Leonardo Ponzio y otros 35 futbolistas fueron absueltos por la Justicia española en el marco de la causa abierta por el supuesto arreglo de un partido entre Zaragoza y Levante disputado en el año 2011. En tanto, los ex directivos del conjunto Maño, Agapito Iglesias y Javier Porquera, fueron condenados por el Juzgado de lo Penal número 7 de Valencia a un año y tres meses de prisión por un delito de falsedad.
En el encuentro en cuestión, Zaragoza, equipo en el que el capitán de River militó entre 2009 y 2011, superó 2-1 a Levante en la última fecha de la temporada y mantuvo la categoría. El entonces fiscal anticorrupción Alejandro Luzón señaló a Ponzio como “uno de los principales urdidores” del presunto amaño, por tratarse, junto a Gabi (hoy capitán del Atlético Madrid) y Jorge López, de uno de los referentes del conjunto maño. También estaban implicados el entrenador del equipo, el mexicano Javier Aguirre, y otros dos jugadores argentinos: Nicolás Bertolo y Leonardo Franco.
La causa comenzó con una denuncia del presidente de La Liga, Javier Tebas, tras una conversación con Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo La Coruña en aquella época, institución que se vio perjudicada por el investigado acuerdo.
Cabe recordar que, en la previa del juicio, el fiscal de la Audiencia Provincial de Valencia había solicitado una condena de dos años de cárcel y seis años de inhabilitación para la práctica deportiva para todos los jugadores implicados.
Ponzio declaró en los tribunales de Valencia el pasado 5 de septiembre. Ese día, confesó que recibió 85 mil euros en dos pagos de parte de Agapito González, que en esa época era el presidente del club ubicado en la comunidad de Aragón.
“Recibo una llamada del presidente. Me dice que me iba a ingresar un dinero, que tenía que hacer un favor que lo retire para devolvérselo. No se lo devolví a él sino a una persona de confianza de él en La Romareda. Me dijo que era para hacer frente a entradas y autocares (micros) para el desplazamiento. No era un directivo, no sé quién era pero lo veía con él, pertenecía al club”, dijo Ponzio en un fragmento de su declaración.
Según aclaró el propio futbolista nacido en las divisiones inferiores de Newell's, los pagos habían sido transferidos a su cuenta los días 17 y 19 de mayo, o sea, cuatro y dos días antes del encuentro por La Liga. Además, Ponzio, por expreso pedido del fiscal de la causa, aclaró que recibió la llamada del presidente González y que se encontró con él en un restaurante donde este le hizo la propuesta.
En la misma línea del relato del resto de los futbolistas que declararon, todos pertenecientes a la plantilla del Real Zaragoza, Ponzio confirmó que no le solicitó al por entonces mandamás del club ningún comprobante por el dinero entregado.
“No exigí documentación por recibir el dinero. Reconozco que me equivoqué”, le dijo el mediocampista al juez de la causa, Manuel Aleis, en su declaración.
El juzgado número de 8 de Valencia, a cargo de Isabel Rodríguez, había archivado la causa en 2017. Sin embargo, la misma fue reabierta el 25 de enero de 2018 por la Audiencia Provincial valenciana, tras el recurso de apelación interpuesto por la Fiscalía, la Liga de Fútbol Profesional y La Coruña, el club que descendió a Segunda División por el supuesto arreglo.
Según la acusación del entonces fiscal Luzón, desarrolló el diario El País de España meses atrás, “acordaron amañar el partido. A tal fin se estableció que se entregarían 965.000 euros a los jugadores del Levante a cambio de que estos permitieran al conjunto zaragocista ganar el partido”.
Aunque la Justicia comprobó que en el Zaragoza hubo un movimiento de fondos anómalo, razón por la que condenó a Iglesias y a Porquera, no se pudo probar que ese dinero haya ido a los jugadores del Levante.
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