Hoy por la noche será el cierre oficial de las listas en Boca de cara a las elecciones del 8 de diciembre y reina la incertidumbre, quizá como nunca antes. Las cinco nóminas iniciales quedaron reducidas a no más de tres y las fórmulas conformadas hace semanas podrían sufrir retoques de última hora. Con Juan Román Riquelme como figura estelar, el desenlace parece uno de esos capítulos finales de la serie norteamericana House of Cards, en la que los personajes se disputan la presidencia de los Estados Unidos y otros cargos dentro de la Casa Blanca.
El actor Kevin Spacey encarna al político Frank Underwood durante las primeras temporadas de la famosa serie de Netflix y expone su gran repertorio de artilugios que lo depositan como mandatario del país norteamericano. Pues bien, en el Xeneize se suceden las maniobras de los diferentes directivos que persiguen el poder.
En la arena política de la Ribera todo puede suceder: alianzas, pactos secretos, reuniones, llamados teléfonicos, cruces de mensajes, favores, devolución de gentilezas, beneficios a futuro, división de cargos y hasta traiciones.
Cuando hace algunos meses asomaban cinco listas oficiales, el número se redujo a un máximo de tres. Excepto que haya un cambio de último momento, así quedarían conformados los tres binomios para la elecciones en Boca: Christian Gribaudo-Juan Carlos Crespi (oficialismo), Jorge Amor Ameal-Mario Pergolini, José Beraldi-Royco Ferrari (opositores).
Quienes se bajaron de la contienda son Víctor Santamaría-Santiago Carreras y César Martucci (independiente), que por estas horas negocian su adhesión a alguna de las agrupaciones. Y el que aún no definió su postura es Riquelme, quien ya se reunió con el oficialismo y también con Ameal.
El 10 exigió unidad para poder pensar en postularse como presidente, pero resultó utópico e imposible. Daniel Angelici convocó a todas las agrupaciones (las diez oficialistas, una que representa a Santamaría, tres de Ameal y la restante de Beraldi) pero se ausentaron las últimas cuatro mencionadas, lo que hizo suponer la alianza entre Ameal y Beraldi. No obstante, después de varias reuniones se enfrió la posibilidad de que formaran una única oposición, pero esto no sucederá y habrá tres opciones para votar el próximo 8 de diciembre.
Más de uno no resistirá archivo y puede quedar preso de sus palabras, incluso Román (¿pospondrá su partido homenaje?). “Me pone contento que digan que quieren estar conmigo. Pero yo no soy el caballito de batalla de ninguno, no soy el as bajo la manga de ninguno”, había declarado el 10 en la entrevista con el Pollo Vignolo. Su hermano Cristian informó de las charlas que mantendría con el oficialismo y Jorge Ameal, por lo que Riquelme, que sin dudas vela por el bienestar del club que ama, terminará tomando partido por un sector si se aleja del territorio neutral (”me tienen cansado con eso de ‘sos oficialista’ o ‘sos opositor’, yo soy de Boca", había dicho).
Por su parte, Beraldi estuvo entre la espada y la pared. Sin apoyo de Riquelme, le quedaban dos alternativas si no confirmaba su candidatura independiente como fuerza paralela a las de Gribaudo y Ameal: 1) integrarse al oficialismo, pese a haber declarado que el mismo tenía un ciclo cumplido en la institución; 2) desprenderse de sus sueños de mandatario ante la agrupación de Ameal, que le ofreció ser vice y manejar el fútbol profesional. Cabe recordar que su compañero de fórmula, Royco Ferrari, renunció a la vicepresidencia de Boca en junio pasado por acentuadas diferencias con la cúpula dirigencial. Finalmente, ninguna de las dos posibilidades se consumaron.
Tanto Beraldi como Ferrari le advirtieron a Infobae sobre su voto de silencio hasta esta tarde noche cuando resuelvan sus lugares, pero es un hecho que competirán juntos en los comicios. En medio de horas decisivas, Agrupación Boquense tuvo que salir a desmentir una supuesta carta abierta dirigida a Ameal que les llegó a varios socios de la institución xeneize. El comunicado le exigía a Jorge Amor declinar su candidatura como presidente y acompañar como vice a Beraldi. Las bajezas también están a la orden del día.
El oficialismo, que tienta a Riquelme a través de Leandro Pompilio (hijo del ex presidente boquense Pedro), lidió con otra situación: si sumaba a sus filas a Beraldi habría tenido reprobación en algunas de sus agrupaciones. En este escenario, es posible que el poder que reina en la institución xeneize quede favorecido con Beraldi como candidato opositor, dividiendo votos con Ameal.
En cuestión de horas se disiparán los nubarrones sobre la Ribera y se sabrá en qué casillero se ubicará cada ficha en el tablero electoral xeneize. Los productores audiovisuales toman nota de la que puede ser una temporada extra de House of Cards, con algún Francis Underwood criado en La Boca.
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