Domingo 11 de abril de 1993. El Autódromo de Donington Park, en Inglaterra, es sede del Gran Premio de Europa de Fórmula 1. Llueve. Ayrton Senna larga cuarto, pierde un lugar, pero con su McLaren realiza una remontada de antología superando cuatro autos (incluido el Williams de Alain Prost) con piso mojado antes de cumplirse la primera vuelta. Tomó la punta y ganó. El brasileño no tuvo el mejor coche esa temporada, pero sus maniobras bajo el aguacero ratificaron que fue el mejor de la historia corriendo en esa condición. Había talento, pero también hubo dedicación para aprender a manejar con pista húmeda. Esa formación fue en el Kartódromo de Interlagos, en Brasil.
“El karting me proporcionó muchos momentos de placer y excelentes recuerdos, nunca el manejo fue tan divertido como en el kart. Allí aprendí muchas cosas. Mucho de lo que uso en la F-1 lo aprendí en kart”, reconoció una vez Senna cuando ya era una estrella. A sus cuatro años empezó con un karting de juguete. Luego su padre Milton da Silva, que tenía una pequeña fábrica metalúrgica, le construyó un karting con motor. A sus ocho años, estar arriba de ese vehículo era lo que más le hacía feliz a “Beco” como lo apodaba su familia.
Él empezó a competir a los nueve años en las calles de Campinas, una localidad de San Pablo ubicada a 99 kilómetros al noroeste de la capital estatal. En su primera carrera debutó con una pole positions ya que el orden de largada se hizo por sorteo y compitió con chicos que eran más grandes. En su debut lideró la competencia, pero desertó por un toque con otro competidor. Si bien en esa ocasión no hubo cronos el “1” en la clasificación ya lo empezó a acompañar. Fue una premonición. En la F-1 logró 65 poles en 161 carreras y surécord recién pudo ser batido por Michael Schumacher en 2006 con 236 Grandes Premios corridos hasta ese momento.
Ayrton da Silva (así se llamaba en sus inicios) siguió corriendo en Campinas, hasta que siendo un adolescente ya sabía qué quería para su vida: correr. Fue así que empezó a competir de manera oficial. Debía medirse con los mejores jóvenes del karting en el Kartódromo de Interlagos. Se estrenó con victoria el 1 de julio de 1973. Otro 1 de julio, pero 26 años más tarde, se colocó una placa (figura 1974 de forma errónea) al lado del podio para conmemorar aquel hito. Habían pasado solo dos meses de su fallecimiento.
Este circuito, que lleva el nombre del piloto, está en el predio del autódromo homónimo. Se llega hasta allí recorriendo unos 500 metros por una calle interna que nace en el acceso principal. Está ubicado de forma paralela a la recta opuesta del autódromo. El kartódromo se lo conoce como “el pesebre” porque ahí nació Ayrton como piloto ya en su época de competición de verdad. Allí, en las típicas precipitaciones paulistas, el brasileño le pedía a su padre que lo lleve a practicar. Tantos kilómetros con el karting sobre piso mojado le permitió adquirir una sensibilidad única en esa condición de pista.
Esos años fueron determinantes para su futuro. Senna estaba convencido de que quería ser piloto y en Interlagos fue puliendo cómo correr. Fue campeón paulista en 1974 en la categoría Junior. Más tarde logró el título sudamericano en 1977 en San José, Uruguay. En 1979 intentó repetir en San Juan en lo que fue la única vez que corrió de forma oficial en la Argentina. Disputó cinco mundiales de karting, pero nunca pudo lograr el título ecuménico que buscó hasta sus 22 años, en 1982. Un año antes ya había empezado a correr en monopostos en Inglaterra donde por su clima que suele ser lluvioso le permitió seguir mejorando su manejo en pista mojada.
Por todo esto ameritaba conocer el lugar donde empezó la verdad para Senna. El circuito de sus primeras carreras por los puntos. En todo el fin de semana del GP de Brasil este medio fue el único que se acercó al kartódromo. Durante la actividad de la F-1 no hay carreras en este escenario que para la ocasión se emplea como helipuerto. Las principales estrellas de la Máxima buscar evadir el complicado tráfico paulista.
El asfalto del kartódromo se muestra en buen estado. La extensión total es de 1.150 metros para el circuito número 2 que es el más extenso y tiene 18 curvas. Cuenta con otras siete variantes de trazados que van de los 830 a 1.140 metros. Son muy completos. Todas las versiones complementan lugares rápidos, curvones y varios mixtos (sectores lentos). Y tiene un amplio ingreso a los boxes. En tanto que algunas instalaciones están medio venido abajo y la falta de mantenimiento se nota en la torre de control. Es como que se quedó en el tiempo y no le vendría mal una actualización. Cuenta con 61 boxes edificados, 34 de ellos cerrados de forma completa. Y presenta tribunas en la zona opuesta, es decir, frente a los boxes.
A pesar de esos detalles en su infraestructura el kartódromo es impactante por su historia. Más cuando se observan fotos viejas de Senna en ese sitio. Junto con el autódromo guarda un lugar importante en San Pablo ya que la ciudad no tiene un museo dedicado al recordado corredor. “No hay un museo por decisión de la familia de Senna que solo quiere hacer muestras itinerantes. Ahora, si ellos cambian de parecer, hacemos un museo de inmediato”, le respondió a Infobae el Gobernador de San Pablo, Joao Doria Junior.
Hace unos años el Estado paulista inició un proceso de privatización del autódromo inaugurado el 12 de mayo de 1940. La medida le permitiría al estado paulista un ahorro de 243.000.000 de dólares en gastos de mantenimiento. El plan inicial generó mucha polémica porque preveía la destrucción del kartódromo con fines inmobiliarios. La gente empezó a presionar para que no deshagan de la pista de karting. El proyecto de ley fue modificado y se salvó al circuito considerando su valor histórico. Ahora sí está incluido en la nueva licitación para que una empresa se haga cargo por 35 años. En enero se sabría cuál es la firma que manejará el autódromo y kartódromo. La nueva norma estipula que el lugar debepreservarse con actividad y es por eso que Doria Junior anunció que sería un hecho la renovación del contrato para tener la F-1 hasta 2030, más allá de las carreras de categoríasnacionales.
Por otro lado el público puede darse el lujo de correr en el mismo lugar donde Ayrton empezó a competir de forma oficial. De martes a viernes hay alquiler de karting para competir de forma amateur de 18 a 23 horas. Se dan un total de 25 vueltas, cinco de reconocimiento y clasificación; y 20 de carrera. Cuesta 120 reales (1.872 pesos) aunque sentirse Senna por un rato no tiene precio. El karting siempre estuvo cerca de Senna. Solía entrenarse en sus años de F-1. A fines de 1991, luego de conseguir su tercer campeonato del mundo, inauguró su propia pista en Tatui, en las afueras de San Pablo. Disfrutaba mucho de estar arriba de un kart. Hasta su último duelo con su gran rival, Alain Prost, fue en una carrera de karting en el complejo París Bercy en diciembre de 1993.
“En 1978, 1979 y 1980, cuando empecé a correr en Europa en el karting eran tiempos de competición pura, automovilismo puro. Sin política, sin dinero. Fue una época de óptimo aprendizaje”, contó el astro brasileño en 1993, en la previa de su despedida de McLaren, cuando ganó el Gran Premio de Australia. Fue su última victoria. Se venía la etapa de Williams y todos esperaban su cuarto título en la Máxima para 1994… Era el mejor piloto del mundo en ese momento y nunca se olvidó del karting, esa actividad donde Ayrton empezó a convertirse en Senna.
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