Por Julián Mozo
“Yo les avisé que Luka iba a tener un impacto en el juego incluso mayor al de LeBron cuando llegó a la NBA. No lo tiro ahora para agrandarme, en realidad se los dije a los diez scouts que me llamaron para preguntarme sobre él”. Andrés Nocioni no se anda con chiquitas en su charla con Infobae. Frontal y honesto, como es su estilo, no sorprende que arranque su análisis del jugador del momento con una afirmación que alguna vez fue una predicción que muy pocos le creyeron. “Yo sabía que iba a hacer en la NBA lo que hoy todos están viendo. Yo creía que iba a dominar así, a mí no me decepcionó”, asegura Chapu, que lejos está de ser un visionario. El santafesino sabe de lo que habla porque hay pocos jugadores en el mundo que conozcan mejor a Doncic que él. Ambos compartieron poco más de dos años muy intensos en el Real Madrid, en los cuales el argentino se transformó en uno de sus dos máximos consejeros del esloveno. Nocioni, como buen líder de vestuario, se acercó cuando la joya fue subida al primer equipo blanco en el 2015 y no se despegó desde que Luka se transformó en el tercer jugador más joven en debutar en la liga española, con apenas 16 años y dos meses.
Superada el 20% de la nueva temporada, Doncic es el nombre dominante, el jugador de moda, quizá la mejor historia de esta joven campaña. Incluso por encima de LeBron, que ha devuelto a los Lakers a la cima de la Conferencia Oeste. Por arriba de Giannis, el MVP griego que hace que Milwaukee sigue siendo el gran candidato del Este. Por sobre Kawhi Leonard, quien hace pocos meses se recibió como el mejor jugador del mundo y ahora amenaza con repetir con los Clippers. Y así siguen las firmas. Luka es lo nuevo. Y es magia. Pura magia. Y, con un estilo distinto al resto, cautiva. Y lleva bien arriba a un equipo como Dallas que nadie esperaba que estuviera peleando con los mejores del Oeste. Tan grande es lo del esloveno que empieza a romper marcas de talento precoz y ya es postulado como un gran candidato al MVP, cuando apenas tiene 20 años y transita su segunda temporada entre los mejores del mundo. El base promedia casi un triple doble (30.8 puntos, 9.9 rebotes y 9.6 asistencias) y, aunque falte tanto para abril, tiene legítimas chances de ser el tercer jugador en la historia en lograr ese hito en una campaña (los otros fueron Russell Westbrook y Alvin Robertson). Hoy, por lo pronto, es el único del torneo en estar en el Top 5 de puntos y asistencias y en el top 15 en los tres rubros principales, si sumamos los rebotes.
Son números que no se veían en la NBA desde LeBron, cuando en su segunda campaña (la 04/05 con los Cavs) promedió 27.2 tantos, 7.4 recobres y 7.2 pases gol, llegando a un PER de 25.7. Increíblemente, Luka tiene hoy la mejor marca de la historia (PER de 33) en esa nueva categoría, tan de moda hoy en día gracias a la creciente tendencia de las estadísticas avanzadas. La Player Efficiency Rating es el índice que computa la eficiencia individual en base a la productividad por minuto jugado. “LeBron, cuando llegó a la NBA, dominó más por su capacidad física inusual. Luka no la tiene. Ni la fuerza, ni la velocidad, ni la potencia. Pero lo compensa con sus tres años de profesional que sumó en Europa. Tiene 20 años pero muestra una madurez, un oficio y una experiencia que James no tuvo cuando llegó desde el secundario”, analiza Nocioni. Como para completar el combo de números que ratifican cómo Doncic empezó gobernando la temporada se puede sumar que Dallas tiene la mejor eficiencia ofensiva desde 1973. Anota 117.4 por 100 posesiones, 2.4 más que el récord de los Warriors en la 18/19.Una cifra estremecedora que aumenta a 118.7 cuando Luka está en cancha. “Sin dudas que está siendo tan desequilibrante como cualquiera otra superestrella de la NBA. Ya está a ese nivel y puede pelear el MVP”, resalta Chapu.
