Óscar Washington Tabárez es palabra autorizada para hablar sobre el fútbol mundial. Y mucho más lo es para analizar lo que sucedió o lo que transcurre en el fútbol argentino, del cual él también fue protagonista cuando fue entrenador de Boca en dos etapas muy diferentes.
A los 72 años, el Maestro ya lleva 14 al frente de la selección de Uruguay de manera ininterrumpida. Después que el conjunto charrúa se quedó afuera del Mundial de Alemania 2006, la Asociación Uruguaya de Fútbol volvió a convocar a Tabárez -su primera experiencia había sido en la previa y para dirigir al seleccionado en Italia 90- y el DT fue el encargado de encabezar una revolución. Y no lo hizo solo en la mayor, también fue puntal para el desarrollo de las juveniles de la Celeste.
A la espera del sorteo para las próximas eliminatorias sudamericanas, que comenzarán en marzo del 2020, Tabárez dialogó con el programa Super Mitre Deportivo, que se emite por Radio Mitre, y analizó el presente de los dos equipos de mayor convocatoria en la Argentina.
Al ser consultado sobre la actualidad de Boca, el Maestro fue contundente: “No hay nada que pueda hacer Boca para borrar aquella final de Madrid, nada. Ni siquiera el paso del tiempo”, dijo.
Acto seguido, el ex entrenador del club de la Ribera analizó los pasos que deberían seguir el Xeneize y los Millonarios después de la histórica definición en el Santiago Bernabéu. “Hay que buscar tiempos mejores. Las únicas soluciones son mirar hacia adelante y tratar de conseguir cosas en el futuro. ¿Y qué tiene que hacer River ahora para repetirlo? No mirar solo hacia atrás con lo conseguido e intentar seguir consiguiendo cosas”.
Otro de los temas que tocó Tabárez fue el regreso de Juan Román Riquelme al mundo Boca. Esta vez como dirigente, el ídolo xeneize fue protagonista de las últimas elecciones en la institución y, junto a la fórmula encabezada por Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini, fueron elegidos por los socios para conducir al club por los próximos cuatro años.
"Es buena la incorporación de gente que tenga vivencias futbolísticas. En el caso Riquelme son las más profundas que pueda haber, de las más significativas. Por el tipo de jugador que fue y por lo que le gusta”, explicó el director técnico uruguayo.
“Hay que tener la visión… Un dirigente o alguien que está en la dirigencia que comprenda esa relación, qué es lo que siente el futbolista. Cómo es la relación, cómo debe ser el trato, un montón de cosas, creo que tiene muchos elementos para llevar a cabo eso alguien que tiene la experiencia de haber sido futbolista, fue jugador y si es alguien del nivel de Riquelme, mucho mejor todavía”, agregó sobre el nuevo rol del ex número 10 del Xeneize.
Para Tabárez, la actualidad exitosa de Marcelo Gallardo no es una sorpresa. Desde que charló con el Muñeco cuando fue entrenador de Nacional, de Montevideo -entre 2011 y 2012-, el Maestro reconoció su capacidad.
“Lo conocí cuando fui a entrevistar a todos los entrenadores del fútbol uruguayo en mi regreso a la selección. Ya como jugador demostraba lo que sabía, por eso no me sorprende tanto lo que ha logrado”, declaró Óscar Washington, que le dejó un consejo al futuro reemplazante de Gallardo. “Va a ser imposible superarlo. Si viene con esa meta, va a ser bravo. Pero el entrenador que venga, va a saber lo que quiere la institución”.
Además, Tabárez fue muy elogioso con el hoy DT millonario: “Es merecedor del lugar distintivo que tiene en el fútbol mundial”.
En la charla, que se extendió casi por 50 minutos, el Maestro también se refirió a su salud. "Tengo un problema crónico que me dificulta caminar, pero en nada me afecta en lo que hago en la Selección y en mi vida personal. Estoy en un gran momento en la Selección, rodeado por grandes futbolistas y en cosas que son muy importantes de afrontar, lo que me estimula ir para adelante".
CÓMO RECORDÓ SU PASO POR BOCA
Tras su primera experiencia como DT de Uruguay, Tabárez desembarcó en el Xeneize en 1991 y se mantuvo por dos temporadas en las que cosechó un par de títulos, el torneo Apertura 1992 y la Copa Máster del mismo año. Una década más tarde, luego del primer paso glorioso de Carlos Bianchi, el Maestro se volvió a sentar en el banco boquense.
“No, yo no siento que me fui mal. Sí puede haber descontento cuando no se consiguen los objetivos en un equipo grande. No se puede pretender que estén contentos con uno. Pero yo considero que, sobre todo en la época de Diego (Latorre), ganamos un torneo invicto, con 6 goles en contra en todos los partidos que jugamos… Tuvimos un invicto de 18 partidos contra River. Un montón de cosas positivas…”, dijo el DT uruguayo.
“Y en el último año que estuvimos, las cosas no salieron del todo bien. Fue un año difícil, de cambios grandes, justo después del proceso súper exitoso con Carlos Bianchi. Tuvimos un primer semestre de adaptación a todo esto, pero en el segundo semestre estuvimos a unos minutos de llegar a la última fecha del torneo de otra manera. Aquel gol de Pusineri sobre la hora, que puso el empate, nos sacó esa posibilidad. Pero se hizo un gran segundo campeonato y aparecieron jugadores que no estaban jugando, fue la consolidación de Carlos Tevez, que estuvo como juvenil en la pretemporada y, después del clásico que perdimos 3-0 contra el River de Ramón Díaz en la cancha de Boca, y bueno, fui con mis compañeros de cuerpo técnico y Tevez jugó de mediocampista, de media punta, de delantero centro, por afuera, y demostró su gran talento. Y al año siguiente que no estuvimos nosotros, y me alegró enormemente, fue una de las figuras del Boca campeón de la Libertadores. Para nada fue negativo, ni tengo resentimiento, para nada, al contrario. Fue muy formativo para mí todo lo que viví como experiencia en Boca Juniors”, concluyó.
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