incaico.
Justo después de la Copa América 2015 cautivó al Liverpool, que acababa de contratar al alemán Jürgen Klopp como entrenador. Los Reds tenían varias bajas en la defensa y pidieron condiciones por Zambrano, que se negó a mudarse a Inglaterra porque había dado su palabra de continuidad en el Frankfurt para luchar por la permanencia. La oferta fue en la última semana de pretemporada con el club alemán, según reveló.
El bajo nivel de sus competidores en la zaga central peruana y algunas buenas apariciones en el Basilea lo llevaron a formar parte de la Copa América de Brasil 2019, donde jugó cinco encuentros incluida la final con caída 3-0 ante el anfitrión. Retornó al Dinamo Kiev, del que ya había formado parte en el primer semestre de 2018 con nula cantidad de partidos, y cambió de aire en Suiza, donde sumó su único título (copa local).
Lo que preocupa a Miguel Ángel Russo es su falta de continuidad, ya que apenas sumó minutos en cinco encuentros amistosos con su selección y no apareció en escena con el Dinamo Kiev. El futbolista argumentó que la mala organización de la institución, que prioriza a los jugadores locales por sobre los extranjeros (sobre todo los sudamericanos), atentaron contra la frencuencia de sus participaciones.
Indultado por Gareca y con miras a la Copa América 2020 y Eliminatorias camino a Qatar 2022, Zambrano pretende relanzar su carrera en Boca, donde tendrá que ponerse a punto en lo físico y adquirir rodaje futbolístico para pelearle el puesto a López e Izquierdoz. Antes de cerrar su carrera sueña con consagrarse campeón con Alianza Lima en su país pero, en lo inmediato, se ilusiona con objetivos grandes en la Ribera.
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