Luego del parate por la fecha FIFA Boca recibirá a Unión de Santa Fe el domingo con la misión de mantenerse en lo más alto de la Superliga. Antes de afrontar uno de sus últimos tres encuentros oficiales en lo que resta de 2019, Gustavo Alfaro realizó una especie de balance.
“Más allá de que hay intereses encontrados u opiniones encontradas o gustos particulares, nadie puede discutir que Boca fue competitivo y de los mejores. Sabemos que el trabajo de los jugadores todo el año fue fantástico. Fue una experiencia fuerte para mí, es uno de los lugares donde más fácil se me hicieron las cosas para trabajar”, puntualizó el entrenador xeneize en diálogo con el sitio oficial.
Su objetivo es dejar a Boca en el primer puesto de la tabla para que quede bien posicionado de cara a sus chances de título en 2020 aunque no hizo referencia a su continuidad (su contrato vence el mes que viene). “En esta parte del semestre la mitad de los partidos los jugamos con equipos alternativos porque teníamos obligaciones de copa y de la misma manera nos ingeniamos para agarrar la punta o no estar lejos del contacto con la punta. Ahora, con el plantel a disposición, vamos por lo que queremos que es terminar arriba”, añadió.
Además, se fijó en el nivel de competitividad que existe en el fútbol argentino: “Es una liga muy compleja y pareja, a lo largo de los años muchos equipos tradicionales se han ido al descenso y otros que no son grandes han ganado campeonatos o pelearon instancias de copas. Eso hace que haya un nivel de paridad muy grande y se juegue de igual a igual, que haya una complejidad como no hay en otra parte del mundo”.
Lechuga también habló de lo especial que es jugar en la Bombonera: “No solamente para nosotros sino para el rival porque la condición de localía siempre se siente”. Valoró la labor institucional y elogió a Nicolás Burdisso: “Creo que ha hecho un trabajo formidable y le puso su impronta también a una institución que la tenía por sí misma pero tuvo un realce en ese aspecto”.
El técnico de 57 años ya anunció que bastarían cinco minutos para acordar su renovación en el Xeneize pero habló despojado de su deseo de permanecer en la Ribera: “Es una experiencia que te la podés imaginar pero una cosa es saberlo y otra vivirlo. Necesitás tener una distancia y desapego a un montón de cosas para sostener un equilibrio. El desafío más importante para mí fue lograr el sacrificio y ese equilibrio, fue una fuerte prueba para mí que he dado a lo largo de este año con un sentido de gratitud enorme con toda la gente de Boca”.
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