Facundo Campazzo también compartió un par de temporadas muy intensas con Doncic, siendo su relevo. Y, consultado por Infobae, el cordobés emite su opinión, sin mostrarse sorprendido por el nivel actual de su ex compañero. “Nosotros lo disfrutamos mucho y ahora veo que las cosas que hacía acá las hace allá. La única diferencia es que en la NBA todo tiene más trascendencia. Está claro, cada vez juega mejor porque sigue creciendo en su juego. Tal vez este nivel sorprenda a algunos, pero no a nosotros: todos sabíamos de lo que era capaz de hacer allá”, opina. Nicolás Richotti es otro de los argentinos que juega desde hace años en España y le ha tocado enfrentar bastante a Doncic. “Alguien muy difícil de defender. Porque es muy grande, alto y fuerte, con una visión de juego increíble, y sobre todo una confianza en sí mismo que lo hacía muy peligroso. Anotaba y generaba para el resto, con mucha facilidad y naturalidad”, detalla el bahiense, quien sí está sorprendido por una virtud de Doncic que no imaginaba ver tan claramente en Estados Unidos. “Yo sabía que iba a hacerlo bien, con muy buenos números, porque juega muy bien, entiende el juego y en la NBA se juega a muchas más posesiones, pero lo que sí me llama la atención es la cantidad de puntos que está metiendo y la naturalidad con la que lo hace. Parece que hubiese jugado toda la vida en la NBA y no que lleve una temporada y pico. Eso es algo increíble”, opina el escolta-base que hoy se desempeña en el Fuenlabrada.
Chapu profundiza en la misma línea que Campazzo. “Yo estaba seguro que le iba a ir incluso mejor que en la NBA. Sí, claro, esperaba que jugara mejor que en Europa. Básicamente porque allá hay más espacios y Luka es un jugador muy difícil de defender por su manera de jugar. No es un base explosivo sino que es más tiempista, ve toda la cancha y tiene mucha lucidez. Yo sabía que se iba a adaptar mejor, aunque jugara a otro ritmo. El año pasado ya lo hizo, tuvo un impacto grande y se mereció estar en el All Star. No le dieron ese privilegio, pero para mí ya estaba a ese nivel. Ya había demostrado que podía empezar a codearse con las estrellas”, analiza. Chapu va más allá y argumenta por qué siente que este comienzo de carrera NBA es superior a aquel estremecedor inicio de James. “Básicamente porque Luka desarrolló el tiro que no tenía LeBron cuando llegó a la NBA. Humildemente lo digo, porque yo lo enfrenté bastante con los Bulls: en esos primeros años no era tan difícil de defender. Se podía, porque no tenía la opción del tiro y tampoco contaba con la potencia que luego desarrolló. Cuando creció físicamente, fue otro: te ponía el hombro y te sacaba del camino. Luka no tiene eso, ni nunca lo tendrá, por eso no sé si tendrá el dominio de LeBron a largo plazo, pero no tengo dudas que es un crack, distinto, que será una superestrella por muchos años”, compara Nocioni, quien jugó en Chicago entre 2004 y 2009.
En Madrid cuentan que Nocioni y Campazzo fueron muy importantes en el camino y el crecimiento de Doncic. En el caso de Facu, en el vestuario blanco aseguran que sus duelos en los entrenamientos eran un show aparte. Incluso Luka admitió que aquellos 1 vs 1 lo hicieron mejor jugador. “Es verdad que en los entrenamientos nos defendíamos y atacábamos muy duro. Y creo que nos hizo mejores jugadores a los dos, no sólo a él”, acepta el cordobés que agarró el testigo dejado por la partida de Doncic para transformarse en la nueva estrella del Real. “Con Facu, Luka aprendió a entrenar más fuerte. Campazzo te obliga a mejorar por su constancia física y la terrible intensidad que le mete a los entrenamientos”, aporta Nocioni. Richotti recuerda justamente cuando le preguntó a Campazzo por esa joya eslovena de las que todos hablaban cuando recién empezaba a aparecer en la ACB. “Sí, le pregunté si era tan bueno como se decía y me dijo que sí, que era buenísimo, que en las prácticas no lo podía parar. ‘Bueno’, dije yo, ‘si Facu, que es re competitivo y buenísimo, no lo puede parar, estamos por delante de alguien especial. Y tenía razón el Facu: era realmente muy bueno”, cuenta Nico.
