Eran los últimos instantes de la final del Mundial de Clubes y, ante Liverpool, Flamengo buscaba repetir la hazaña que había logrado en el encuentro decisivo de la Copa Libertadores frente a River. El equipo brasileño estaba 1-0 abajo en el marcador y, en el cierre del tiempo suplementario, intentaba alcanzar una agónica igualdad que le permitiera extender la definición hasta los penales.
Fue en el minuto 118, cuando Lincoln -que había entrado en los instantes previos en lugar de Gerson- tuvo la mejor oportunidad para el elenco carioca. Vitinho se escapó por la derecha y, tras un rebote en un defensor, mandó un centro atrás. Por delante del punto del penal apareció el juvenil delantero, quien remató de derecha y mandó el balón por arriba del travesaño.
El atacante del Flamengo, de 19 años, quedó tirado en el césped con un gesto de decepción en su rostro, lo mismo que sus compañeros. Los fanáticos del Fla en las gradas también se lamentaron esa chance errada, la cual les podría haber dado la chance de definir el título desde los doce pasos.
Lincoln Corrêa dos Santos - o simplemente Lincoln, como todos lo conocen- es la gran joven promesa del Flamengo. Debutó como profesional a los 16 años y lleva una exitosa carrera en las selecciones juveniles de Brasil: integró la Sub 17 y hoy es parte de la Sub 20.
Así se terminaron las ilusiones del conjunto brasileño de repetir la historia de la final de la Copa Libertadores en la que perdía por 1-0 hasta el minuto 87′ y en el que logró dar vuelta el marcador -y alzarse con el trofeo- en el cierre del encuentro con dos tantos de Gabigol.
Finalmente, fue victoria por 1-0 para el Liverpool, con gol del brasileño Firmino a los 9 minutos del primer tiempo del suplementario. El equipo inglés se con sagró así campeón del Mundial de Clubes por primera vez en su historia.
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