El Ratón Ayala, íntimo: la mayor diferencia entre el Messi de 2006 y el actual, la presión que genera en la Selección el gran momento de Gallardo y el sueño de Qatar 2022

El ex central habló con Infobae del presente del equipo nacional. Cómo es su rol como colaborador de Scaloni, el recambio de intérpretes en el plantel y la esperanza de llegar al próximo Mundial con el título de la Copa América de por medio

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Roberto Fabián Ayala se divierte jugando al footgolf en Luján
Roberto Fabián Ayala se divierte jugando al footgolf en Luján

Roberto Ayala está relajado. Las soleadas tardes de diciembre las disfrutó participando de una actividad que descubrió de grande: el footgolf. El ex central de la Selección y actual integrante del cuerpo técnico que lidera Lionel Scaloni se sacó el vicio de la pelota en el Argentina Open de Luján, un torneo que forma parte de las eliminatorias de la especialidad para el Mundial de Japón que se disputará en 2020.

A pesar de su cansancio, el Ratón se mostró conforme por la producción que tuvo en la última jornada con cuatro golpes bajo el par. “Lo hago para despejar un poco la cabeza. Como entrar a una cancha y jugar al fútbol cuesta cada vez más, estas actividades sirven para reemplazar los picaditos”, aseguró el ex central en diálogo con Infobae. Incluso se permitió deslizar alguna broma cuando se le preguntó por su desempeño en el Senior de Ferro, donde expone en cada presentación su talento intacto que supo lucir en sus tiempos de profesionalismo: “En el tercer tiempo andaba bien, cuando me acercaba a la parrilla”...

El ex defensor aprovechó su tiempo libre porque es consciente de que el 2020 tendrá un calendario con muchos desafíos. “Va a ser un año muy importante, porque comienzan las eliminatorias con una Copa América en el medio. Nuestro objetivo es seguir haciendo bien las cosas, teniendo en cuenta que los últimos amistosos han sido muy positivos en la búsqueda de jugadores y de las opciones que tendrá el técnico a la hora de afrontar los próximos partidos”, afirmó mientras se secaba el sudor que le provocó su nuevo hobbie.

Después del ciclo de Jorge Sampaoli, el plantel argentino sufrió un recambio notorio amparado en la jerarquía de Lautaro Martínez, la calidad de Giovani Lo Celso, la velocidad de Rodrigo De Paul, la claridad de Leandro Paredes y la solidez de Juan Foyth. “La idea es tener un grupo sólido con jugadores comprometidos para que Leo (Messi) sea esa pieza que nos dé el plus. Creo que muchos chicos han dado un paso hacia adelante al demostrar mucha personalidad para imponerse en el equipo. Eso ayuda para elevar el nivel de Messi, porque sólo con su presencia potencia al plantel”, aclaró.

El Ratón Ayala tuvo que pensar junto con Scaloni cómo lidiar con la ausencia del astro del Barcelona cuando la Conmebol le aplicó una dura sanción por sus dichos en la Copa América que organizó Brasil. Para el ex central la clave pasó por la comunicación que se le dio a cada intérprete que integró la lista, ya que según su mirada “encararon los partidos con mucha sabiduría”. “Parecía que venían de jugar juntos toda la vida. Es algo que logró Lionel (Scaloni), porque hizo que los jugadores entendieran cuál es el mensaje: qué es lo que hay que hacer, hacia dónde queremos ir y de qué forma”.

El conjunto nacional tuvo que afrontar seis compromisos sin su as de espadas (Chile, México, Alemania, Ecuador, Brasil y Uruguay) y para el inicio de las eliminatorias de Qatar tampoco podrá estar presente, dado que aún debe cumplir una fecha de suspensión por la expulsión que sufrió después de discutir con Gary Medel en el partido por el bronce. “Mientras esté Leo, queremos aprovechar lo que nos da. El recambio se tenía que dar, pero lo importante es que tengamos un grupo sólido, que no tenga titulares ni suplentes, porque todos son importantes más allá del lugar que ocupen en la lista. La Selección es una invitación al futbolista. Tienen que entender que no deben perder las oportunidades que se les están dando, porque su lugar puede ser ocupado por otro”, remarcó Ayala.

Uno de los hechos más llamativos en la carrera del Ratón se instala en su relación con el actual capitán del equipo albiceleste. El ex defensor lo tuvo como compañero en el Mundial del 2006 y en la actualidad le brinda sus conceptos desde el espacio que ocupa en el cuerpo técnico. Por lo tanto, su vínculo debió modificarse porque en la actualidad “hay un trato distinto”. “Cuando éramos compañeros había más confianza y ahora hablamos de aspectos tácticos. Igualmente, cuando estábamos en Alemania casi ni hablábamos, porque él salía de la habitación sólo para entrenar. Ahora está más participativo en las comidas y en las charlas previas a un partido. Nos dice lo que ve, lo que siente y lo que cree más conveniente. Está bueno, porque siempre nos mantenemos con mucho respeto. Él sabe lo que significa para todos, pero es tratado como uno más, ya que él así lo desea”.

Dentro de su plan de trabajo, uno de los recursos que implementó Scaloni para contribuir en la interacción permanente entre todos los integrantes de la delegación albiceleste se basó en la redistribución de las mesas a la hora de las comidas y la prohibición del uso del celular. Como lo explicó Ayala en diálogo con Infobae, “la idea principal es que todos puedan verse a la cara”. “Antes había una distribución distinta. Es complicado porque es un plantel grande, con muchos jugadores, pero pudimos hacer que estén todos juntos. La palabra tiene que fluir sobre la mesa, porque hay cosas de la cancha que se pueden resolver en un almuerzo o un desayuno”, aclaró, sin antes advertir que tampoco encarnan el rol de policías: “Es un tema de respeto por ellos mismos. No estamos como vigilantes controlando quién usa el celular y quién no. No hace falta porque entendieron el mensaje”.

