La nueva vida lejos del básquet, su estrategia para los picados y los desopilantes juegos playeros que practica: la entrevista a Manu Ginóbili

“No extraño el básquet, se ve que en cierto modo me había saturado”, confesó el bahiense, quien contó intimidades de su nueva vida tras el retiro

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Ginóbili reveló intimidades de su nueva vida lejos del básquet

La vida de Emanuel Ginóbili cambió por completo desde que anunció su retiro del básquet. Aquel 27 de agosto de 2018, el bahiense se despidió de la práctica deportiva, pero como él mismo confiesa, esta decisión le permitió reencontrarse con muchos aspectos cotidianos que parecían perdidos y olvidados.

Ahora, Manu cuenta con más tiempo, disfruta de su familia y se la pasa viajando. Sus vacaciones se hacen más extensas y hasta se anima a probar con otros deportes o disciplinas que antes, por ser un deportista de elite, no podía realizar.

En una entrevista que concedió a su amigo Max Goldenberg, Ginóbili contó intimidades de su nueva vida y reveló lo que siente en estos momentos: “No extraño el básquet, se ve que en cierto modo me había saturado”. El bahiense habló sobre los viajes en familia que realiza y sus encuentros con amigos.

Manu Ginóbili y Many Oroño, su esposa
Manu Ginóbili y Many Oroño, su esposa

“Empecé a disfrutar de los veranos y los viajes coinciden con mejor clima”, reconoció sobre su actualidad. El problema que sufría era que cuando la temporada de NBA finalizaba, en Argentina el verano había terminado y en su Bahía Blanca natal “se hacía complicado”. Y agregó: “Tenía una bucket list (listado de cosas por hacer) con muchos pendientes. Pero me dejé octubre y noviembre bien tranqui para estar en casa y disfrutar de mi triple paternidad. No me pueden entender que estoy ocupado, entretenido. Estoy estupendo. Estoy disfrutando mucho este tiempo libre, viajando, haciendo cosas… Tengo tres hijos y además estoy haciendo más vida social que antes no podía”.

A la hora de hablar sobre el básquet, afirmó: “No lo extraño. Desde que me retiré jugué un sólo partido exhibición en China. Después del Mundial fui a Shangai por un par de eventos. Pero no lo extraño. Se ve que en cierto modo me había saturado y no me había dado cuenta. Ahora disfruto del tenis, la bicicleta y de otras cosas”. En este punto, Manu contó que en Bahía disfruta de otros juegos con amigos, como el tejo o el vóley. “Este año vamos a implementar el tenis playero. También spikeball, es muy divertido. También me jacto de ser un aceptable jugador de ping pong, un profe me enseñó un par de cositas”.

Además, contó cómo dejó de cuidarse en los picados. “Antes, cuando jugaba profesionalmente, cambiaba de mano para lanzar o ni siquiera lo hacía, me dedicaba a correr para estar en forma y quizá me animaba a algún rebote. Hasta que me veía que estábamos perdiendo, ahí sí tiraba”, bromeó.

En relación a los pedidos desde San Antonio para que se sume como colaborador, Manu fue claro: “Por el momento estoy bárbaro. Quieren que me quede alrededor del equipo, haciendo algo, pero no sabemos bien qué. El tema es que si querés trabajar en serio, no te podés ir a la Argentina tres meses en el momento que la temporada está caliente. Mientras quiera seguir haciendo esta vida y pasando los veranos en Argentina, no podré. Después veremos”.

Sobre sus escapadas para ver Fórmula 1 o tenis, reconoció que lo “impactó” verlo en vivo. “De los tenistas sabía bastante porque en los Juegos Olímpicos había pasado tiempo con Delpo (Del Potro), Chela, Cañas, Mónaco… Compartimos mucho y nos contaban. Pero me impactó verlo en vivo. Genera más admiración verlos jugar. Lo mismo con la Fórmula 1. Los veía pasar… Miraba las estadísticas y pasaban a 320 kilómetros por hora por donde estaba yo… ¡El volante! Nosotros tenemos uno en el auto que tiene dos. Estos tienen ocho palancas en la parte de atrás, dieciocho botones en el frente y van a 300 kilómetros, mientras hablan por radio con su equipo… Tuve el placer de conocer a (Daniel) Ricciardo y (Nico) Hulkenberg los dos pilotos de Renault. Estaban ocupados porque corrían al día siguiente y hablamos cinco minutos, ¡Pero estaba listo para atacarlos y preguntarles doscientos millones de cosas!”.

“No extraño el básquet, se ve que en cierto modo me había saturado”, confesó el bahiense, quien contó intimidades de su nueva vida tras el retiro

Ginóbili se declara fanático de la tecnología, como el anillo inteligente que lo acompaña a diario. Esta vez, Manu le sumó un drone. “Es la nueva adquisición que no me llegó todavía, pero que por primera vez decidí saltar. Siempre dije para que mierda lo quiero, no sirve, pero ahora salió uno que es muy chiquitito, se dobla y es del tamaño de un teléfono. Como voy a estar viajando bastante en Argentina quizá le da un toque de color y lo mecho con los videos que hago con el celular o la GoPro. Veré si no fue otra compra al pedo”, expresó. Y adelantó: “Si tengo éxito van a ver algún video muy interesante del verano en algunos de los viajes. Como el video de Cataratas que salió increíble”.

Por último, reconoció que en este tiempo está “un poquito más activo” en materia redes sociales. “Pasaron cosas interesante. La despedida de Tony (Parker), la Fórmula 1, el Mundial (de básquet). La frustración que sentí en China con el Stories (Instagram)... Veía todo y no había forma de que me saliera. Le erraba y me pegué una calentura... Pero como no tenía tanto para hacer empecé a practicar y ahora un poquito más la domino. Si pasa algo bueno, me gusta compartirlo”.

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