Uno de los hinchas de River que causaron desmanes ayer por la tarde en un parador de la zona de Playa Brava en Punta del Este llegó este domingo a un arreglo con la Fiscalía y deberá resarcir económicamente al dueño del local por robarse una caja registradora del local. El joven de 21 años, de nacionalidad argentina, deberá, además, residir por una semana en Uruguay.
El simpatizante del Millonario deberá pagar 70 mil pesos uruguayos (poco más de 100 mil pesos argentinos) por haberse llevado del local, llamado Ocean Club, una caja registradora que contenía la recaudación del día. El objeto fue encontrado poco después en las dunas de la playa con el dinero dentro de él, pero el argentino igual deberá pagarle al dueño del local por su accionar. “El acuerdo es por un resarcimiento simbólico”, dijo la fiscal Ana Dean al diario El Observador de Uruguay.
Tras los incidentes, fueron tres los hinchas de River que quedaron detenidos. El primero es el que ya firmó el acuerdo con la Fiscalía (sus documentos quedaron en poder de la Justicia uruguaya hasta tanto realice el pago) y otro continúa en negociaciones con las autoridades para resolver su situación. El tercero, en tanto, fue herido de bala en una pierna durante los desmanes y aún se encuentra internado. La bala provino de uno de los disparos al aire que hizo el dueño del parador.
La investigación determinó que el arma tenía todos los papeles en regla. Aún así, el dueño de Ocean Club fue imputado por lesiones personales y no podrá salir del país por 90 días. En ese lapso deberá presentarse una vez por semana en la seccional.
Un grupo de hinchas de River, equipo que por la noche disputó un amistoso ante Nacional, protagonizaron incidentes durante la tarde del sábado al intentar robar en un parador de las playas de la ciudad de Punta del Este. De acuerdo a información oficial, uno de los simpatizantes resultó herido al recibir un impacto de bala en una pierna y debió ser trasladado a un centro médico. Por el hecho, hubo tres detenidos.
Los disturbios se produjeron en el interior del parador Ocean Club, ubicado en el balneario municipal 12 de la Playa Brava. Allí se instalaron desde temprano los fanáticos del club argentino, que por la noche enfrentó a Nacional de Uruguay.
Los problemas habían comenzado el sábado temprano en la playa. Según testigos, los hinchas de River habían ingerido mucho alcohol y habían tenido cruces con los guardavidas de la zona, quienes se vieron obligados a dar aviso a las autoridades. Ya en horas de la tarde, los simpatizantes se amontonaron en la entrada de Ocean Club y causaron destrozos: arrojaron sillas, voltearon mesas y rompieron vidrios que estaban a la intemperie. Luego gritaron y amenazaron con ingresar al local.
Ante ello, el encargado del comercio extrajo un arma e intentó amedrentarlos, realizando dos disparos al aire. “Los trató de frenar porque estaban entrando y no sabíamos lo que podía pasar. Desde la puerta seguían arengando, gritando enojados”, dijo Gladys Poblete, trabajadora del local.
Hubo un tercer disparo, el que hirió a uno de los hinchas. Eso desató la arremetida de los demás, que finalmente ingresaron al lugar. Mientras eso sucedía, uno de los hinchas vociferó: “Nos mataste a uno, ahora queremos plata”. “Ese mismo muchacho saltó detrás del mostrador y se robó la caja registradora”, contó Gladys.
El ladrón quiso escapar pero no llegó lejos. Lo detuvieron a unos pocos metros y la recaudación del día se pudo recuperar.
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