La razón que transformó el interinato de Scaloni en un proyecto a largo plazo se basó en la producción albiceleste en el último certamen continental. A pesar de las dudas en el inicio del torneo, la Argentina se quedó con el tercer puesto en un contexto complejo para un plantel que sufría los fantasmas del fracaso de Rusia. “No fue fácil encarar esa situación con un grupo que recién comenzaba y el equipo dio muestras positivas. Notamos muy buenas respuestas. Incluso en los últimos amistosos contra Alemania y Brasil demostramos que ahora tenemos un equipo que le puede ganar a cualquier selección”, reflexionó Ayala con la satisfacción que le provocó sacarse el sabor amargo de la eliminación frente al local en la última victoria nacional: “Tuvimos una revancha en el amistoso con Brasil. Ahí demostramos el juego que queremos hacer y le pudimos ganar a un rival de mucha envergadura”.

Con prácticamente los mismos intérpretes, Argentina logró un triunfo en Arabia Saudita que confirmó las polémicas que favorecieron al anfitrión en la competición continental. “El partido con Brasil en la Copa América lo encaramos de la mejor manera, con un planteo ideal. Fueron detalles los que nos dejaron afuera. Después del partido hablamos con todos los muchachos en el vestuario y les dijimos que tienen que estar tranquilos porque no hay nada para reprochar. Hicimos todo lo que había que hacer para conseguir un buen resultado, y si el resultado no fue el esperado, no se tiene que opacar todo lo bueno realizado hasta ese momento. Nuestra meta es que estos chicos sigan creciendo, que se sientan importantes y que sepan que si le toca salir a uno, el que entre va a dejar todo para mejorar al equipo. Además, hemos creado competencia por puesto que sirve para potenciarlos constantemente”.

Más allá del análisis que desarrolló el ex defensor, la cicatriz por la eliminación todavía no cerró. “Nosotros fuimos a hacer nuestro trabajo. Quisimos ser protagonistas y llegamos hasta semifinales. Dio bronca por esos detalles que nos dejaron afuera, pero nos fuimos tranquilos porque hicimos cosas para ganar. Generamos situaciones y demostramos de qué manera hay que encarar los partidos”, aseguró.

A pesar de haber extendido el vínculo con el deseo de clasificar a la Selección a la Copa del Mundo del 2022, la presión popular y mediática que exige a Marcelo Gallardo en la conducción del combinado nacional atenta contra la tranquilidad del cuerpo técnico actual. Sin embargo, para Ayala es algo natural que se desprende del ADN de los argentinos. “Es la profesión. Hay que entenderla, porque en nuestro país somos todos muy exitistas. Si no se gana o hay un técnico mejor, hay que cambiar todo. Nosotros tenemos que convivir con eso. Yo disfruto el lugar en el que estamos, por más que hayamos comenzado la carrera al revés. Sabemos que es un puesto que se tiene cuando uno adquiere mayor experiencia, pero nos ha tocado dar una mano y lo estamos haciendo con las mejores intenciones. Por ahora nos va bien, pero lo importante comienza en marzo”.

El 2020 será el inicio de un nuevo ciclo. Los primeros pasos en el camino hacia el Mundial se darán ante Ecuador y Bolivia. “Quedan tantos partidos que no sabemos lo que puede llegar a pasar. Nosotros queremos dirigir todos los compromisos, clasificar a la Argentina y estar en el Mundial de Qatar”, afirmó el Ratón Ayala. ¿Y después de lograr la meta, se puede ilusionar con el título? “Soñar no cuesta nada”, respondió con la tranquilidad que lo caracteriza. Sin dudas, el tren de la esperanza está en marcha. Y su destino es Qatar 2022.

La respuesta a Ronaldo

“Probablemente (Roberto) Ayala haya sido el jugador que más me ha pegado en mi carrera. Cada vez que me enfrentaba a él, me amenazaba y jugaba siempre al límite. Yo solamente intentaba defenderme”, fue la frase de Ronaldo que generó revuelo en el ambiente del fútbol internacional.

El Fenómeno pasó a la historia como una de las leyendas de Brasil que protagonizó un ciclo cargado de éxitos en los últimos años de la década del 90 y principios del nuevo milenio. El título en el Mundial del 2002 fue uno de los puntos más altos en la era dorada de la Verdeamarela.

Hizo ruido lo que dijo, pero la verdad es que tuvimos algunos encontronazos”, recordó Ayala, entre risas. No fue una tarea sencilla marcar al galáctico que brilló por Europa. Pero aquella revelación del ex delantero no sorprendió al Ratón, porque ya se lo había dicho en la intimidad: “Me lo dijo en un vestuario cuando fuimos a jugar un partido a beneficio en Marruecos. Él no jugó, pero cuando entró al vestuario me dio un abrazo y me confesó que fui el defensor que más patadas le pegó en su carrera. Hoy nos reímos, pero siempre hubo mucho respeto. En mi equipo ideal él va a estar siempre, porque fue uno de los delanteros más complicados de marcar. Era completo en todo sentido”.

El ex central no dudó en asegurar que el Gordo Ronaldo fue uno de los futbolistas que más sufrió durante sus días en las canchas. “Nos tocó una generación de Brasil que ganó mucho, pero no creo que haya sido el que peor la pasó conmigo, porque hubo peores. En la Liga española hubo varios que fueron castigados (risas), pero siempre con lealtad. Jamás tuve intención de lastimar a nadie. Capaz decía algunas cosas de boquilla, pero nunca las hacía”. Por el momento, aquellas amenazas no salieron a la luz. Y el Ratón prefirió no revelarlas.

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