Nocioni, en cambio, fue más importante a partir de los consejos que le dio como buen líder que es. “De Chapu aprendió un montón, de su mentalidad y hábitos. También de Felipe (Reyes) y Sergio (Llull)”, asegura Campazzo. Chapu acepta que Doncic y al montenegrino Dino Radončić los puso bajo su ala para poder guiarlos. “Enseguida me di cuenta que Luka era un jugador distinto, especial, con mucho futuro. Y me le acerqué de entrada para hablarle, básicamente para decirle que no sólo de talento se puede vivir, que había que meterle cosas que son determinantes: disciplina, trabajo, el cuidado del cuerpo, la nutrición, el ir agregando cosas al juego…”, comenta. Nocioni se vanagloria de haber hecho mucho hincapié en el tiro “porque su lanzamiento lejano no era importante y yo se lo aconsejé porque sabía que tendría una importancia creciente en su carrera. Cuando llegó al plantel profesional no lo usaba, más que nada porque estaba acostumbrado a romper fácilmente las defensas con su penetración. Pero estaba claro que iba a empezar a enfrentar rivales superiores y necesitaba mejorarlo”, explica. El santafesino de 39 años, retirado desde 2017, cuenta la cantidad de horas que entrenó el tiro junto a Luka y, por supuesto, recuerda las competencias que ambos hicieron junto a JC Carroll, uno de los mejores tiradores de Europa. “¿Quién ganaba? Yo, claramente. Algunas vez JC y en muy pocas Luka. ¿Campazzo? No tenía nivel para entrar a competir con nosotros”, dice Chapu, sonriente.
Sin embargo, desde Madrid aseguran que el control de Doncic que hicieron los más veteranos fuera la cancha fue tan o más importante. “Lo protegíamos mucho. Yo siento que fui como su padre. Lo quería y sabía, además, que nos iba a ayudar a ganar”, explica Nocioni, quien justamente cree que su comportamiento fuera del campo seguirá siendo tanto o más determinante en la NBA, por las distracciones que tienen las estrellas. “Madrid te distrae, más para un chico rubio, figura, de 20 años... Pero, claro, Dallas y la NBA distraen mucho más. Ojalá nada lo saque de su enfoque”, avisa-reza.
Doncic se “argentinizó” bastante en su tiempo en el Real, por el contacto con Chapu y Facu. Incluso es un enamorado del juego pasional y, a la vez, cerebral de nuestros compatriotas. Por redes sociales elogió a la Selección durante el Mundial, en especial a Scola por su vigencia en el más alto nivel a los 39 años. El esloveno, cuenta Chapu, combina ingredientes particulares en su forma de ser, “tiene una personalidad extrovertida, muy divertida, pero a la vez es muy maduro, más que nada por haber siempre rodeado de más grandes. Yo trazo un paralelismo con Luis (Scola) o conmigo, que también crecimos entre mayores. Vos hablás con Luka y parece un pibe mayor, incluso un viejo. Pero tiene 20 años. Hizo cosas siempre de un talento precoz, debutó muy joven y tuvo que madurar rápido. Ahora su explosión es muy rápida, ojalá pueda manejar como hasta ahora. Su techo depende de él. Para mí puede ser la superestrella extranjera más grande de la historia”, asegura. Lo dice Chapu. Sin dudar. Fiel a su estilo. Nada más y nada menos.
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